El 26 de agosto de 2020 quedará guardado por siempre en la memoria de dos personas que apostaron al amor a distancia y atravesaron diversas barreras culturales .


Este miércoles, Valentina Encina y Baker Deruchi se unieron en matrimonio, tras varias idas y vueltas para poder casarse de forma virtual.

La mujer formoseña, quien reside hace más de 10 años en el sur, recibió a La Opinión Zona Norte en su domicilio, ubicado en el barrio Mirador de Caleta Olivia, para comentar cómo vivió su matrimonio con el joven marroquí.

“Estoy feliz, nos costó un año y medio lograr esto. Es la primera vez que se realiza una boda virtual en el Registro Civil y yo tampoco estaba informada, Baker me hizo interiorizarme del tema, ya que un amigo de él se casó de la misma forma”, inició.

Encina se casó este miércoles a las 12:30 del mediodía con cuatro testigos de ella y con dos de Baker, más su consentimiento, “esperamos a que el Registro Civil inicie con los casamientos, lo logramos. Fue todo muy lindo, ellos siguen festejando en mi honor”.

 

Sobre su primera noche de bodas, Valentina comentó que “estuve con mis dos mejores amigas y con dos compañeras de trabajo. Estuvimos mirando la boda porque la grabó, hicimos videollamada por WhatsApp y vimos cómo ellos festejaban”.

Asimismo, detalló que durante la ceremonia virtual el marido se encontraba en la casa de su hermana junto a todos los hombres de su familia, mientras que las mujeres estaban en la casa de su madre. “Ayer sería el día donde él me buscaba en la casa de su madre para casarnos y festejar todos juntos”, mencionó la mujer.

Acerca de cómo se comunica con su marido, Valentina comentó que Baker habla un poco de español, árabe, francés e inglés, “ahora está estudiando español y su familia también. Pero nos comunicamos a través de una aplicación”, dijo la novia.

Segunda boda

“Estamos esperando a que él venga para recorrer Argentina. Hay muchos lugares que queremos conocer, después nos vamos a Marruecos. Allá vamos a tener nuestra segunda boda. La novia tiene cuatro vestidos, mis cuñadas ya me los mostraron. Son bellísimos, el principal es el blanco y los demás, de distintos colores”.

Valentina y Baker quieren agrandar la familia y “quizás cuando venga ya encargaremos. No vamos a esperar un año más”, dijo entre risas.

“La boda se hace en su casa, van los vecinos con los regalos de la boda. Cuando nos casamos, él me tiene que dar una dote de dinero en dólares o en su moneda”, comentó.

En cuanto a la religión, Valentina expresó que “no habrá problemas, ellos aceptan la mía y yo la de ellos. No voy a usar hiyab, no es una obligación, se trata de una decisión propia”.

Asimismo, comentó que en la calle no se pueden hacer demostraciones afectivas. Sobre la vestimenta, la mujer se puede vestir como quiere.

El anillo

Sobre la elección de la sortija, Valentina detalló que “fui a la joyería y la elegí. Las mujeres podemos usar oro, pero el hombre no, y se compró un anillo de plata”.

Al momento de colocarse la sortija, Encina comentó que “el anillo me lo puso la directora, él allá tiene el mío. La sortija la hice bendecir en la capilla San Nicolás”.

Sí se puede

Por último, la novia brindó palabras de aliento para aquellos que atraviesan por una situación similar, “no aflojen, todo se puede cuando hay amor”.

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