Este martes, se conmemoró el 42° Aniversario del fallecimiento en combate del soldado José Honorio Ortega, único santacruceño caído en al conflicto de Malvinas de 1982. Como es costumbre, el acto en Río Gallegos se llevó adelante en el monolito instalado en su honor ubicado en la intersección en la Av. Sureda y Orkeke, en la costanera local.
En la ceremonia, estuvieron presentes el jefe de Gabinete Provincial, Daniel Álvarez; la ministra Secretaría General de la Gobernación, Cecilia Borselli; la diputada nacional, Roxana Reyes; el diputado por municipio de Río Gallegos, Eloy Echazú; el presidente del Concejo Deliberante, Julio Arabena; la concejal Sol Kamú; y la secretaria de Turismo municipal, Mercedes Neil.
Además, participaron las autoridades de las fuerzas armadas y de seguridad; abanderados y escoltas de distintos establecimientos educativos; y se contó con la presencia de los padres del héroe santacruceño, José Bernardino Ortega y Sonia Cárcamo.
Tras la entonación del Himno Nacional Argentino, a cargo de la Banda del Ejército Argentino “Combatientes del Atlántico Sur”, se rindió homenaje al soldado Ortega con distintas ofrendas florales, un emotivo minuto de silencio y con la Marcha de Malvinas.
“Ellos son los verdaderos héroes, los que no volvieron”
Una vez finalizado el acto, el vicepresidente Centro de Veteranos de Malvinas de Río Gallegos, VGM Hugo Eduardo Chorrero, habló con La Opinión Austral y se refirió al sentimiento que despierta en cada uno de los ex combatientes el recuerdo del soldado Ortega.
“Nosotros lo vivimos todos los días, pero hoy es un día especial porque es el único héroe santacruceño que murió en combate, y tiene un significado muy grande porque nosotros juramos la bandera hasta dar la vida“, aseguró.
Y agregó: “Ellos son los verdaderos héroes, los que no volvieron. Para nosotros es muy importante estar acá y que la gente venga y sepa quién fue Honorio Ortega que con 19 años fue a hacer el servicio militar obligatorio, juró la bandera y dio la vida por la Patria“.
Por otro lado, Chorrero adelantó algunas de las actividades que continuarán realizando desde el Centro de Veteranos en lo que resta del 2024.
“Seguimos malvinizando, vamos a seguir yendo a las escuelas y vamos a hacer varias presentaciones de libros que escribieron distintos veteranos de Malvinas. De acá hasta diciembre vamos a tratar de hacer una presentación por mes. que escribieron los veteranos”, comentó y contó que siguen con la pintada de Murales en los distintos CENINES de Río Gallegos, también con el objetivo de concretar uno al mes.
“Un hermano de la turba malvinera”
Por su parte, el veterano de guerra de Malvinas y reconocido artista local, Andrés Fernández Cabral, habló con La Opinión Austral y remarcó la importancia de continuar con la tarea “malvinizadora”.
“Siempre es emocionante recordar a José Honorio, es nuestro hermano de la turba malvinera. Recién me acordaba que nosotros inauguramos este monumento y éramos 4 personas nada más, cuando se inauguró en la década del ’90. Mirá la cantidad de gente que viene ahora. Eso hemos logrado durante todos estos años: instalar en la sociedad la causa Malvinas”, aseguró.
En esa línea, Fernández Cabral afirmó que “la sociedad de Santa Cruz es bastante especial con respecto a la Causa Malvinas, porque aquí se vivió permanentemente el conflicto como en ninguna otra parte del país”.
“Los veteranos tenemos ese compromiso tener la memoria viva. Todo ese trabajo de hormiguita que hemos durante todos estos años da su fruto para las nuevas generaciones“, agregó
Y concluyó: “Malvinizar es la consigna siempre. Llevo 42 años malvinizando, desde noviembre del 82 que empecé a dar charlas en las escuelas y seguí a través del arte”.
La historia de José Honorio Ortega, el héroe santacruceño caído en Malvinas
José Honorio Ortega nació en 1963 y fue el único soldado santacruceño caído en la guerra de Malvinas, hacia donde partió con sólo 19 años para nunca más volver.
Era parte de la segunda sección de la compañía de Infantería “C”, que integraban conscriptos del Regimiento de Infantería N° 25 de Sarmiento, donde estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio. Por eso en la guerra fue integrante de la sección de 38 soldados que comandaba Juan José Gómez Centurión, enfrentándose durante horas a un grupo de 250 paracaidistas británicos.
Su cuerpo recién pudo ser identificado en el año 2018, en el cementerio de Puerto Darwin.
Lo identificó el Equipo Argentino de Antropología Forense, mediante un estudio de ADN, pero además se lo ubicó porque entre sus restos se halló un anillo de compromiso que reconocieron sus padres.
Antes que eso, pasó décadas en una lápida común para más de cien cuerpos donde rezaba la leyenda “sólo conocido por Dios”.
Su madre, Sonia, fue una de las primeras en querer la identificación de su hijo.
Ella viajó a las islas y allí, tras permanecer junto a su esposo frente a la tumba que ahora cuenta con la placa que identifica a José Honorio, dijo: “Hoy, al sentarme frente a su tumba, por primera vez sentí paz y tranquilidad”.
“Cuando viajamos la primera vez a las islas y me enteré antes de salir que no había nombres en algunas tumbas, había empezado a ser medio trágico y en ese momento se decidió entre las personas ir, buscar una tumba y poner un nombre hasta que hubiera esperanza; en aquella época ni se hablaba de hacer un ADN”, había dicho entonces.
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