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En una reciente y conmovedora conversación, Edithabuela de Bianka, compartió con toda la sociedad los dramáticos eventos ocurridos tras un accidente de tránsito que cambió la vida de su nieta. El hecho ocurrió el 24 de agosto en la avenida Don Bosco (Caleta Olivia), donde un camión atropelló a la joven, dejándola con lesiones.

“Ella transitaba en moto por la avenida cuando el camión, que venía por la calle Sigma, no frenó. Si Bianca no hubiera logrado frenar a tiempo, la situación podría haber sido mucho peor”, relató Edith La Opinión Zona Norte. Tras el impacto, el conductor no se detuvo para ayudar a la muchacha, a pesar de ver lo que pasó.

En su alocución, la abuela enfatizó que gracias a la intervención de algunos testigos, el conductor fue retenido hasta que llegaron la Policía y la ambulancia. “El chofer insistía en que todo estaba en manos del seguro, sin ofrecer asistencia a mi nieta”, recordó con impotencia sobre aquel acontecimiento.

Odisea médica

Bianka fue trasladada al hospital, donde inicialmente un médico de guardia la declaró fuera de peligro, a pesar de estar herida. “Cuando finalmente la vio el traumatólogo, se detectó una fractura de rótula y un desprendimiento de tendón“, explicó Edith, mientras relataba las complicaciones posteriores a la atención médica inicial.

El proceso de atención no sólo fue largo, sino también frustrante. “A pesar de tener todos los documentos requeridos, nuestra vida se volvió una odisea con trámites que parecían interminables. Tras múltiples intentos de obtener cobertura médica, nos información que no era aplicable porque había sido un accidente en la vía pública”. Esta declaración dejó a la familia sin apoyo, obligándola a asumir los gastos médicos.

Edith, abuela de Bianka, relató su lucha para que su nieta recupere la salud.

La familia se vio arrastrada a un laberinto burocrático, con la obra social negándose a cubrir los costos y el seguro del camionero retrasando cualquier responsabilidad. “El dueño del camión vive su vida normal, mientras Bianca está aquí en cama, sufriendo“, manifestó Edith, visiblemente afectada.

Lucha firme

A pesar del dolor y la frustración, la familia se hizo oír. Luego de que la situación fuera compartida en las redes sociales, comenzó a recibir atención de las autoridades locales. “El gobernador y otros funcionarios se comunicaron rápidamente para ayudar en la gestión”, explicó Edith. Sin embargo, pasaron semanas antes de que se programara la cirugía de Bianca, quien se encontró en un estado crítico, esperando intervención.

A medida que la situación avanzaba, Edith no sólo luchó por el bienestar de su nieta, sino también por la Justicia. La familia decidió llevar a juicio al propietario del camión y a su aseguradora, Mercantil Andina, tras recibir ofertas irrisorias que no consideraron el sufrimiento ni las secuelas que la joven enfrenta.

Bianka fue internada y ya fue operada, la lucha social finalmente dio su fruto.

“El último ofrecimiento fue de dos millones y medio de pesos, que consideramos un insulto. La vida de mi nieta no tiene precio”, afirmó Edith con firmeza. Mientras tanto, la familia recaudó fondos a través de rifas para cubrir sus gastos en medicamentos y traslados, resaltando la solidaridad de la comunidad.

Estamos muy agradecidos con quienes han colaborado“, dijo la abuela que lucha por su nieta, refiriéndose a un grupo local que donó muebles para ayudar a recaudar fondos y que se ha mostrado solidario en este momento tan difícil. En la actualidad sigue ofreciendo los números a través de las redes sociales, para poder cubrir los gastos de internación.

La espera finalmente dio frutos y Edith compartió esperanzada que Bianca fuera internada para su cirugía, la que se concretó ayer. “Tras largas semanas de sufrimiento, hay una luz al final del túnel”, concluyó emocionada en su relato, con la esperanza de que su nieta finalmente se recupere del todo.

EN ESTA NOTA Abuela Edith nieta

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