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“Si me haces esto, voy a tu casa y te voy a matar” fue el escalofriante mensaje que un hombre le dijo a su ex pareja, durante una discusión que tenían por teléfono.
La frase fue atribuida a Luciano Giménez, un ex asesor de la concejal de Río Gallegos Daniela D’Amico, a Yanet Costilla, en un caso que conmocionó tanto a la capital de Santa Cruz como a todo el país, una vez que La Opinión Austral, de manera exclusiva, dio a conocer el momento en el que el hombre atacó a la joven en el patio de su morada.
El suceso se registró el pasado 23 de marzo y, desde esa jornada Giménez se encuentra tras las rejas. Por otro lado, Yanet se recupera de la brutal golpiza que fue cometida por su ex pareja. Este jueves, tal como lo adelantó laopinionaustral.com.ar, finalmente el violento fue procesado con una carátula por la que podría recibir una pena durísima en el potencial juicio en su contra.


La Opinión Austral, de manera exclusiva, tuvo una copia del procesamiento firmado por la jueza Marcela Quintana, a cargo de la instrucción de la causa. La misma cuenta con 31 fojas que dan cuenta tanto del hecho en cuestión, los antecedentes de Giménez y el porqué del cambio de carátula que, en primer momento, había sido por “violación de domicilio, daños y lesiones en contexto de violencia de género” a “homicidio doblemente agravado por su comision en contra de una persona con quien ha mantenido una relacion de pareja y por mediar violencia de genero, en grado de tentativa, en concurso real con amenazas -dos hechos- y daño -dos hechos-“.
Quintana detalló el horror que sufrió Yanet, cuando Giménez llamó a la joven y le dijo la frase con la que comienza esta nota. La sobreviviente, comprensiblemente atemorizada, no imaginaba la brutalidad que estaba por desatarse. Apenas unos minutos después, Giménez irrumpió en el domicilio de su ex pareja, tras dañar una de las ventanas frontales.
Una vez dentro de la vivienda, el agresor desató su furia contra Yanet, propinándole golpes de puño en el rostro y jalándola del cabello con fuerza, arrastrándola hacia el baño. Ella logró salir de la casa por la puerta trasera, pero su calvario no había terminado. En el sector lateral de la vivienda, Giménez la tomó por la espalada y siguió golpeándola en el patio. Allí golpeó la cabeza de la víctima contra la pared medianera en al menos tres oportunidades.
El testimonio y la intervención del vecino de enfrente fue contundente para el cambio de carátula. “Yo la vi como que ya no tenía fuerzas para defenderse. Giménez me vio a mi con una piedra en la mano y golpeó dos veces más la cabeza de ella contra la medianera” declaró. Ante la Justicia y ante la Oficina de Violencia Doméstica, Yanet dijo que percibió que Giménez “intentó matarme” aseveró.
Aquel día, la doctora Laura Beveraggi, calificó el llamado como “código rojo” y describió a Costilla desabrigada, con sangrado en nariz, dolor facial y dificultad para morder. Además, Beveraggi, señaló que las lesiones en cabeza y rostro son de atención preferencial por ser una zona sensible.
Para explicar el cambio de carátula, la jueza se basó en la gravedad y la naturaleza de los hechos del 23 de marzo de 2025, donde consideró que Giménez “excedió” los delitos imputados inicialmente, tal como lo habían solicitado los fiscales Federico Heinz y Analía Molina y del querellante Sergio Macagno
Este cambio se fundamentó en la descripción del ataque, que incluyó una amenaza de muerte previa por teléfono, el ingreso no autorizado al domicilio, la agresión física con golpes de puño y puntapiés. La jueza entendió que, por su intensidad y dirección hacia zonas vitales, revelaban la intención de terminar con la vida de la víctima.
Además, tuvo en cuenta la interrupción del ataque por la intervención de un vecino, lo que impidió la consumación del femicidio, encuadrándose así la figura de la tentativa. La relación de ex pareja existente entre el agresor y la víctima, así como el contexto de violencia de género en el que se desarrollaron los hechos, fueron considerados agravantes. Este contexto se evidenció en el patrón de conducta y los antecedentes de violencia en la relación, así como en las amenazas proferidas.
Quintana justificó la prisión preventiva de Giménez principalmente por la existencia de riesgo procesal, específicamente peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación. Consideró que la gravedad de los hechos, incluyendo la violencia desplegada contra la víctima y el intento de atentar contra su vida, así como la posibilidad de una pena de cumplimiento efectivo, fundamentaban este riesgo.
Finalmente, le trabó un embargo de tres millones de pesos como una medida cautelar para asegurar el pago de una posible multa, las costas judiciales y cualquier responsabilidad civil que pudiera surgir del caso.
La noticia del procesamiento con prisión preventiva fue tomada con satisfacción por parte de la comunidad, entendiendo el pedido que, en la jornada del miércoles, Yanet había hecho pidiéndole a la jueza que “no nos deje solas“, en relación a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género
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