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Elon Musk y Donald Trump vuelven a acaparar titulares con la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), un comité que promete recortar agencias federales y reducir en un 75% los empleos públicos en Estados Unidos. El anuncio despertó una ola de demandas judiciales y un aluvión de críticas por parte de sindicatos y organizaciones de derechos civiles.
Según consignó BAE Negocios, con este movimiento, Trump busca consolidar su agenda de desregulación, mientras Musk, CEO de Tesla y SpaceX, asume un rol clave en lo que promete ser una reforma sin precedentes. Sin embargo, los especialistas dudan de la viabilidad de este proyecto, que ya enfrenta obstáculos legales y la mirada escéptica del sector público.
¿Qué es el DOGE y cuáles son sus objetivos?
El Departamento de Eficiencia Gubernamental no es un departamento en el sentido tradicional, sino un comité asesor cuya misión es rediseñar el aparato estatal para hacerlo “más eficiente”. Entre sus objetivos más ambiciosos, el DOGE planea:
- Eliminar agencias completas del gobierno federal.
- Recortar hasta un 75% de los empleos públicos.
- Reorganizar procesos administrativos para favorecer al sector privado.
“El sistema va a temblar”, prometió Elon Musk tras su nombramiento. Según reportes, el empresario contará con una oficina en la Casa Blanca para liderar esta iniciativa, consolidando su estrecha relación con Donald Trump, quien lo considera un aliado clave en su cruzada contra la burocracia.
Polémicas y demandas judiciales
Apenas minutos después del anuncio, sindicatos de empleados públicos y organizaciones de derechos civiles presentaron demandas contra el DOGE. Entre los grupos involucrados figuran la American Public Health Association, Citizens for Responsibility and Ethics in Washington, y el sindicato de trabajadores del gobierno federal.
Las demandas apuntan a la posible ilegalidad del comité, citando una ley de 1972 que regula el funcionamiento de organismos asesores. Además, advierten sobre los riesgos de consolidar un gobierno “al servicio” de las grandes corporaciones, liderado por un empresario con intereses directos en sectores clave de la economía.
¿Por qué Elon Musk?
El nombramiento de Elon Musk no es casual. Durante la campaña presidencial, el empresario respaldó abiertamente a Trump, organizando eventos y defendiendo su mensaje. Su visión de un gobierno más pequeño y menos regulaciones encaja perfectamente con la agenda republicana, que busca estimular la industria estadounidense reduciendo restricciones e impuestos.
Musk, por su parte, parece estar jugando su propia partida. Sus críticos lo acusan de aprovechar este rol para eliminar regulaciones que podrían beneficiar directamente a sus empresas, como Tesla y SpaceX.
¿Funcionará el DOGE?
El proyecto recuerda a otras iniciativas similares del pasado, como el comité creado por Ronald Reagan en 1982 para revisar el gasto estatal. A pesar del entusiasmo inicial, sus recomendaciones nunca se implementaron y el grupo terminó disuelto sin pena ni gloria.
Con demandas legales en curso y un plan ambicioso que despierta más preguntas que respuestas, el DOGE corre el riesgo de convertirse en otro capítulo anecdótico en la historia de la burocracia estadounidense. Pero si algo es seguro, es que tanto Trump como Musk seguirán siendo protagonistas en el escenario mediático.
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