Una jornada preocupante se vivió ayer miércoles en Río Gallegos, por distintos casos de extravío de adolescentes de la ciudad, por quienes se despliegan búsquedas a raíz de denuncias, y muchas veces culmina, afortunadamente, con la aparición de los mismos a las horas de ser buscados.

Uno de los casos fue el de la joven de 16 años que no regresaba a su casa desde el lunes y que ayer finalmente fue hallada a metros de su escuela, donde justamente se la había visto por última vez. Otra menor, de 14 años, también estaba siendo buscada y apareció durante la misma jornada. En su caso, ya se había repetido la misma situación meses atrás. El tercero se trata de Agustín Ezequiel Ballona, de 13 años, de quien todavía no hay señales desde ayer.

Ante este panorama que movilizó a la comunidad riogalleguense, la psicopedagoga Liliana González habló esta mañana con No tan Temprano por Radio LU12 AM680, donde despejó dudas sobre el principal interrogante: ¿por qué los adolescentes se escapan de sus casas?

“Es un tema muy difícil, porque la adolescencia es una etapa difícil, y la fantasía de libertad de la adolescencia es generalizada, y la sensación de que en algún lugar van a estar mejor que en su casa también”, comenzó explicando la especialista.

Sin embargo, hizo la salvación de que “son pocos los que se van, son casos excepcionales, la mayoría pelea con los padres y se queda”, indicó.

Además, mencionó que para que los chicos efectivamente se vayan de su hogar, “tiene que haber una historia de desamor, de desencuentro, de violencia“, pero que “es imposible hablar de un caso sin conocer la historia”.

Aman la libertad y la independencia pero tampoco están en condiciones de tenerla

La huida de los chicos también puede tener que ver con “un malestar adentro que ya no soportan, o algo de afuera muy prometedor, y creen que con este acto van a alcanzarlo”, explicó González.

Respecto a esta actitud de los adolescentes en comparación con años o períodos anteriores, expresó que “cada conducta, cada síntoma, cada acto hay que analizarlo en el contexto de la época, nada es igual”, aunque el “espíritu de rebeldía” es una constante de la edad.

Por otro lado, destacó que hoy por hoy “se está haciendo más difícil que los adolescentes se vayan de la casa”, ya sea por la falta de posibles fuentes de trabajo, y de la incapacidad de mantenerse económicamente en el contexto económico actual.

los chicos necesitan padres amistosos, pero no padres amigos”

En cuanto a la figura de los padres, dijo que “los adultos estamos bastante inmaduros” y que “esas actitudes también hacen que la convivencia sea insoportable” para los chicos.

Para finalizar, habló sobre los “límites”: ¿sí o sí tienen que estar? A esto, respondió que los límites en realidad “son una consecuencia del amor”, en tanto signifiquen acciones de cuidado y protección para los hijos.

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