En un mano a mano con Santa Cruz Produce, el subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, abordó distintas temáticas de la producción ovina y bovina. El trabajo realizado y lo que queda, seguir conquistando el mundo y, en el caso ovino, desarrollando el mercado local.

  • Por Juan I. Martínez Dodda

Ingeniero en Producción Agropecuaria egresado en 1998, con un magister en Gestión de Empresas Agropecuarias, Rodrigo Troncoso ha desarrollado su carrera en el ámbito privado (mayormente como gerente de la Cámara Argentina de Feedlot) y la gestión pública (desde 2015) como un facilitador para la concreción de negocios. A lo largo de su gestión como subsecretario de Ganadería de la Nación ha buscado ser nexo entre el ámbito público y los privados, tanto con estrategias productivas como comerciales.

En
diálogo con Santa Cruz Produce Troncoso hizo foco en el panorama para la
producción y comercialización de carnes y lana. “Pocas veces en la historia,
Argentina ha tenido tantas opciones de negocios como las hay ahora, por eso,
las perspectivas son excelentes”, destacó como visión general haciendo hincapié
en la apertura de mercados. Y agregó: “la apertura del mercado es una parte del
trabajo, en muchos casos ahora, queda todo lo que hay que hacer fronteras
afuera para lograr acuerdos comerciales entre privados”.

Al
poner la lupa sobre el negocio ovino, destacó que “la Patagonia ha tenido
buenos años a partir de mejores precios para la lana que permitieron a los
productores pensar la actividad desde otro lugar”. “Estamos trabajando en
buenas prácticas de producción y esquila, porque esto tiene fuerte impacto para
seguir mejorando la calidad de la lana argentina que es valorada en el mundo”,
remarcó.

Desafío carne ovina

Troncoso
destacó el trabajo que vienen haciendo con la carne ovina desde 2018, “con
algunas acciones concretas, sin presupuesto”, y más firmes en 2019, un negocio
que tiene dos partes perfectamente complementarias: el mercado interno y la
exportación.

Hoy
la producción de carne vacuna representa el 50% de la oferta, 37% es de pollo,
12% cerdo y 1% ovina. Comparando 2015 con 2019, la oferta de carne al
mercado interno se mantuvo rondando los 5 millones de toneladas, pero cambió la
complisición de la tajada (hoy 2,3 millones de carne vacuna; 1,9 millones de pollo;
650.000 toneladas de cerdo, y 57.000 toneladas de ovino). Los argentinos
consumimos 112 kilos de proteínas cárnicas por año de los cuales sólo 1,2 kilos
es de carne ovina (Uruguay tiene 4 o 5 kg/hab/año muy por debajo de los 15
kilos de cerdo, los 45-47 de pollo y 50 de carne vacuna.

“El objetivo es que no sea sólo un consumo esporádico
para las fiestas con una pata o un cordero entero, sino que se pueda empezar a
consumir trozado, en milanesas, hamburguesas o empanadas”, graficó Troncoso. Ya
hay casos en la provincia de Santa Fe de empresas que hacen tienen la carne
ovina incluida en servicios de catering.

Para eso, están trabajando en la difusión de la marca
“Cordero Argentino” en ferias de alimentación (Caminos y Sabores o el
Campeonato Federal del Asado que se hará en septiembre en Buenos Aires) pero
también hay un trabajo por hacer entre frigoríficos y productores. “Para que los
productores oferten mercadería todo el año tiene que haber negocio todo el año,
por eso imaginamos un futuro con contratos entre ambas partes, los doce meses,
las condiciones están dadas, es tiempo de trabajo entre privados”, dijo
Troncoso.

El subsecretario de Ganadería destacó la apertura y
primer envío de carne ovina a Japón hecho por el frigorífico santacruceño
Faimali. “Es un mercado de alto valor muy icónico al que se exportaron
carcasas, hay que seguir trabajando para exportar cortes”, dijo. Para Troncoso
el camino es una integración entre el mercado interno y la exportación.

Panorama bovino

Al
referirse a la carne bovina, Troncoso destacó la amplia gama de mercados
abiertos que van desde Israel y Estados Unidos a China o Rusia. “Es verdad que
el 75% de la carne va a China, pero es porque hay buena rentabilidad, no es
porque no haya otras opciones”, dijo.

Respecto
del futuro, Troncoso apuntó que “la carne argentina patagónica es reconocida a
nivel mundial, no tanto por ser libre de aftosa sin vacunación, que es un tema
más técnico, sino por su calidad, por los animales en pastoreo, porque se
valora el contexto productivo”.

Como apostilla final, Troncoso destacó el trabajo
que se hizo de manera interdisciplinaria, entre distintas Secretarías de Gobierno,
organismos como el INTI y el INTA, y privados para lograr un Plan Nacional de
Manejo de Guanacos. “Es un excelente ejemplo de cómo se puede trabajar detrás
de un objetivo concreto, hoy la pelota está en el terreno de los privados, para
que empiecen a desarrollar negocios a partir de esta herramienta”, cerró.

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