La incertidumbre que atraviesa la economía argentina -acentuada por los recientes cambios en la conducción del Ministerio de Economía de la Nación- también generó un impacto directo en todos los consumidores de la Provincia de Santa Cruz, al igual que en el resto del país.

“No hay precio de lista”, “no hay costos de referencia”, “los proveedores no toman pedidos hasta la próxima semana”, “están esperando que se acomode el valor del dólar”, algunas de las expresiones que se repiten por estos días constituyendo un fiel reflejo de la realidad que enfrentan las pymes que integran el entramado comercial de Río Gallegos y Caleta Olivia.

En un recorrido realizado por La Opinión Zona Norte en las ciudades de mayor actividad de Santa Cruz, se pudo observar la incertidumbre de comerciantes y consumidores. La realidad cambió, hasta la semana pasada el deseo pasaba por un franco desaceleramiento de la inflación, hoy las preocupaciones crecieron. En el actual escenario de turbulencias, la única certeza es que la moneda nacional sigue retrocediendo en el poder de compra impactando directamente en los salarios.

Indumentaria

“El panorama es complejo, hay proveedores que enviaron listas (precios) nuevas, mientras que otros ya advierten de subir un piso del 15% y no tienen las listas (precios) definidas”, señaló a La Opinión Zona Norte un joven emprendedor de Río Gallegos que se dedica a la venta de ropa para adolescentes y jóvenes.

Más adelante, dio cuenta que los proveedores con los que trabaja tomaron una decisión -no menor- y hasta aquí poco usual. “Cerraron directamente, esto no solía ocurrir. Definieron no tomar pedidos hasta nuevo aviso, ni reservas de mercadería”, destacó. Esta determinación provino de marcas que apuestan a la producción nacional y otras que importan mercaderías. De sostenerse estas definiciones podría faltar stock en el corto plazo.
Asimismo, se confirmó que la inflación acumulada en lo que va del año en indumentaria en Río Gallegos- se ubicó entre el 45 y el 55%.

Deportes

No recibiremos la camiseta de Boca”, señaló a LOZN un comerciante de ropa deportiva de la ciudad capital. Una clara muestra por las tensiones que enfrenta el rubro.

En la última semana algunos artículos actualizaron sus valores en el orden del 10 al 12%. Pero los cambios que experimentó el Ministerio de Economía de la Nación traerán nuevos incrementos por lo que esperan cerrar la semana con subas promedio del 40%.

“Hay gran demanda de zapatillas de fútbol de salón, importamos directamente con los fabricantes, hasta el viernes último estaban alrededor de los $ 9500, a partir de hoy (martes) las vendemos a $ 12.500”, destacó.

¿No habrá camisetas de Boca?, insistió LOZN. “No, sucede que son productos importados, lo mismo va a pasar con la camiseta de la Selección Argentina”, dijo. La falta de dólares y los cupos que debe liberar Aduana para las importaciones generan que “directamente las marcas líderes ni se interesen en enviar sus productos a nuestro país, de todos modos las pocas que pudimos comercializar llegaron hasta con retrasos de 60 a 90 días”. Marcó la necesidad de definiciones positivas porque peligra la acumulación de stock.

Otro detalle que refleja el presente es la compra de pelotas de fútbol. “El viernes último se adquirieron 60 balones, los distribuidores alertaron que se iba a disparar el precio. La definición fue comprarlas, aunque recién se venderán cuando pase el invierno, llegando a fines de septiembre”.

Autopartes, sin falta de stock pero con subas del 12%.

De esta manera, “casi la totalidad de proveedores optaron por suspender las ventas, hoy por más que tengas la plata para pagar la mercadería, llega con retraso y cuando ingresa ya tiene otro precio”.
Una opción que lleva calma que puede acceder el comprador es abonar su compra mediante tarjeta de crédito en tres y seis cuotas sin interés.

Autopartes

La venta de autopartes en Río Gallegos se ubicó entre los sectores menos afectados de los comercios visitados por este medio.
Mientras que el lunes no hubo mayores novedades, a partir de ayer se retocaron los precios entre un 10 y un 12% a pedido de los proveedores, graficó el propietario de una pyme, sin descartar que en el transcurso de los días deba reactualizarlos.

“Por aceleración de la inflación, los precios subieron entre 35 y 40% en lo que va del primer semestre del año”, dijo el comerciante, para dar cuenta que trata de sostener su rentabilidad en el orden del 30%.

Las autopartes que vende -en su mayoría- son productos nacionales por lo que no sufrió falta de mercadería, “me dedico a la venta de repuestos para autos de fabricación argentina, diferente es la realidad en los vehículos de alta gama, ahí si hay faltante porque todo es importado”, aclaró.

Alimentos

En lo que va del año, la inflación impactó esencialmente en alimentos y bebidas, la preocupación de los argentinos pasa por no ganar un salario suficiente para cubrir la canasta básica de alimentos.

La propietaria de un mercado de barrio de la ciudad de Caleta Olivia, relató a LOZN que a diario reciben de parte de los proveedores, “ya la próxima semana habrá que actualizar nuevamente a causa de la disparada del dólar”.

“Es realmente incómodo, sabemos que a la gente no le alcanza porque los salarios están atrasados, analizó. Remarcó que no cuentan con retraso de entrega de mercadería, pero “la gente ya no consume como antes, se cuida mucho el bolsillo, y nosotros también tenemos que encontrar el equilibrio, caso contrario las ventas caen”.

La crisis golpea el bolsillo de los asalariados y preocupa a los comerciantes.

Desde un bazar de la ciudad de El Gorosito destacaron que “los proveedores iniciaron la semana solamente entregando mercadería que fue pagada, mientras que la definición es no tomar nuevos pedidos porque no hay precios de referencia”.

La ausencia de un valor referencial genera “mayor incertidumbre” para las pymes debido a que “no se fijó el precio del dólar, la moneda inicia la jornada a un valor y cierra a uno diferente entonces genera retrasos que perjudican y quedamos en mano de la especulación”, describió.

Más adelante, la comerciante explicó: “Tenemos que aumentar obligadamente pero no se puede estafar a la gente, para nosotros es necesario contar con un margen de ganancia para reinvertir, afortunadamente las personas saben los problemas que tiene la economía del país y es un problema que no es culpa de los negocios”.

El rubro alimentos transita idéntica realidad en Río Gallegos, “los proveedores optaron por no entregar mercadería en la semana, están actualizando los nuevos precios y retomarán la distribución a partir de la próxima semana”, dijo otro comerciante.

Lo descripto es sólo una pequeña muestra de cómo transcurren los días en el sector comercial. Toma mayor fuerza aquella idea de la Municipalidad de Río Gallegos de instalar un Mercado Concentrador que traiga alivio a las economías domésticas y den un respiro en las turbulencias actuales en la que las incertidumbres aún no cesan.

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