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Sigue la conmoción por el caso de la embarazada de 17 semanas que fue brutalmente agredida por su pareja y su suegra en la localidad de Las Heras. El hombre y la madre de él raptaron a la nena de 3 años que tienen en común y hasta el momento no aparecen. La mujer de 27 años de edad regresó a vivir con sus padres en la localidad de Caleta Olivia. Todos son integrantes de la comunidad zíngara.
La mujer, que es oriunda de la provincia de Buenos Aires, relató a los efectivos policiales la golpiza que le dieron su pareja y su suegra el pasado martes a la noche. “Tuve un altercado con mi pareja y él me agredió físicamente, me dio golpes de puño en la panza y me dio patadas en la vagina“, dice la denuncia acerca lo que de lo que le hizo el hombre llamado Héctor Gabriel Marco.
En tanto, contó que su suegra llamada Sandra Marco “me agarró de un brazo, me rasguño y me sacó a mi hija“. Héctor y Sandra escaparon con la menor en un Volkswagen Bora gris. La denuncia se realizó durante los primeros minutos del miércoles pasado, de acuerdo a lo que conoció La Opinión Zona Norte, que tuvo acceso exclusivo a la misma.
En el caso intervino el juez Eduardo Quelin del Juzgado de Instrucción Penal Nº 1 y la División de Investigaciones (DDI) de la ciudad lasherense. El vocero de la Policía de Santa Cruz, el comisario Elbio Ramírez, dialogó con LU12 AM680 y se refirió a la situación y manifestó que: “El juzgado todavía no dio ningún pedido de localización y demora, no tenemos captura y paradero”.
“Tenemos la investigación en curso dado que se encuentra una menor por medio, él es el padre y es la progenitora la que denuncia. Ya todo ingresa por denuncia por violencia doméstica y de género. Empieza a tornarse un poco confidencial los datos ya habiendo una menor. Deben haber otras cuestiones más judiciales que al manejarse por el juzgado nosotros no la tenemos”, agregó.
Un calvario de 8 años
La mujer mencionó en su denuncia que hace 8 años que recibe amenazas por parte de su pareja, quién le decía que la iba a denunciar, que le iba a decir a los uniformados que ella se medica y es mala con la menor, todo con el fin de que no la vea nunca más. Aunque no hay denuncias previas, la mujer dijo que en los años de relación fue golpeada y violentada psicológicamente.
“Me decía que me pegaba porque yo me lo merecía y me decía que no haga nada (acudir a la policía o a la justicia) porque si no no iba a haber más a mi hija”, conoció La Opinión Zona Norte. El miércoles, la mujer solicitó a la policía que la acompañen a la casa del gitano violento para retirar sus cosas y mudarse.
La mujer se encuentra cursando un embarazo de riesgo y tiene que hacer reposo. Sufrió lesiones leves en el rostro, los brazos y otras partes del cuerpo. Lo positivo es que a través de los controles al bebé determinaron que no sufrió lesiones y está fuera de peligro.
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