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El puerto de Puerto Deseado es la principal terminal portuaria para las exportaciones que tiene Santa Cruz. Además de ser epicentro de la actividad pesquera, también lo es para la salida de otros productos, como la carne, la lana, o la producción minera.
Los buques portacontenedores al igual que los pesqueros, cuando llegan a puerto, lo hacen por un período acotado. “El tiempo es oro” siempre, pero en la actividad portuaria mucho más. De ahí que los reiterados conflictos gremiales, principalmente el de la estiba, han llevado a que, sobre todo en temporada alta de pesca, diversas empresas decidan descargar en otros puertos, antes de correr la posibilidad de quedar atrapados por alguna demanda sindical, que la mayoría de las veces son ajenas al propio buque.
Esta vez, la mala noticia vino del buque “Varamo“, perteneciente a una de las principales empresas de transporte marítimo del mundo “Maersk“. El mercante llegó el domingo 10 a puerto y si bien entre las 19 horas y la medianoche alcanzó a descargar 64 contenedores (vacíos), los trabajadores de la estiba se negaron a continuar con la tarea.
Previamente, el viernes 8 de noviembre, el gremio había anticipado esta medida de fuerza por nota al Ministerio de Trabajo, detallando las demandas: “Reclamo de aumento salarial a las empresas”; “pago de lucro cesante” y el pago del “fondo de asistencia al sector pesquero”.
Antes que llegara el buque, la autoridad laboral dictó la conciliación obligatoria. Sin embargo, el gremio terminó por suspender el acatamiento a la misma. A las 21 horas del lunes, el buque abandonó el puerto, “cansado de esperar”. Quedó sin descargar, al menos 10 contenedores que tenían por destino dos empresas mineras. Y en tierra, sin cargar, otros 120 con productos pesqueros y mineros.
Esto implicó un fuerte perjuicio económico no sólo para las empresas que esperaban sus importaciones o las que tenían que exportar, sino para toda la comunidad que vive de la actividad portuaria.
Los reclamos
En la nota elevada a la autoridad laboral se lee como primer punto que fundamenta su accionar el “no haber llegado a un acuerdo con las empresas de la estiba en las paritarias”, sin aumentos desde el mes de julio. El segundo reclamo es el pedido del pago de “lucro cesante” por parte de “las empresas armadoras que llevaron sus barcos a descargar a otros puertos, perjudicando la continuidad laboral en nuestro puerto local”. Por último señalan otro reclamo, respecto del pago del “Fondo de Asistencia al sector pesquero y portuario” que se activa en temporada baja y que se solicitó por nota el 24 de setiembre y el Gobierno debería, según dice la nota, “hacerlo efectivo en el mes de octubre”.
“Un tiro en los pies”
“Somos rehenes de un grupo de 5 personas que constantemente amenazan con romper todo, Deseado está desprotegido, el puerto está destruido, y en lugar de buscar soluciones, los políticos están más preocupados por aparecer en las fotos. Las empresas están evaluando seriamente abandonar la localidad. Arbumasa marcó un precedente cuando se fue, y ahora hay varias empresas que ya tienen ‘una pata afuera’“, advirtió un armador local al portal Mar y Pesca Noticias Patagónicas.
“Hay gente en el puerto que quiere trabajar pero no te dejan, y no podemos seguir espantando el poco trabajo que llega”, afirmó al mismo portal, un trabajador portuario. “Queremos trabajo, no víveres”, adujo en referencia a una entrega de bolsones que habrían realizado las autoridades de Gobierno recientemente.
“Casi todos los años se está dando esto y no se están dando cuenta de que se están dando un tiro en los pies”, lamentó el diputado Carlos Santi a La Opinión Zona Norte. Fuentes del Gobierno afirmaron a este medio que se vienen manteniendo reuniones para llevar paz y previsibilidad al puerto. Una delegación del gremio se trasladó a Río Gallegos y se reunieron con el Gobernador, en busca de respuestas.
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