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Una nueva especie de caracol fue descripta por Javier Di Luca, becario posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), junto a su director Guido Pastorino, ambos integrantes del Laboratorio de Ecosistemas Marinos (LEMar) del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN).

Bogasonia maradoniana se convirtió en la cuarta especie conocida del género y en la primera descrita en el hemisferio sur.

Se trata de Bogasonia maradoniana, un gasterópodo descubierto en 2009 en el fondo marino frente a la provincia de Santa Cruz, cuyo nombre rinde homenaje al futbolista argentino Diego Armando Maradona.

“Es la cuarta especie a nivel mundial que se conoce del género bogasonia. Tiene la particularidad de ser la única de las cuatro que es del hemisferio sur, las otras tres son del hemisferio norte, de aguas frías. Esto es llamativo en los moluscos o en los organismos que viven en el fondo del mar porque uno se plantea de qué manera puede ser que un organismo pueda pasar de un polo al otro, eso hizo que el descubrimiento sea bastante especial”, explicó Di Luca en diálogo con Radio LU12 AM680.

Particularidades

El descubrimiento se originó a bordo del buque Puerto Deseado perteneciente al CONICET, a partir de muestreos con rastras (una red de malla muy fina diseñada para recolectar organismos diminutos). Las muestras del fondo marino eran parte de un material que iba a ser descartado, pero que terminó siendo un descubrimiento asombroso y relevante.

En este sentido, explicó que los colectores fueron estudiantes vinculados al Dr. Daniel Roccatagliata de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA.

“El grupo que colectó el material lo analizó en busca de crustáceos (cangrejos, camarones, isópodos, etc.) y separaron todo el material de su interés, el resto de la muestra se guarda por las dudas o para que otras personas lo estudien en busca de otras cosas como pueden ser los caracoles. El material se mantuvo en alcohol 70% por lo que se preservan todos los organismos. Yo llegué a ese material en 2018 a través de Emanuel Pereira (compañero de la facultad y también biólogo marino) quien me dijo de la existencia de dicho material sobrante para ellos”, expuso.

 

Guido Pastorino, director, y Javier Di Luca, becario posdoctoral del CONICET, ambos integrantes del Laboratorio de Ecosistemas Marinos (LEMar) del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN).

“El trabajo básicamente se hizo en base a material recolectado en el fondo del mar frente a Santa Cruz con rastras. Después, ese material se lleva al laboratorio en el Museo Argentino de Ciencias Naturales y se hace todo el análisis y separación del material de lo que se obtuvo en esta muestra”, repasó.

“Aparecieron ejemplares muy chiquititos que serían los juveniles y también las puestas que son los huevos, a través de los cuales se reproduce esta especie de caracol”, precisó.

Es de destacar que además esta especie es la única del género de la que se conoce el ciclo de vida completo: desde los huevos (de apenas 0,5 mm) hasta los adultos (que alcanzan solo 2,1 mm).

Un descubrimiento argentino

En cuanto al nombre elegido, Di Luca comentó que “en el trabajo habitual a mi director (Guido Pastorino) y a mí, nos toca bastante seguido encontrar especies nuevas en el territorio argentino, no está muy explorado. Uno trata de ponerle nombres que hagan referencia a algo que sea distintivo de la especie, puede ser una característica morfológica del caparazón, por ejemplo. Y en el caso de Bogasonia Maradoniana lo más distintivo que entendimos que tenía esta especie era el hecho de que sea la primera del hemisferio sur“, señaló.

“Al decir ‘maradoniana’ estábamos señalando todo lo lindo que nos pasó al hacer este trabajo”.

En este contexto, consideraron buscar un nombre que no haga referencia únicamente al lugar donde se halló la especie.

“Habitualmente no dedicamos especies a alguien, pero siendo un caso tan particular, nos pareció que con decir ‘maradoniana’ estábamos señalando todo lo lindo que nos pasó al hacer este trabajo. Es una referencia ineludible para el país, uno dice Maradona y creo que en cualquier lugar del mundo automáticamente se piensa en Argentina”, completó.

Para finalizar, sobre el descubrimiento y el nombre que le dieron mencionó: “Creo que ayuda porque despierta la curiosidad de las personas que no están en el tema o no se dedican a estas cosas. De alguna manera, se pone en foco y mucha gente se entera de que hay un montón de caracoles chiquititos, de que hay mucha diversidad en la Argentina que aún no se conoce porque no se ha estudiado. Eso también suma a las personas que tengan ganas de dedicarse a esto y dedicar el esfuerzo a encontrar estas cosas chiquititas”.

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