El Gobierno de Chubut implementó una ley para promover y recompensar la caza de zorros colorados y pumas, con el fin de solucionar el conflicto entre los depredadores y el ganado. Los incentivos en la muerte de estos animales silvestres van desde $1000 pesos por cada piel de zorro, y $5000 por piel y cráneo de puma.

 

Capacitación

 

La ley además incluye capacitaciones para colocar adecuadamente trampas para animales, así como también obligar a los propietarios de campos a controlar a estos depredadores o a colaborar para que otros lo hagan.

El polémico estatuto provocó gran rechazo en las comunidades y organizaciones defensora de animales, puesto que “la ley establece una Comisión de Control de las Especies Depredadoras de la Ganadería, donde están ausentes la comunidad académica y científica, así como organizaciones ambientales y sociales.

 

 

La sociedad civil únicamente está representada por la Federación de Sociedades Rurales de la Provincia de Chubut, por lo que la participación ciudadana se ve reducida y queda a merced de intereses unilaterales”, informó la fundación Vida Silvestre Argentina.

 

Histórico

 

Luego agregaron que: “el conflicto entre productores agropecuarios y animales silvestres es tan antiguo como la actividad misma. Desde entonces, y con un énfasis dramático en las últimas décadas, los ecosistemas silvestres y las especies que los habitan fueron perdiendo esta disputa sin consideración de los impactos negativos en términos de la riqueza de la biodiversidad y de los servicios ambientales como la calidad del agua, de los suelos, secuestro de gases de invernadero, control de especies portadoras de zoonosis, etc”.

 

Alternativas

 

En ese sentido, la organización protectora de animales silvestres envió una carta dirigida a las autoridades de la provincia solicitando que arbitre los medios e inicie los procesos correspondientes para la derogación de la Ley Provincial XVII-Nº 52, alegando que con el avance de la humanidad existen soluciones alternativas para solucionar los riesgos de los depredadores con el ganado.

 

Mediante una ley anacrónica, pero que sigue en vigencia, el Gobierno de Chubut fomenta la caza de animales silvestres nativos con incentivos monetarios, a razón de $1000 pesos por cada piel de zorro, y $5000 por piel y cráneo de puma.

 

 

 

Otras implicancias de la ley incluyen las capacitaciones para colocar adecuadamente trampas para los animales, así como también obligar a los propietarios de campos a controlar a estos depredadores o a colaborar para que otros lo hagan.

 

En ese sentido desde Fundación Vida Silvestre Argentina enviaron una carta al Gobernador Mariano Arcioni solicitando que arbitre los medios e inicie los procesos correspondientes para la derogación de la Ley Provincial XVII-Nº 52.

Además de utilizar fondos públicos para la matanza de animales silvestres nativos, la ley establece una Comisión de Control de las Especies Depredadoras de la Ganadería, donde están ausentes la comunidad académica y científica, así como organizaciones ambientales y sociales.

 

 

“El incentivo económico para la matanza de animales silvestres nativos demuestra grandes retrocesos en nuestra sociedad y acentúa la preocupación sobre prácticas productivas negativas para el ambiente”.

 

“Hace falta elaborar planes de manejo de estas especies que estén basados en información técnica sólida para evaluar su situación poblacional, identificar claramente los problemas o conflictos con las actividades productivas, y analizar diferentes alternativas para solucionarlos. Como se refleja en nuestra trayectoria y en nuestra visión institucional, creemos firmemente en que la producción y el desarrollo económico son compatibles con la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales” detalló Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.

 

 

En los últimos años, la producción ha empezado a acompañar el cuidado ambiental implementado buenas prácticas e incorporando normativas de sostenibilidad. Uno de los aspectos más atractivos es el desarrollo de incentivos de mercado para favorecer aquella producción amigable con el ambiente. Estos incentivos se apoyan en el respeto de la producción tanto por los ecosistemas y sus especies, como por el bienestar animal del ganado mismo.

 

Ecosistema

 

Los predadores tope — como los zorros y pumas— son un eslabón fundamental en los ecosistemas y esto incluye sinergias positivas incluso con la actividad agropecuaria:

En la práctica, la mayoría de zorros y pumas no predan sobre animales domésticos, pero protegen su territorio del ingreso de otros de su misma especie, convirtiéndose en aliados de la producción.

Poblaciones sanas de predadores previenen explosiones demográficas de otras especies como liebres europeas y guanacos.

 

Perros domésticos o asilvestrados suelen generar mayores daños que los carnívoros nativos, contribuyendo y perpetuando la confusión y estigmatización de los carnívoros silvestres.

La experiencia indica que el uso de perros protectores es una práctica efectiva que permite la convivencia de carnívoros y ganado doméstico.

Todas las otras herramientas de control letal o no letal de predadores han demostrado ser obsoletas y contraproducentes.

 

¿Por qué es URGENTE derogar la Ley XVII-Nº 52 (Ex 4100) de la provincia de Chubut?

Es anacrónica y no incorpora las nuevas formas de producir en armonía con la conservación de la naturaleza.
En la década de la Restauración de los Ecosistemas, paga por matar fauna nativa y encima utiliza fondos públicos para ello.

Crea una Comisión de Control de las Especies Depredadoras de la Ganadería, donde la sociedad civil está solo representada por la Federación de Sociedades Rurales de la Provincia de Chubut: no hay comunidad académica, científica, ni representantes de organizaciones ambientales y sociales.

No presenta adecuados antecedentes de fundamentación científica que avale la autorización de matar animales silvestres.

 

Por cada piel y cráneo de puma ofrecen $ 5.000.-

 

Promueve la matanza, aun con cebos tóxicos, sin un análisis especifico de los individuos de especies predadoras potencialmente conflictivos.
Por promover una aparente solución para un solo sector, se acumulan efectos negativos para el resto de la sociedad.

 

Campaña

 

Vida Silvestre lanza una campaña solicitando firmas de la ciudadanía para reforzar el pedido con el apoyo de la sociedad: sumá tu firma en www.vidasilvestre.org.ar/pumasyzorros

 

Leé más notas de La Opinión Austral