¿Qué pasó con Marcela López?

Analía y Rocío, hijas de Marcela López en la costanera de Río Gallegos. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

La interrogante que aún hoy, al cumplirse un año de su desaparición, sigue siendo tema de discusión y polémica en Río Gallegos y Santa Cruz.
Es que, si bien para la Justicia todo parecería indicar que la vecina se arrojó a las frías aguas de la ría local, gran parte de la familia descree completamente de la hipótesis del suicidio y sostiene todavía que hubo “algo más”.

¿Qué es ese algo más?

Al principio, apuntaron a la expareja de su mamá, José Luis Balado. La Justicia le allanó sus propiedades y no encontró nada. Con la aparición del peritrucho Marcos Herrero mágicamente aparecieron huesos.

Giro tremendo en la causa: ¿mataron a Marcela López?

Nada de eso, eran restos óseos plantados, como los que simuló encontrar en la búsqueda de Viviana Luna -la mujer desaparecida en 2016 en Los Potrerillos, Mendoza– causa por la que hoy Marcos Herrero está preso.

Marcela está muerta enterrada en la chacra de José Luis Balado. Quemá este papel

Esto decía la carta que encontró la hermana de Marcela afuera de su casa a tres meses de su desaparición. Otro capítulo insólito.

¿Pudo José Luis asesinarla? ¿Por qué?

La jueza Valeria López Lestón debió ordenar un procedimiento con canes para buscar restos humanos en la propiedad del cerrajero. Una de las hijas insistía en buscar allí hacía tiempo, pero los elementos probatorios para buscar ahí no eran suficientes. Hasta que llegó este misterioso papel.

Los huesos los plantó Herrero. ¿Quién estuvo detrás de este mensaje?

Para la Justicia la relación entre Balado y López no fue mala sino todo lo contrario, era buena y continuó en buenos términos luego de la separación. De igual manera, para agotar todas las instancias judiciales para resolver el misterio, se lo investigó. Las “pruebas” en su contra no fueron concluyentes y esta línea investigativa se cayó rápidamente.

En una visita a los estudios de LU12 AM680, cuando Balado era muy vinculado a la desaparición, sus abogados, Hugo Ortiz y Norberto Leserovich, sostuvieron su inocencia y marcaron que siempre estuvo a disposición de la Justicia.

¿Qué pasó después?

Se dio la aparición de “dólares termosellados” que Herrero y el polémico abogado Jorge Trevotich buscaron instalar. Otra vez nada. Lo que vieron en la casa de Balado eran billetes de un juego de mesa. Y mientras estos dos personajes denunciaban un “secuestro extorsivo” en la Justicia Federal, la oposición entró al juego subiéndose a estas mentiras para involucrar a Cristina Fernández de Kirchner. Fue a días de las PASO. Meses después, terminó en bochorno para las diputadas de Juntos por el Cambio, Mariana Zuvic y Paula Oliveto cuando el juez federal Claudio Vázquez desestimó su denuncia por “nulo apoyo probatorio”.

Pese a lo descabellado de las denuncias: homicidio y cuerpo enterrado por el ex y un secuestro -del que nunca nadie pidió rescate-, la Justicia avanzó con estas teorías pero nunca se logró comprobar nada. Lo único que se logró -principalmente con la intervención de Herrero- fue entorpecer la búsqueda.

La única y principal hipótesis sostenida desde el comienzo por la jueza Valeria López Lestón fue y es– la de un suicidio.

¿Por qué?

Más allá del lugar en donde fue vista por última vez Marcela López (NdR: cerca de la costanera local), en su teléfono celular buscó cómo iba a estar la marea de la ría.

También esa tarde-noche tuvo una charla con un pescador en la que preguntó si “estaba picado”. Y su ropa –zapatillas y campera– fue hallada cerca del muelle carbonero.

Estos indicios respaldaron la teoría desde un principio y, consecuentemente, desde entonces los operativos se centraron en el agua. Conforme pasaron los días, el rango se amplió y cada día eran más las fuerzas en los rastrillajes. Se buscó en cada rincón y hace tiempo que Bomberos envió un informe a la jueza marcando que no quedó ningún punto que recorrer en la ría. Hasta incluso se fue al “otro lado” del estuario.

Es posible que el agua se haya llevado el cuerpo a mar abierto y por eso no podemos encontrarlo. Fue la contundente frase que dejó el superintendente de Bomberos, Martín Aguirre, en LU12, cuando se cumplían tres meses de la desaparición. También remarcó que “la búsqueda no se paró ni un día”.

Oficialmente, la búsqueda no ha sido suspendida, pero pareciera ser que la Justicia agotó esfuerzos para dar con Marcela López. Qué pasó continúa siendo un misterio, aunque para las autoridades que intervienen en la causa está muy claro dónde deben focalizarse los operativos.

Un oficial mirando el estuario durante los rastrillajes en búsqueda de Marcela López. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Un año sin Marcela López. Su familia sigue llorando su ausencia y aguarda respuestas. Necesitan saber qué pasó con su hermana, con su mamá, con su abuela.

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