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Art. 124°. “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines… ” (Constitución Argentina).
La reforma constitucional de 1994 consagró el derecho de las provincias de unirse para conformar regiones, dándose sus estructuras instititucionales a tal fin.
Dos años después de aquella reforma, los gobernadores de la Patagonia se reunieron en La Pampa. Era el 25 y 26 de junio de 1996. Allí Néstor Kirchner por Santa Cruz, José Estabillo de Tierra del Fuego, Carlos Maestro de Chubut, Pablo Verani de Río Negro, Rubén Marín como anfitrión en La Pampa, Ricardo Corradi, (vicegobernador en representación de Felipe Sapag) de Neuquén, firmaron un tratado constituyendo la Región.


Aprobaron el “Estatuto de la Región de la Patagonia“, por el cual acordaban que la región “se constituye como un ámbito de unión de voluntades políticas para la concreción de intereses comunes en relación a la región, en su propio beneficio y en el de cada una de las Provincias integrantes como así también ante el Gobierno Federal”.
Marcaban que además de las seis provincias, también eran parte de esta flamante Región “el subsuelo, el Mar Argentino adyacente y el espacio aéreo correspondiente“.
Al fijar una estructura institucional, establecieron “como Órganos de Gobierno de la Región, la Asamblea de Gobernadores y el Parlamento Patagónico, como Órgano Ejecutivo la Comisión Administrativa y como Órgano de Asesoramiento y Consulta el Foro de Superiores Tribunales de Justicia de la Patagonia“.
Viejos reclamos actuales
De aquel primer encuentro, que contó con la presencia del presidente Carlos Menem al cierre, surgió un documento que fue entregado en mano al primer mandatario, “Planteamos correcciones en la distribución del ingreso” dijo Néstor Kirchner en aquel momento. Los gobernadores señalaron que se debía “evitar la concentración económica y política” al tiempo que pidieron “remediar la falta de trabajo en la región”.
27 años después, muchos de aquellos planteos siguen vigentes. Se ven reflejados en los documentos del Parlamento Patagónico, único órgano que ha mantenido vivo el espíritu de región. Y si bien hubo encuentros posteriores de los gobernadores, nunca se logró un trabajo en bloque consolidado que pudiera incidir en las negociaciones con la Nación o en el propio Congreso.
Nuevos aires
A partir de ahí, no es menor la decisión que adelantaron, apenas fueron electos, los gobernadores de Santa Cruz, Claudio Vidal y de Chubut, Ignacio Torres de trabajar para conformar el bloque patagónico tanto en la Cámara Baja como en el Senado, “independiente del color partidario al que pertenezca cada uno, la idea es trabajar en la defensa de los intereses comunes de nuestras provincias”, sostenía Torres al marcar esto.
Y si bien ambos gobernadores electos han realizado varias acciones conjuntas, la principal fue la promoción, junto al gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, de avanzar en un reclamo concreto al Gobierno nacional, pidiendo una “compensación” para sus provincias, ante la disminución de la coparticipación que provocó las iniciativas impulsadas por el Estado nacional de eliminar el pago de Ganancias a los trabajadores y el programa “Compre sin Iva”.
Los tres, junto a sus pares Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén) conformaron la liga de gobernadores “Patagonia Argentina“.
Más allá de los resultados, esa acción promete ser la primera de muchas. Los intereses comunes en la producción hidrocarburífera, la pesca, el campo y la minería, en un contexto nacional que promete ser diferente, anticipa que la defensa en bloque será fundamental para beneficio de toda la región.
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