Your browser doesn’t support HTML5 audio

La profesora e investigadora de la UNPA (Universidad Nacional de la Patagonia Austral), Romina Behrens, estuvo en el estudio de LU12 AM680 para hablar de los 10 años de Ni una Menos, fecha que calificó de “muy especial para las mujeres y para las diversidades”. “Hemos sido testigos de esa gran movilización que hoy cumple 10 años, que ha continuado y que como muchas decimos que ese primer Ni una Menos fue como un despertar para muchas, en relación a poder darle visibilidad a la violencia que estaban atravesando muchas mujeres”, comenzó.

Seguidamente, sostuvo que tuvo su expresión más extrema en los femicidios, como el de aquel momento con Chiara Páez (Rufino, 10 de mayo de 2015), “una joven de 14 años que estaba embarazada y que su novio en esa tensión que tenían respecto al embarazo decidió matarla y la enterró en el patio de su casa”, recordó. “Ese fue el primer femicidio en aquella época que generó mucho impacto y lamentablemente después de ese siguieron muchos más; mujeres jóvenes que eran encontradas después de estar días desaparecidas y ver esta impunidad de cómo se las mataba, que nos interpeló”, afirmó.

También destacó el trabajo de las periodistas que a través del Twitter, en aquel momento, “se organizaron muy espontáneamente” y “apareció el hashtag ‘Ni Una Menos’, y denunciando cómo los medios de comunicación cubrían estas noticias y salió la espontaneidad a la calle y se generó una un evento masivo de algo que veníamos reclamando con toda la historia que tiene el movimiento feminista, pero en aquel momento se hizo masivo y eso impactó de manera muy positiva”.

Luego, Behrens reconoció que cuando se revisan estos 10 años, “se ha hecho mucho en materia de género” pero dijo que en este contexto “duele ver cómo todo eso que se ha conquistado, es borrado con expresiones que nosotras lo decimos odiantes, porque pareciera que nos odian; también a las diversidades haciendo acusaciones fuera de lugar, que no tienen ningún tipo de justificación”.

Manifestó que recientemente se enteraron que se eliminaron los últimos 13 programas que quedaban en pie, que “por supuesto no funcionaron durante este gobierno pero que existían en la orgánica y uno de esos programas tenía que ver con la prevención de las violencias por motivos de género, o por ejemplo con los apoyos económicos para los hijos y las hijas que se quedan sin su madre, que son víctimas de femicidio, o sea que el nivel de crueldad que estamos viviendo a veces asombra demasiado, es difícil de digerir”, subrayó.

Asimismo, señaló que se ha hecho mucho “producto de haber instalado una agenda que hoy nos dicen que es una agenda woke (ideas progresistas) y que muy lejos estamos de llamarnos woke; para nosotros es una agenda feminista, de justicia social, trabajar por la igualdad tiene que ver con la justicia social”. Y consultada sobre si los fallos judiciales estaban a la altura de las circunstancias, respondió: “Las leyes van por un lado y las prácticas van por el otro; es algo que se sabe (…) Mucho de lo que estamos hablando, sobre todo en materia de género, tiene que ver con lo cultural, y esos esas transformaciones culturales no llegan de un día para el otro o porque se cree una ley”.

Y, por el otro lado, “si hablamos en el plano de la justicia, también son seres humanos que fueron criados, criadas en esta sociedad que tienen determinado pensamiento y  a veces es penoso ver cómo reproducen las desigualdades quienes tienen esa función y por eso una de las batallas que nos queda aún por dar es la reforma en la justicia; los cupos de representación de mujeres en la justicia y por qué no ir más allá pensando en el modelo de México que han votado a representantes de la justicia a través de una elección, que en Argentina estamos muy lejos”.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios