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649 placas, una por cada uno de los caídos en la guerra de Malvinas, tenía el Paseo Malvinas del Parque Indoamericano en Villa Lugano. Entre ellas estaba la del único santacruceño caído en combate, José Honorio Ortega, quien murió el 28 de mayo de 1982, a los 18 años, en Darwin-Goose Green o batalla de la Pradera del Ganso.

Cuando en 2010 el parque fue ocupado y vandalizado, no quedó nada, o al menos eso era lo que todos pensaban.

El pasado 10 de julio un incendio arrasó la vivienda de José Ernesto Ruiz, uno de los tantos veteranos de guerra que tras regresar de las islas sintió que el sur era su hogar y se asentó en Río Gallegos.

Diego Bavio quiso ayudar al veterano de guerra, que no conocía, y así comenzó a difundir la campaña que se estaba realizando para colaborar con quien defendió la soberanía como artillero antiaéreo en la pista de Puerto Argentino.

“Si esto ha pasado, por algo debe ser”, afirmó Sonia. Foto: José Silva/La Opinión Austral

Apenas dos días después del incendio, el 13 de julio, Bavio recibió un llamado desde Santa Fe. “Un gran amigo que trabajaba en el gobierno de la ciudad, recorriendo lo que había quedado, se encontró la placa de José intacta, la única que sobrevivió, la única que quedó intacta“, contó en exclusiva a La Opinión Austral.

Fue la publicación en redes sociales sobre la campaña para colaborar con Ruiz lo que le recordó al amigo de Bavio que tenía pendiente hacer llegar esa placa al sur.

Pero Bavio no conocía a Sonia Cárcamo ni a José Bernardino Ortega, los padres del héroe santacruceño, y fue a través del veterano que llegó a ellos.

Sonia Cárcamo, madre del héroe santacruceño, recordó que hace un tiempo habían hablado con su marido sobre la posibilidad de visitar el Paseo Malvinas. Cuando aparecieron con esto fue una sorpresa. Sabía que en la ocupación habían roto todo“, manifestó, al tiempo que destacó “la integridad de la placa”.

Pareciera que recién hubiesen hecho la placa“, acotó Ruiz.

José Bavio, Sonia Cárcamo y José Ernesto Ruiz en entrevista con La Opinión Austral. Foto: José Silva/La Opinión Austral

“Muchas veces en las placas el valor es sentimental, uno sabe que lo ha hecho gente que trabajó durante meses poniendo los árboles, las banquetas, y de golpe y porrazo rompieron todo. Yo nunca volví”, comentó Sonia, quien junto a su esposo participó de la inauguración del paseo y de un acto tiempo después.

La madre del héroe no conoce, ni ha tomado contacto aún, con quien cuidó de la placa de José, pero a través de la transmisión en vivo que se realizó por las redes sociales del Grupo La Opinión Austral, expresó: “Quiero agradecerle por conservar todos estos años. Si esto ha pasado, por algo debe ser“.

José se materializa, él me acompañó mucho tiempo, me ha tocado, por ahí sentía (la mano en el hombro), muy pocas veces lo he comentado, pero es así”, cerró.

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