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A mitad de la próxima semana, el presidente de la Nación, Javier Milei, habrá iniciado la segunda mitad del mandato. Su confianza en el modelo aplicado desde 2023 es altísima, a punto tal que viene de combinar su foto en el Congreso con otra, pocas horas después, en un partido de polo con la alta sociedad. Esa autoestima lo lleva a apostar por la aprobación de la reforma laboral para fin de año, entre otros proyectos revelados.
Viene de ganarle a todos los peronismos en las legislativas nacionales y ahora quiere probar las mieles del triunfo potenciadas por la exitosa rosca política entre sus alfiles y la mayoría de los gobernadores dialoguistas.
El Presidente se entusiasma con acalorados debates en la Cámara de Diputados por el Presupuesto 2026 y en el Senado por la reforma laboral. La apuesta por la polarización no descansa y se viene una Navidad y Año Nuevo con debate caliente en el Congreso.

Allí están convocadas por decreto de Milei las sesiones extraordinarias que arrancarán desde el 10 de diciembre y se extenderán hasta fin de ese mes. Habrá un receso en enero y el Gobierno Nacional volverá a la carga con el temario propuesto.
Además de la Ley de leyes y la más que controvertida reforma laboral, Milei pretende pasar por el Congreso más iniciativas: la de Inocencia Fiscal (una especie del blanqueo para atraer los dólares del colchón) y de compromiso nacional para la estabilidad fiscal y monetaria. El de reforma del Código Penal. Y la ley de Glaciares, solicitada por jefes provinciales.
El foco del verano de Milei pasará por la reforma laboral
Al Presidente le interesan particularmente dos iniciativas en el temario. La de “modernización laboral”, tal cual la presentó su vocero Manuel Adorni al cierre de la semana, y la de Inocencia Fiscal, un foco que comparte con el ministro de Economía, Luis Caputo, por obvias razones que no son más que la búsqueda de dólares para el Banco Central.
El Presupuesto 2026, en cambio, según los cálculos que compartieron en la Casa Rosada con La Opinión Austral, ya tiene los votos necesarios. La Libertad Avanza pasó a ser actualmente la primera minoría en Diputados, con la ayuda de la ruptura de las terminales del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, con el bloque de su partido, Unión por la Patria.
Jalil viene de ganar en su provincia con Fuerza Patria, actual frente que representa la unidad de las tribus del peronismo. Conformó ahora un bloque individual con tres diputados. Fue uno del los primeros en ser recibidos en Balcarce 50 tras las elecciones. Su interés particular apunta a inversiones en el área de minería, según cuentan en esos pasillos.

Con ese movimiento favorecedor de un opositor, los armadores del oficialismo buscan profundizar la fragmentación de Unión por la Patria y otros. Hay pesimismo en esas filas, desde donde no salió un discurso de relevancia durante la extensa jura de legisladores electos en el Congreso el último jueves, cuando Milei decidió hacer un acto de presencia.
Sin embargo, en medio de ese escenario complejo para el justicialismo, hay atisbos de reacción. Para la oposición no dialoguista la polarización que garantiza el tratamiento de una reforma laboral también resulta atractiva. Dirigentes de diversos sectores de Fuerza Patria anticiparon que habrá una contrapropuesta para frenar la reforma de Milei pero, también y más importante, para volver a ser una opción para gobernar.
En la Casa Rosada saben que el Presupuesto 2026 es un tema casi resuelto. Aceptan que la reforma laboral, no. Y, muy por lo bajo, que el debate podría sorprenderlos. Igualmente dicen que del peronismo esperan “reacción cero” y de la CGT, “menos”.
La CGT advierte que así como la Justicia les dio la razón con el capítulo laboral en el DNU 70/2023 de Milei, si es necesario elegirán la misma vía.
Reforma laboral: CGT espera el texto para ver si activa protestas
El proyecto de reforma laboral de Milei será una gran oportunidad para que vuelvan a chocar dos modelos de país. La presentación de un lado y del otro será la clave para quedarse con el consenso de la mayoría. Si bien a ambos lados de la “grieta” se reconoce la necesidad de actualizar algunos tramos de la regulación del trabajo en la Argentina, la iniciativa del oficialismo es ambiciosa.
Desde la oposición hay acusaciones de que el texto fue desarrollado en importantes bufets de abogados que representan a más que importantes clientes del sector empresario.
La incógnita es quien escribe la parte que cuida o representa a los trabajadores. Desde la CGT, que ocupa una silla en el Consejo de Mayo, aclararon que no vieron todavía el proyecto.
Los rumores que surgen de un borrador que llegó a manos de algunos pocos, incluyen: mayor flexibilización en la forma de contratación; extender el período de prueba a los ocho meses; un fondo de cese que reemplace a las indemnizaciones por despido; limitar el derecho a huelga con la declaración del servicio esencial del 50% de las áreas de salud, transporte, telecomunicaciones, cuidado de menores y educación hasta el secundario y la educación especial.
A su vez, determina la prohibición de los bloqueos en las empresas; vuelve optativo el pago de la cuota solidaria de los afiliados de los sindicatos, monto que se destina a financiar la acción social, como centros de recreación o defensa legal en caso de conflicto con la empresa, útiles escolares anuales, entre otros.
Con todo, el peronismo definirá pronto si se une a los movimientos sociales, los gremios estatales, las organizaciones piqueteras y sectores de izquierda que ya anunciaron una serie de medidas de fuerza, marchas y ollas populares en todo el país contra “las políticas de ajuste y la reforma laboral”.
Se verá si hay una expresión masiva y cómo actuará el Gobierno que se jacta del orden callejero y “el fin de los piquetes”. Por las fechas convocadas por Milei para el debate, será una Navidad de súper acción en el Congreso.
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