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El jueves por la mañana, el tranquilo ritmo del centro de Río Gallegos se vio interrumpido por una emergencia que pudo haber terminado en desastre. Una fuga de gas en un edificio de la céntrica calle Bernardino Rivadavia activó el protocolo de urgencia, movilizando al personal de la División Cuartel 1 de Bomberos y a técnicos de Camuzzi Gas del Sur. Gracias a su rápida intervención, la situación fue controlada en minutos y, lo más importante, sin víctimas que lamentar.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que todo comenzó cuando los bomberos recibieron un aviso por una posible fuga de gas en un edificio ubicado en una de las arterias más transitadas de la capital santacruceña. Al llegar al lugar, los efectivos confirmaron el riesgo: el olor característico del gas en el aire era señal de que cada segundo contaba. Sin perder tiempo, solicitaron el apoyo de Camuzzi Gas del Sur, empresa encargada de la distribución en la región, cuyos técnicos llegaron rápidamente para tomar el control de la situación.

El operativo fue un ejemplo de coordinación. Mientras los bomberos aseguraban el perímetro y evacuaban preventivamente a los vecinos, los especialistas de Camuzzi localizaron y repararon la fuga, evitando que una chispa o cualquier fuente de ignición desencadenara una explosión. Gracias a la rápida intervención, la situación fue controlada en cuestión de minutos y no hubo que lamentar personas lesionadas.

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