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Escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”, el presidente de la Nación, Javier Milei, llegó al Congreso de la Nación a las 21:10. Lo acompañó en el auto oficial la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. “Somos el mejor gobierno de la historia”, analizó desde el atril ubicado en el centro del recinto.
Al iniciar su discurso en el que adelantó un “reformismo permanente“, repasó la “estabilidad económica”, le restó importancia a la “volatilidad” y aseguró que se viene el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En clave electoral, apuntó directo al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Luego se cruzó fuerte con Facundo Manes. Introdujo varias frases para la oposición en clave electoral.
Con los granaderos
Milei y su hermana se trasladaron desde la Casa Rosada hasta las escalinatas parlamentarias por la Avenida de Mayo, completamente vallada y custodiada por un fuerte operativo policial y militar. El primer dato que arrojó la cadena nacional fue el saludo en la entrada del Congreso con la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel. Pero la transmisión oficial no mostró el momento sobre el que había expectativa en el arco político ya que no compartían una actividad desde hacía cuatro meses y en la Casa Rosada dejaron trascender en la semana previa que la relación sigue rota.
La cadena tampoco mostró el saludo de Milei con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, con quien el vínculo es excelente. Sin embargo, Menem sí fue invitado por el jefe de Estado a la cena que brindó luego en la Casa Rosada, no así Villarruel.
Autoevaluación y elogios
Milei dedicó los primeros veinte minutos a defender su modelo económico y político y los resultados del primer año de gestión. Con especial énfasis en la baja de la inflación y en la eliminación de los piquetes “en las calles de todo el país“.
“Eliminamos cajas de militancia como el Inadi“, celebró y destacó que “dimos los primeros pasos para las privatizaciones de empresas públicas porque entendemos que el Estado no está para reemplazar al empresario”. A su vez, destacó “el fin de la obra pública“. Atacó la premisa de que “la obra pública genera trabajo. Eso es falso, porque hay que financiarlas con deuda, emisión o impuestos. Por lo tanto, cuando se impulsa la obra pública, se quita demanda de otras áreas de la economía en las que la gente capaz sí quería gastar”.
“La obra pública genera impuestos, no puestos de trabajo“, remató el presidente ante la Asamblea Legislativa. “Nosotros no necesitamos sobornar a los medios, por eso eliminamos la pauta –visiblemente efusivo marcó el mandatario nacional-, tampoco a periodistas ensobrados, porque nosotros tenemos logros para mostrar”.
Hasta ese momento, los destacados del Gabinete nacional por Milei fueron el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, el de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; también el “liderazgo” de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien le dijo “gracias por hacer que sea un infierno para los delincuentes“. La militancia libertaria la aplaudió de pie y cantó “Pato, Pato”. “El que las hace las paga“, agregó Milei.
“El Estado de la Nación es hoy mucho más prometedor del que teníamos hace un año”, sostuvo Milei e invitó a los ciudadanos a que “vuelvan a juzgarnos, esta vez por nuestros resultados”. Así lo marcó de cara a las urnas legislativas de octubre. Fue en ese pasaje del texto que el mandatario nacional elogió a su vocero, Manuel Adorni. “Decían que todo lo que proponíamos era imposible, estamos haciendo mucho más de lo que prometimos en campaña“, afirmó. “Llevamos cumplido el 98% de las promesas de campaña en solo un año”, sentenció.
“Estabilidad y reformas”
“Este es el mejor gobierno de la historia argentina“, sostuvo al subrayar que el de Carlos Menem lo era “hasta ahora“. Y del autoelogio sobre “la estabilidad económica” alcanzada, según su reconstrucción, y desestimar la “volatilidad“, en referencia al mercado financiero local que viene de marcar una suba del riesgo país del 24% en febrero último. “Necesitamos un modelo sustentable en el tiempo y seguir llevando a cabo innumerable cantidad de reformas, de reformismo permanente“, puntualizó y recordó que decretó que el 2025 es “el año de la reconstrucción argentina”.
“Nuestro equipo está trabajando en una docena de proyectos“, contó y detalló algunas de esas “reformas“: “Una laboral, otra para aliviar la carga impositiva, la baja de la edad de imputabilidad y más motosierra por el Estado”. “Prefiero achicar el Estado y que haya menos pobres en Argentina“, dijo.
De cara a las urnas
“Las reformas las podemos abordar en este periodo a partir del 11 de diciembre – advirtió a los legisladores- cuando imagino que esta zona (apuntó al sector de la bancada oficialista) se pondrá un poco más violenta”, dijo Milei sobre su expectativa para las urnas de octubre.
En ese marco, dijo que el Gobierno trabaja en una ley de seguridad nacional. Y luego abordó el asesinato en la provincia de Buenos Aires de Kim, la nena de 7 años que conmocionó a la ciudad de La Plata. Al gobernador Axel Kicillof le respondió que “no tenemos nada que conversar” y le pidió que “se corre del camino” o “abandona la visión abolicionista“.
“Quiero expresar mis condolencias para con su familia y asegurarles que tienen el compromiso de este Presidente para luchar incansablemente contra el flagelo de la inseguridad”, dijo Milei.
Milei se molestó en el recinto porque el diputado radical Facundo Manes le mostraba desde su banca la Constitución Nacional y le levantó la voz en referencia a la conformación de la Corte Suprema por decreto. “Leéla bien, Manes. Supuestamente vos sabés cómo funciona el cerebro y parece que no aprendiste nada. Quizás tu versión es con inteligencia artificial”, le retrucó Milei y le agregó: “Te falta mucha lectura, te hiciste kirchnerista“.
Con el discurso concluido, Manes mantuvo una acalorada charla con el asesor presidencial, Santiago Caputo, en el pasillo que da al recinto, según registraron con la cámara de un celular durante unos segundos. Luego, el diputado radical denunció amenazas y golpes.
FMI y cepo
En el tramo final del discurso, anunció que en los próximos días enviará el nuevo acuerdo con el FMI al Congreso y dijo: “Vamos a resolver el problema que los gobiernos anteriores iniciaron con el déficit fiscal y su financiamiento. En consecuencia, esperamos que este Congreso adopte a misma postura que tuvieron con todos los demás, que es en sus bancas apoyando al Gobierno en este nuevo acuerdo”.
Luego anticipó que le seguirá la salida del cepo cambiario. Y ratificó que podría abandonar el Mercosur para quedar listo para firmar un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
Presencias y ausencias
Si bien los opositores Unión por la Patria, la izquierda y el radicalismo de Democracia por Siempre dejaron el recinto semivacío e hicieron notar su ausencia en la transmisión oficial (aunque sí estaban en los pasillos y oficinas del Congreso), el Presidente la Nación contó con la presencia de los propios de La Libertad Avanza, los aliados del PRO y algunos dialoguistas, entre otros pocos no acuerdistas.
Los palcos quedaron colmados de funcionarios del gobierno nacional y el asesor presidencial, Santiago Caputo. A su lado, se sentaron los miembros de su equipo de mayor confianza: el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio; el jefe de bloque de diputados bonaerenses del oficialismo, Agustín Romo, y Daniel Parisini –conocido como “el gordo Dan”- el influencer libertario que ocupa un rol clave en la discusión virtual de La Libertad Avanza, entre otros.
La militancia aportó el color de la jornada con múltiples aplausos y gritos de apoyo al líder de La Libertad Avanza. Acompañaron también al Presidente sus padres y su novia, la conductora televisiva Amalia “Yuyito” González.
De los jueces de la Corte Suprema asistieron los cuatro integrantes: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Manuel García Mansilla, quien juró recientemente tras ser designado por decreto por Milei. Finalmente, el segundo nombrado por ese mecanismo, Ariel Lijo, no estuvo en el Congreso, a la espera de su juramento.
Se destacó la presencia del embajador de Israel, Eyal Sela, en el Parlamento. En otro orden, llamó la atención el número de gobernadores ausentes que llegó a una docena. Y, a diferencia del primer año de gobierno de Milei, faltó el expresidente de la Nación y fundador del PRO, Mauricio Macri, una falta que se leyó en clave electoral, de cara a las legislativas de octubre, cuando se renovará la mitad del Congreso.
“No tenemos una ambición de poder, lo único que tenemos es una ambición reformista. Y queremos darle la oportunidad a este Congreso para acompañarnos. Espero que tomen esta invitación por lo que es: una chance para participar de la tábula raza que siempre hemos predicado. Pero si fueran a declinarla, francamente no nos sorprendería: este Congreso ya demostró una y otra vez que, entre ustedes y los argentinos, algunos no tienen problema en elegirse a sí mismos. Sobre todo los que no vinieron“, cerró Milei para rematar –encontronazo mediante con Villarruel que dio por terminada la sesión antes de que lo haga- con su clásica frase: “Viva la libertad carajo“.
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