La familia de Gabriel García Gurrea lleva casi 5 meses intentando dar con su paradero, luego de que el vecino de Bahía Blanca desapareciera el pasado 20 de mayo. La investigación sigue en pie para dar con posibles sospechosos de su desaparición. Su mamá Cristina pide justicia y el pasado 6 de octubre realizaron una manifestación frente al edificio del Ministerio Público Fiscal.

El pasado 24 de agosto, en la sede de la Policía Científica de Bahía Blanca, se realizaron pruebas de Luminol en cuatro vehículos secuestrados, de los cuales dos dieron positivo: el Citroën C4 de Pamela Antúnez, la pareja del desaparecido; y la Toyota Hilux que pertenece a Marcelo Campetella, vecino y señalado como amante de Antúnez. Las pruebas con el reactivo Luminol indican si en una superficie hubo presencia de sangre, aún cuando ésta haya sido limpiada.

Además, se incautaron teléfonos celulares y la propia Cristina se predispuso a realizar un examen de ADN para constatar sin los restos de sangre hallados pertenecían a su hijo.

FOTO: TELEFE BAHÍA BLANCA

En virtud de ello, María Laura Bentivegna, abogada de los familiares del desaparecido, exhibió su disconformidad con los plazos para obtener resultados de los estudios de ADN y los peritajes en teléfonos celulares secuestrados.

La madre de García Gurrea manifestó que consultarán al Fiscal General, Juan Pablo Fernández, que ocurrirá con dichas pruebas. Asimismo, la mujer apuntó: “Acá hay un pacto de silencio. Alguien está trabando las cosas”, señala el portal de Telefe Bahía Blanca.

Últimos avances

Una camioneta del exmarido de Pamela Antúnez, pareja de Gabriel García Gurrea al momento de la desaparición del hombre, fue secuestrada en el marco de dos allanamientos que se realizaron en los últimos días.

También se incautaron, por orden judicial, 3 teléfonos celulares, entre ellos el de Cristian Pampín, quien es padre de Tamara, la hija de Pamela y que sigue “bajo sospecha” por formar parte del entorno de Gabriel.

Los procedimientos se dieron luego de una declaración testimonial, que aludió a la “limpieza” de ese vehículo en las horas próximas a la desaparición de “Tibu” y en un lavadero de una zona cercana a Villa Rosas.

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