A pocos pasos del sitio en el que Fernando Báez Sosa fue asesinado un año atrás en Villa Gesell, vecinos y turistas se concentraron en la tarde de este lunes para pedir justicia por el crimen, y depositaron rosarios, collares de caracoles, flores, fotos y mensajes en memoria del joven en el santuario creado junto un árbol del lugar.

FOTO: DIEGO IZQUIERDO

 

El acto comenzó minutos después de las 19:00 sobre la Avenida 3, frente al boliche Le Brique, donde algunos de los organizadores realizaron pintadas para pedir que los rugbiers imputados por el homicidio sean condenados a prisión perpetua.

 

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“Perpetua a todos los asesinos”; “Justicia por Fer”, y “Cárcel para los asesinos”, fueron algunos de los mensajes dejados sobre el frente del boliche del que Báez Sosa fue echado junto a sus amigos minutos antes de ser atacado por un grupo de rugbiers.

 

 

 

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Sabrina Pereyra, una de las organizadoras de la convocatoria al cumplirse un año del crimen, cuestionó el accionar del personal de seguridad del local, que permanece cerrado desde el verano pasado, y dijo que Fernando “se pudo haber salvado de mil maneras”, si no lo hubieran sacado al mismo tiempo que los rugbiers, con los que había tenido un encontronazo dentro del lugar.

 

 

“No nos vamos a cansar de pedirle perdón a los padres por que esto haya pasado en nuestra ciudad”, dijo, y agregó que el crimen “marcó para siempre a Villa Gesell”.

 

 

En este primer aniversario, los vecinos y turistas cortaron la calle, mientras grupos de personas circulaban y se detenían ante la concentración después de un día de playa caluroso.

 

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El acto incluyó un video con mensajes de algunos compañeros de colegio de Báez Sosa, que señalaron que “Fer no dejaba de demostrar el tipo de persona que sabía ser”, y lo describieron como “una persona amable, educada y preocupada por los demás”.

 

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Minutos antes de las 20:00, marcharon hacia la Parroquia Inmaculada Concepción, donde el obispo de Mar del Plata y ex párroco de Gesell, Gabriel Mestre, ofició una misa en memoria del joven estudiante de derecho.

 

 

El Obispo pidió que haya “una verdadera y auténtica justicia” por el crimen y que “nunca más haya un Fernando en ninguna otra parte”.

“Convocamos a esta misa en esta fecha especial por la paz y la justicia”, señaló Mestre en la Parroquia Inmaculada Concepción, donde estuvieron presentes decenas de vecinos y turistas, así como el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera.

En la ceremonia, realizada con protocolos en el marco del distanciamiento social por el coronavirus, el obispo pidió por “el eterno descanso de Fernando y el don del consuelo para sus familiares y amigos”.

“Nos hacemos eco de la fe que Fernando claramente profesaba con su familia, con un compromiso muy fuerte con los hermanos más necesitados”, señaló Mestre, y destacó la acción solidaria encabezada por los padres y la novia del joven al cumplirse un año del crimen.

Señaló además que “para que realmente la paz pueda ser duradera, se reclama un acto de verdadera justicia” por el crimen.

 

 

“Es eso lo que pedimos, para este caso que nos convoca y para tantos otros que reclaman una verdadera y auténtica justicia”, aseguró, y pidió: “Que podamos como argentinos encontrar caminos para que ningún caso quede impune”.

Mestre consideró además que “un acto de violencia asesina como lo que le pasó a Fernando, perdiendo su vida, no tiene que sacar lo peor de nosotros sino que tiene que sacar lo mejor, porque la violencia nunca se combate con violencia sino con justicia y buscando los caminos de la paz”.

En ese sentido, pidió “que nunca más haya un Fernando Báez Sosa ni en Villa Gesell, ni en Mar del Plata ni en ninguna parte”.

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