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La situación de los congeladores tangoneros continúa en punto muerto, con negociaciones estancadas y sin una fecha prevista para una próxima reunión en el Ministerio de Capital Humano. Aunque la temporada en aguas nacionales está abierta, los buques permanecen desde hace un mes en puerto y no hay atisbos de que decidan salir al mar.

La falta de avances en las negociaciones laborales y la ausencia de perspectivas de solución en las próximas semanas generan incertidumbre sobre la reactivación de la sector pesquero en la región.

El punto sin acuerdo es el valor de referencia que se tome para liquidar el ítem de producción a los tripulantes. Las empresas piden desacoplar el valor de la Unidad de Pesca del litro del combustible, en el marco del esquema de bajos precios que impacta al sector.

El secretario de Pesca del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Juan Navarro, denunció por LU17, que las empresas intentan forzar una baja salarial a pesar de los beneficios obtenidos con el nuevo tipo de cambio.  Y denunció que los tripulantes llevan más de cinco meses sin cobrar el ítem de Producción.

 El parate de los congeladores podría dar por perdida la temporada en aguas nacionales. El parate de los congeladores podría dar por perdida la temporada en aguas nacionales.
El parate de los congeladores podría dar por perdida la temporada en aguas nacionales.

Pensando en la próxima temporada

Mientras tanto, las empresas pesqueras comienzan a preparar estrategias para la próxima temporada. En la próxima Seafood Expo Global, que se realizará en Barcelona en tres semanas, se evaluarán posibles acuerdos conjuntos y se analizará la posibilidad de informar a los clientes sobre la posible cancelación de la temporada de congeladores en aguas nacionales. La incertidumbre aumenta ante la falta de avances en las negociaciones y la posibilidad de que los barcos permanezcan en puerto.

El dirigente del SOMU, por su parte reveló que fueron los marineros quienes no aceptaron zarpar en condiciones precarias, lo que sorprendió al empresariado. También alertó que la Nación podría habilitar una licitación de permisos pesqueros, lo cual tensaría aún más la situación con los gremios. “Peleamos juntos en diciembre contra esa ley y ahora el empresariado juega a tensar la cuerda”, recordó.

Hoy no hay conflicto en la calle, pero puede venir”, advirtió Navarro.

Impacto económico y paralización de la flota

Desde el 17 de marzo, hay 113 buques o sea 113 unidades productivas, que están detenidas, lo que afecta gravemente las economías locales. “No vamos a salir al agua a perder plata” resumió categóricamente, Agustín de la Fuente, gerente de CAPIP, a LU12 AM680, sobre las razones.

Las tripulaciones permanecen en sus hogares, los puertos no realizan tareas de alistamiento ni descarga, y las actividades relacionadas también sufren las consecuencias de la paralización.

La situación genera un efecto dominó en toda la cadena productiva y comercial de la región, con pérdidas que podrían extenderse si la crisis persiste.

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Presidente de la Administración Portuaria de Puerto Madryn (APPM), Diego Pérez

Llamado a la intervención del Estado

El presidente de la Administración Portuaria de Puerto Madryn (APPM), Diego Pérez, destacó la necesidad de que el gobierno nacional intervenga para destrabar el conflicto.

“Es un tema que seguimos de cerca y nos preocupa. La intervención del Estado es fundamental para resolver esta situación y proteger una economía regional que depende en gran medida de la pesca”, afirmó Pérez.

El funcionario subrayó la importancia de retomar el diálogo y de establecer una mesa de negociaciones efectiva. “Los barcos están hechos para pescar, no para estar en puerto. Es necesario que haya un acuerdo pronto para que las embarcaciones puedan salir a navegar, las plantas puedan operar y la economía local recupere su dinamismo”, agregó.

Contrastes en la temporada pesquera

Mientras la paralización afecta a los congeladores tangoneros, la temporada de calamar en la región continúa mostrando signos positivos.

En Puerto Madryn, los desembarques de calamar aumentaron un 45% respecto al año pasado, reflejando un buen rendimiento en la temporada en curso.

Sin embargo, la falta de actividad en la flota de langostino, que también se encuentra en plena zafra en el norte, genera preocupación por las pérdidas económicas y el impacto en la economía local.

La esperanza de una pronta solución

Pérez concluyó resaltando la importancia de seguir monitoreando la situación y de ofrecer apoyo desde las instituciones. “Seguimos de cerca la temporada de calamar y estamos atentos a la evolución del langostino“, afirmó.

“La recuperación del sector pesquero depende del diálogo y de la voluntad de las partes para encontrar soluciones que beneficien a toda la comunidad”, finalizó.

Hay muy poca actividad en las plantas procesadoras de Mar del Plata.

Caída de empleo en Mar del Plata EMPLEO

Más allá de la crisis de los congeladores, también la parálisis se observa puertos como el de Mar del Plata e impacta de lleno en la cadena fresquera.

Y aunque por la Semana Santa la flota potera comenzó a descargar en los muelles locales, la imágen del puerto de Mar del Plata es de mucha inactividad. Según describe Revista Puerto, esto “afecta a cientos de trabajadores embarcados cuyos barcos están parados o en reparaciones y a los obreros de las fábricas y frigoríficos de tierra, bajo convenio colectivo, en cooperativas más o menos formales o precarizados en plantas sin habilitación. La crisis del sector no distingue trabajo formal o informal”.

Se estiman no menos de 11 barcos en puerto. “Van 20 muchachos por barco, ahí nomás ya tenés 220 y los relevos que tampoco pueden hacer alguna marea”, reveló Pablo Trueba, a Revista Puerto.

Y ese baja actividad repercute de lleno en toda la cadena fresquera. Y si bien los marineros tienen un mínimo garantizado que los ayuda a superar la crisis, en tierra los puestos laborales no lo tienen y quedan diréctamente en la calle.

Pérdidas millonarias

A través de un comunicado la Intercámara de empresas pesqueras advirtieron que las pérdidas por el parate pueden superar los USD 100 millones.

En esto coincidió el presidente de CAPeCA, Eduardo Boiero: “Si se pierde la temporada norte de langostino, solo los congeladores pueden llegar a hacer 10 mil toneladas, que son unos 55 millones de dólares que no se exportan”.

Pero a eso, dijo “se suma la inactividad de los fresqueros, en dos meses, si en el año se exportan 1800 millones de dólares, es razonable que se estime que se dejan de exportar 100 millones”.

“Es necesario que se tome conciencia de lo que significa tener 113 barcos congeladores parados y una gran flota en el Mar del Plata que no está saliendo a pescar” marcó el empresario. “La actividad está parada y hay plantas que no tienen pescado para cortar” agregó, dando un panorama poco alentador para el sector.

 

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