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El caso de María Isabel “Pocha” Flores, la docente jubilada de 88 años que fue estafada por su hijo José Avellaneda, ex candidato a concejal por la Unidad Cívica Radical (UCR), ex integrante del PRO y recientemente vinculado a La Libertad Avanza, en la localidad de Caleta Olivia, conmovió al país entero. La mujer se encuentra mejorando día a día del gran golpe que sufrió por su propia sangre y la Justicia sigue avanzando en la investigación.
La situación salió a la luz cuando el otro hijo de la mujer, Daniel Avellaneda, un conocido chef a nivel internacional que vive desde hace años en España, la visitó para pasar con ella la Navidad de 2024. La mujer le pidió ayuda, le dijo que no quería irse de la casa. José la había llevado bajo engaños hasta una escribanía, donde la hizo firmar un papel que supuestamente era para acceder a un plazo fijo que había dejado su papá (fallecido en el 2022).
Aunque la realidad era que “Pocha”, sin tener conocimiento y confiando plenamente en las acciones de su hijo, estaba firmando un documento para autorizar la venta de la vivienda que se encuentra ubicada en la calle Irigoyen. Se cree que le vendió dos vehículos y está confirmado que cobraba su sueldo, dinero con el que “vivía la vida loca después de haber renunciado a su trabajo en la Municipalidad”, de acuerdo a lo que comentó Daniel.

Contenida y mejor
El abogado de Daniel y de “Pocha”, Daniel Aybar, dio a conocer que se sigue trabajando en la causa y que tienen tres aristas de lucha para que no termine siendo la víctima que ya es y que pueda recuperar un poco su alegría y su día a día. “Eso es lo que la carcome por dentro y que es lo que quiero que la Justicia en definitiva en algún momento pueda resolver y que le dé la tranquilidad que necesita para vivir su último día de vida en nuestra ciudad”.
“Así que estamos trabajando en la parte penal, en la parte civil, con dos incidentes de nulidad y de reducción de falsedad de la escritura, por la cual fue estafada, y en la sede penal, para que se haga justicia respecto al hijo que le hizo firmar documentación sin decirle para qué era, y estafándola en su buena fe que tenía y en su confianza hacia el hijo, porque, convengamos que el hijo manejaba todo su patrimonio“, agregó el actual juez de Faltas.
Asimismo, recordó que José Avellaneda “pedía créditos a nombre de su mamá, gastaba todo su dinero y ella siendo una jubilada como supervisora de escuela, que tiene un buen sueldo, vivía como una jubilada de la mínima, con 300 mil pesos, bajo la línea de la pobreza, vivía en un estado paupérrimo, delgada, con la casa destruida”, dijo.
Sin embargo, como Aybar ahora es el apoderado de “Pocha” y la esta cuidado, atento a sus necesidades, dado a que su otro hijo, Daniel Avellaneda, tuvo que regresar a Europa por razones laborales, la mujer se encuentra mejor. “Administro su dinero de manera correcta y le sobra la plata, no le falta nada, está subiendo de peso y se encuentra contenida, con una cuidadora las 24 horas“, dio a conocer.
La Justicia decide
Además, recordó que José Avellaneda no puede acercarse ni contactar a “Pocha”, dado a que ella misma le pidió a la Justicia una restricción, no quiere ver a su hijo, como lo había dicho cuando se dio a conocer lo sucedido, “para mí está muerto“. Aybar comentó que la mujer tampoco vio el video que publicó José, donde niega que haya existido una estafa y trata de mentirosa a la propia madre. “Es una cuestión para cuidarla, no sabemos cómo le puede afectar”, añadió.
“Pocha nunca consintió la venta, le dijeron cualquier cosa menos que era para vender su casa, a ella nunca se le pasó por la mente decir que quiere vender su casa porque ella no tenía dónde ir. Tiene todos sus recuerdos, todos sus muebles, sus cosas. Estamos hablando de una señora que era una pionera, una referente de la educación, que, bueno, confiaba en su hijo, lamentablemente. Y, bueno, fue estafada en su buena fe”, agregó Aybar.
Por otro lado, el abogado comentó “ahora estamos con la denuncia que hicimos, porque creemos que es la Justicia es la única que le puede dar una solución definitiva a su situación procesal”. Sin embargo, la casa está transferida por el hijo a otro abogado, y ese abogado la revendió a otro particular, que es el que está reclamando ahora. “Son personas que no quieren ser nombradas, creo que les da vergüenza convertirse en los verdugos“.
Finalmente, informó que recibió un contacto del comprador de buena fe, quien le solicitó una reunión a la cual no accedió. “Ya estaba todo judicializado, para nosotros es la Justicia es la que tiene que decidir, y la que tiene que tomar las cartas en el asunto y definir qué va a pasar con la casa de Pocha, si la van a desalojar o no, y si la van a tratar como corresponde, porque es evidente que ella no vendió su casa“.
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