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En la localidad de Perito Moreno, el miércoles quedó marcado por un episodio que encendió las alarmas —literal y simbólicamente— en un barrio ubicado frente a la planta de residuos cloacales. A las 17:35 horas, una llamada al número de emergencias alertó sobre un incendio en una vivienda de construcción liviana ubicada sobre calle Nacimiento. La respuesta de los bomberos no se hizo esperar: una dotación de la División Cuartel 12ª de Bomberos de la Policía de Santa Cruz se movilizó de inmediato al lugar, donde constató que las llamas ya afectaban de forma activa buena parte de la casa.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, la vivienda, construida mayormente en madera, presentaba un riesgo elevado de combustión rápida, algo que en zonas frías del sur argentino no es poco frecuente.
El accionar de los bomberos permitió contener el fuego antes de que se extendiera a las casas vecinas.
Afortunadamente, el accionar profesional de los bomberos permitió contener el fuego antes de que se extendiera a las casas vecinas, lo cual podría haber derivado en un desastre de mayor escala. El foco ígneo afectó dos habitaciones y parte del área del living-comedor, dejando tras de sí un panorama de daños materiales de consideración, pero sin heridos.
El origen del incendio fue, según indicaron las autoridades tras las primeras pericias y entrevistas a la ocupante del domicilio, de carácter accidental. Una contingencia eléctrica —algo que en viviendas con instalaciones precarias suele ser una amenaza latente— habría sido el desencadenante del siniestro.
Según pudo saber este diario, más allá de los daños materiales que sufrió la morada afectada por el fuego, no hubo que lamentar personas lesionadas por el siniestro, ni civiles ni integrantes de la fuerza de seguridad que trabajaron en el lugar.
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