Hace un mes, Caleta Olivia se veía conmocionada por un violento y confuso episodio en el que un joven de 16 años moría a raíz de un ataque con un cuchillo, el pasado domingo 24 de abril.
La víctima, Nehuén Eduardo Pozo, se encontraba con dos amigos y una amiga. Estaban reunidos en la habitación de la casa de uno de ellos, en la Zona de Chacras. Compartían bebidas y en un momento comenzaron a “jugar” entre ellos a los golpes, cuando el dueño de casa arremetió contra ellos con un arma blanca, causándole graves lesiones a uno e hiriendo levemente a otro.
El caso generó un gran revuelo. Pozo murió y el agresor, Ramiro Vilche (18), fue detenido por la Policía por su homicidio.
No obstante, días después de quedar tras las rejas, el juez Marcos Pérez Soruco ordenó su liberación, luego de resolver que se trató de un homicidio culposo, y que el homicida no tuvo intención de matar a Nehuén.
En su declaración, Vilche explicó que fue todo parte de un juego y que no tuvo intención de matarlo.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría para la familia del menor. “Es algo difícil de entender. Más allá del dolor y sufrimiento. Pasar por tremenda injusticia es aberrante”, resumió su madre, Jana, en contacto con La Opinión Zona Norte.
Al cumplirse un mes del crimen, la mamá realizó un posteo en el que se refirió al caso. Apuntó contra el “amigo” de su hijo y también contra el magistrado que lo dejó libre.
El joven fue procesado por homicidio culposo y lesiones leves culposas. Está libre.
Marcó que fueron un total de tres las puñaladas que recibió su hijo, “por la espalda y “con una faca de treinta centímetros” que el agresor tenía escondida debajo del colchón de su cama.
“Eligió el momento, ninguna de sus víctimas esperaba el ataque. Mi hijo Nehuén estaba de espaldas y agachado, dos puñaladas en su brazo izquierdo, una de ellas le pasó de lado a lado su bíceps. La tercera (la mortal) debajo del corazón, ingresó cinco centímetros, perforó aorta y otros órganos”, explicó en torno a donde fueron las heridas que le provocaron un shock hipovolémico en el Hospital Zonal de Caleta Olivia, donde falleció.
“La otra víctima (Lautaro) tuvo dos puñaladas en la espalda, que ingresaron sólo dos centímetros. Tuvo mejor suerte en el juego”, marcó con ironía, dado que el juez liberó al agresor entendiendo que se trató de un “juego de ataque y defensa”.
“Estaba jugando”, se defendió el imputado y agregó que “no soy un asesino, culpa de esta pelotu… lo cobré muy caro”, en su declaración indagatoria.
“Nehuén y su amigo nunca invitaron a jugar al asesino Ramiro Vilche, mucho menos a que los apuñale. ¡Qué ser humano en su sano juicio pensaría eso!”, enfatizó la madre de la víctima.
La defensa
Al defenderse en la indagatoria, Vilche respondió en qué consistía ese “juego”, y dijo: “Primero empezábamos a hacer manos, tipo boxeo sin guantes, con cachetadas, después agarramos cada uno cosas, y hacíamos como que nos íbamos a pegar, después pasó lo que pasó”, explicando que “no lo hice con maldad, lo que pasó con Nehuén fue que me iba a dar con una pesa y yo reaccioné tirando un cuchillazo”.
“Perdí un amigo”
Antes de finalizar su declaración indagatoria, días posteriores a su detención, el joven pidió la palabra y ante el juez dijo: “Quiero decir que no soy ningún delincuente, las personas que me conocen bien lo saben tampoco soy un asesino, culpa de esa pelotud…, lo cobré muy caro. Ya perdí muchas personas y ahora perdí un amigo, sé que nada va a poder traer a Nehuen de vuelta, y estoy destruido. No me importa la sanción que me den, lo único que pido es el perdón de la familia de Nehuen, Lautaro y de Shaira, y de mi familia. Por que yo no puedo perdonarme esto. No lo hice con maldad…”.
En su escrito, la madre de la víctima, recordó esa declaración y apuntó: “No lo perdiste, lo mataste a traición por la espalda, cuando estaba desarmado, por odio, por el solo hecho de matar”, le recriminó Jana y recordó que: “Días antes, quisiste conseguir una “faca”, tus mensajes de texto lo prueban, querías cambiarla por ropa tuya, estabas desesperado por tener una y tener la sensación de matar, otra explicación no hay”.
Apelación
La madre, querellante en la causa, apeló el fallo que liberó a Vilche. Está representada por el abogado defensor Horacio Fernández.
En tanto, la familia del procesado, representada por el doctor Heraldo Nanni, pidió el sobreseimiento del joven.
Leé más notas de Juan Manuel Reyna
Compartir esta noticia