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Por Matias Resano (BAE Negocios)
En Presidente Perón, más de la mitad de las calles no está asfaltada ni cuenta con red cloacal, entre tantas otras carencias. Justamente por estas cuestiones, los vecinos aseguran vivir abandonados por la gestión municipal encabezada por Blanca Cantero. Una sensación que los habitantes relacionan con la falta de respuestas a los pedidos de que se efectúen obras que puedan resolver semejante deterioro.
No obstante, desde la intendencia argumentan que los fondos municipales son escasos, mientras que los habitantes y los concejales del distrito enfatizan que los recursos para las mejoras están disponibles y remarcan la “falta gestión“.
Según informó el concejal Víctor Rengifo a Grupo Crónica, 6.000 calles son de tierra. Frente a esto, consideró que “treinta años después de la creación del municipio es intolerable que el 50% de los 200.000 habitantes no tenga cloacas. Es una clara muestra de la falta de gestión“.
Por su parte, el concejal Eduardo Guardia señaló que “en treinta años no se hizo nada, siempre fuimos el último orejón del tarro porque hay mucho deterioro”. Guardia también remarcó que “hay barrios que no tienen agua ni cloacas, como San Roque, lindero a un parque industrial que cuenta con un corralón. En este lugar perforaron el piso y les están sacando el agua de pozo a los vecinos”.
En el barrio Panamericano reside Carmen Cuenca, quien ante este medio aseguró: “Al no haber desagote en las calles se tapa todo cuando cae un poco de agua. La gente cava sus zanjones, pero como no tienen salida se terminan rebasando. Juntamos firmas para impulsar que se resuelva esta situación, pero no tenemos respuestas, seguimos como siempre”. En consecuencia, Cuenca expresó: “Cada vez que llueve se inunda todo, aunque supuestamente figuran asfaltadas las calles Comahue y Olazabal. Por eso, cuando tienen que pasar los camiones de basura no se puede salir y quedamos atrapados”.
Guardia detalló que “el polideportivo está oscuro de noche, el pasto llega por las rodillas y hay cables sueltos por todos lados. En general es un desastre, nosotros presentamos un proyecto en el Concejo Deliberante para que se lleven a cabo mejoras, pero hasta el momento no obtuvimos respuestas“. A su vez, relató una experiencia personal: “A mi hijo no lo puedo dejar ir a la plaza, ubicada enfrente de mi casa, porque hay veinte pibes drogándose, que siempre lo insultan o le dicen expresiones violentas”.
Por estas cuestiones, el concejal reveló: “Me metí en esto porque estaba cansado de vivir así, y si no lo hacía me iba a tener que ir de acá, como hicieron muchos conocidos”. Un testimonio que cristaliza el apremio y la necesidad de los habitantes de Presidente Perón, no solo en lo que respecta a las mejoras de infraestructura sino principalmente a la presencia municipal para dejar atrás las impresiones de abandono y olvido, que ellos mismos reconocen.
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