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El dolor que parte el alma de Eladia, madre de Ulises Guelet, se convierte en un grito desgarrador por justicia en los pasillos de la Cámara en lo Criminal de Río Gallegos, donde el pasado 25 de junio se inició un juicio que conmueve a toda la provincia. La trágica muerte de su hijo, ocurrida en noviembre de 2022, ha desatado una batalla legal y emocional que busca una condena ejemplar contra Mauro Pérez, el conductor de la camioneta involucrada.
Ulises Guelet, un joven oriundo de Lago Posadas, había viajado a Gobernador Gregores para visitar a familiares en noviembre de 2022. Tras una salida, fue invitado a subir a la caja de una camioneta para continuar la noche en un “after” cerca del río. Lo que prometía ser una extensión de diversión, se transformó en una pesadilla de la que Ulises no regresaría.


El hecho
Según los relatos, el conductor, Mauro Pérez, manejaba a altísima velocidad, se estima en 140 kilómetros por hora en una calle donde el máximo es 40 km/h, un agravante claro de la causa. Tanto los ocupantes de la cabina como los que iban en la caja le gritaban y le pedían a golpes que bajara la velocidad. Pero Pérez, quien estaba alcoholizado desde antes, incluso chocando un cordón al estacionar, hizo caso omiso a las advertencias, acelerando aún más. Finalmente, perdió el control, chocó contra una palmera y volcó. Ulises Guelet, despedido del vehículo, sufrió un traumatismo de cráneo grave, fue trasladado a Puerto San Julián y, tras tres cirugías, falleció el 29 de noviembre de 2022.
Para Eladia, la madre de Ulises, Mauro Pérez no es menos que un “asesino al volante” este viernes, en el estudio de LU12 AM680.
Aunque no estuvo presente en el momento del accidente, tuvo que viajar de urgencia a Puerto San Julián y luego ha seguido de cerca cada detalle, sintiendo un profundo malestar al tener que estar “frente a frente con el asesino de mi hijo” en el juicio. La madre de la víctima aseguró que Pérez “mintió en todo momento” en su declaración y que su pretendido arrepentimiento es tardío, ya que nunca lo mostró antes. Resulta especialmente indignante que, desde la muerte de Ulises, Pérez “no trabajó más en la municipalidad” pero sigue “cobrando su sueldo”.
Más aún, ella indicó que fue visto manejando y con una lata de cerveza en la mano meses después del fatal suceso, lo que refuerza la percepción de que “no aprende”. Eladia subrayó que Pérez, al contar con un carnet profesional, debería haber sido “consciente de que no tenés que manejar borracho“, lo que constituye un agravante fundamental.
La clave
El nudo central de este juicio gira en torno a la calificación legal del hecho: si se trata de “homicidio culposo” o “dolo eventual”. Mientras que el “culposo” implica que no se quiso causar la muerte, el “dolo eventual” significa que, aunque no se deseara el desenlace fatal, “sabía que lo podía hacer” dijo Eladia y que Pérez asumió ese riesgo. Eladia fue contundente: “no fue un accidente”.
La forma en que Pérez manejaba a una velocidad excesiva, ignorando los pedidos de auxilio de los pasajeros, y su estado de embriaguez, refuerzan la tesis de que sabía perfectamente el riesgo que corría y provocó la tragedia. Sin embargo, la fiscalía, representada por Federico Heinz, ha solicitado la “nulidad del cambio de calificación” y ha pedido una pena de solo cinco años, basándose en la figura del culposo con agravantes de alcohol y sin intención. Una cifra que, para la madre de Ulises, es una “patada” que “desvaloriza tanto el valor que tiene la vida humana”. “Cinco años me pareció una patada”, expresó Eladia con profundo dolor. Ella, en cambio, exige quince años, una pena que considera más justa para la vida de su hijo y para sentar un precedente.
La sentencia
A pesar del inmenso dolor, Eladia ha encontrado apoyo en organizaciones como “Familias del Dolor”, a través de Belén Álvarez, quien también perdió a su hermano en un hecho que también se registró a fines del 2022. También de María Sanz de la Agencia Provincial de Seguridad Vial y Estrellas Amarillas. Sin embargo, Eladia contó que siente que las “leyes que están hechas, no no están favoreciendo las a las víctimas” y que, como padres, deben “mendigar justicia”. El próximo jueves 3 de julio se espera el veredicto de la presidenta del juicio, María Alejandra Vila.
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