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 La tranquilidad del amanecer patagónico se vio interrumpida este miércoles por un choque inesperado: un grupo de turistas brasileños colisionó con un guanaco en la Ruta 41, a unos 50 kilómetros de El Chaltén, en el tramo que conecta con Tres Lagos. El impacto, que dejó la camioneta Chevrolet con graves daños materiales, podría ser el reflejo de un problema más profundo: la creciente interacción entre la fauna local y los vehículos en una zona donde el turismo avanza a ritmo acelerado.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas se pudo saber que los ocupantes del vehículo —que escaparon ilesos del accidente— no lograron esquivar al animal, que cruzó la ruta en un momento de baja visibilidad. El personal de la Policía de Santa Cruz y Bomberos llegó al lugar para asistir en las tareas de seguridad y evaluar los daños. Las imágenes del Chevrolet, con el frente del lado derecho completamente abollado, no dejan dudas sobre la violencia del impacto.

Un problema recurrente 

Este no es un caso aislado. En los últimos años, las colisiones con fauna autóctona —guanacos, zorros e incluso pumas— se han multiplicado en Santa Cruz, especialmente en zonas cercanas a parques nacionales como Los Glaciares. La combinación de rutas sin iluminación, velocidades inadecuadas y la costumbre de los animales de transitar por las carreteras en busca de alimento o agua ha generado un escenario peligroso tanto para los conductores como para la vida silvestre.

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