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La solidaridad volvió a manifestarse en Río Gallegos a partir del pedido de Antonela Romero, una madre que, preocupada por la pérdida de los anteojos recetados de su hija, acudió a las redes sociales para solicitar ayuda. La nena había extraviado los lentes mientras caminaban juntas por los barrios Marina y Belgrano, y su familia no podía afrontar el gasto de un nuevo par. Horas después, el dueño de una óptica local, que eligió mantenerse en el anonimato, se puso en contacto con la mujer para anunciarle que le obsequiaría los lentes que necesita María Luján, de tan solo tres años.

Antonela explicó que los anteojos se perdieron el jueves en las inmediaciones de las calles Francisco Ferrada, San Lorenzo, Cepeda y Liniers. Al regresar al hogar, advirtieron que la pequeña ya no los tenía puestos. “Perdimos estos lentes recién. Son anteojos recetados con tratamiento. Les rogamos, si alguien los levantó, que nos los devuelvan. No estamos en condiciones de comprar otros”, posteó.

Más tarde, la vecina compartió con La Opinión Austral la buena noticia: su hija recibirá un nuevo par sin tener que afrontar ningún costo. La niña necesita lentes con una graduación de 2,50 en el ojo derecho y 6,50 en el izquierdo, ya que presenta astigmatismo, inmadurez ocular y una leve desviación.

“El señor lo que me pidió es que no diga su nombre, me dijo que diga que en unos días van a llegar los lentes”, relató. Y añadió con emoción: “Estoy muy agradecida por la difusión y este ángel que Dios puso en nuestro camino para bendecir la vida de mi nena para que siga su tratamiento”.

También expresó su gratitud hacia “todos los que compartieron la publicación para poder llegar a personas tan buenas como él”. Luego recordó que los primeros signos de problemas visuales en su niña aparecieron cuando tenía apenas dos meses. “Cuando cumplió su añito empezó a usar lentes. Nos miró y nos decía ‘papá, mamá, te veo’”, comentó a este medio.

El contexto económico de la familia no es fácil. Justamente, Antonela lamentó que el padre de la menor está sin trabajo: “Yo estoy cuidando una nena, pero esa plata es para el alquiler. Lo que cobro de mi nena lo uso para comprarle leche y comida. Yo hago decoración, pero no estoy trabajando porque se me rompió el auto y no puedo trasladar las cosas”. Sobre el final, expresó conmovida: “Todavía no lo puedo creer, tremenda bendición para mi hijita. Mil gracias por la difusión”.

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