Un robo de curiosas particularidades fue clarificado por la Policía y dejó como saldo a dos delincuentes identificados y además balas de guerra secuestradas.

 

De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, todo comenzó en la mañana del viernes en el corazón del barrio Gaucho Rivero de Río Gallegos, cuando un vecino de la calle notó que dos personas intentaban remolcar un Ford Orion.

 

El hecho se registró en la calle Oscar Smith al 300. Como al hombre le pareció raro, decidió llamar a la Policía. Según pudo saber este diario, el rodado en cuestión estaba parado hacía tiempo. Un Fiat Duna blanco era el que se lo llevaba remolcado.

 

A partir de ese momento, comenzó a trabajar el personal de la Comisaría Quinta de Policía, que arrancó con rastrillajes en la zona. Cerca de la una de la tarde, ubicaron al Duna y al Orion estacionados en el frente de una vivienda ubicada en la calle Riquelme al 2000.

 

El Juzgado Penal Juvenil, a cargo del Fernando Zanetta, ordenó dos allanamientos: uno en la morada donde encontraron a los rodados y el restante, en un departamento ubicado en la misma cuadra de donde fue sustraído el Orion.

 

 

Los procedimientos fueron realizados una hora después por parte del personal policial. En una inspección ocular dentro del Orion, los efectivos dieron cuenta de faltantes.

 

Asimismo, durante los allanamientos se procedió a la identificación de dos sospechosos: un hombre mayor de edad y un menor. El primero de ellos fue trasladado a la Comisaría Quinta para ser notificado, mientras que el más joven fue entregado a un progenitor. Se desconoce si alguno de ellos tiene antecedentes.

Las balas

Además, durante el procedimiento en la calle Riquelme, se encontró el frente de un estéreo y algo que llamó la atención de los agentes: cuatro municiones de guerra.

 

De acuerdo a fuentes consultadas, se trataba de balas antiaéreas calibre 20 mm., municiones que suelen ser utilizadas en las ametralladoras que están en los unimogs del Ejército y que fácilmente pueden atravesar un chaleco antibalas de la Policía.

 

“Nadie tendría que tener municiones de ese estilo en su casa. Son muy peligrosas. Ahora se buscará determinar la procedencia de las mismas”, indicaron desde la Policía.

 

Al cierre del viernes, el personal del área Explosivos de Bomberos había llegado a la vivienda para analizar las municiones en cuestión, determinar cómo realizar el traslado y su eventual destrucción, mediante previa orden del magistrado interviniente.

 

Respecto al vehículo Orion, se supo que el mismo fue entregado a los damnificados previa firma de las actas de estilo correspondientes.

 

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