Cuando una persona piensa en el ámbito del campo, automáticamente lo relaciona a un espacio exclusivo de los hombres. Las mujeres como Sofía van dejando esa postura, poco a poco, de lado.

 

 

Lo cierto es que desde que la Asociación Criadores de Caballos Criollos incorporó la competencia Freno de Oro en el año 2000 en Argentina, la primera mujer que pudo clasificar a la instancia mundial fue Sofía. Recién en febrero de 2021. Por eso le resulta importante difundir su historia, para que más mujeres se animen a entrar en un “ámbito de hombres”, como se los conoce tradicionalmente.

 

 

 

 

 

Rudd comenzó a participar profesionalmente a nivel competitivo en 2019, en la Credenciadora de Miramar, una instancia previa al importante Freno de Oro y amateur en comparación. En ese entonces también fue la única mujer en competición de los 30 participantes que hay entre la categoría de yeguas y caballos.

 

 

“Cuando entré al circuito profesional no había otras mujeres. Mis pares, por suerte, siempre me hicieron sentir bien”, destacó la domadora. Y agregó: “Mis compañeros me trataron como si fuese una más, no había diferencias”.

 

 

Sofía no entiende por qué hay tan pocas mujeres. “No hay ningún limitante en lo absoluto para pensar que una mujer no puede participar y estar al mismo nivel o incluso mejor que los hombres”, denunció.

 

Nueva perspectiva

La entrenadora equina relató que viene de una familia donde la diferencia entre hombres y mujeres era nula. Salvo para las tareas que requerían un poco más de fuerza física, todo se hacía codo a codo.

 

 

 

Quizás por el hecho de haber recibido esa crianza le resulta más familiar desarrollarse en el ámbito de los caballos. Al mismo tiempo, intuyó que quizás hay una cuestión que aún dificulta equiparar la balanza entre hombres y mujeres.

 

 

Aunque en estos días esa idea va desapareciendo de a poco, en nuestro país a las mujeres se las sigue encasillando en las tareas de mantenimiento del hogar, de la familia. “No es sólo el hecho de competir, es todo lo que conlleva. Es el hecho de domar un animal, que lleva mucho tiempo, para después entrenar a ese animal, que lleva otro tiempo más”, declaró Sofía.

 

 

La competidora profesional dijo: “Quizás por eso es que hay tan pocas mujeres. Yo, en cambio, tengo la suerte de tener un compañero que me recontra banca y que si no estoy para cocinar y lavar, él se lo hace”. Además, ella no tiene hijos y “esa es una libertad importante para poder realizar estas cosas”.

 

Tengo la suerte de tener un compañero que me recontra banca

 

Para Sofía, clasificar a la instancia nacional del Freno de Oro significó el resultado de mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y amor por lo que uno hace, tanto de su parte como de su familia y su pareja. Un trabajo de formación que, cualquiera que se proponga una meta, en el ámbito que sea, puede lograr. Algo que no distingue géneros.

 

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“No hay ningún impedimento para que compitan. Las mujeres tienen las mismas posibilidades que los hombres de ganar”. Y agregó: “Siempre dije que la única diferencia que veo entre un hombre y una mujer es la fuerza física. Después, no veo otra diferencia en cuanto a posibilidades de hacer cosas. Basta con que uno esté preparado y tranquilo con lo que sabe y con el animal que tiene”.

 

Las mujeres tienen las mismas posibilidades que los hombres de ganar

 

Rudd comentó que “hoy por hoy, por suerte, van cambiando los mandatos tradicionalistas” y “hay formas de poder lograr que las mujeres hagan la actividad que quieran y que el hecho de mantener la casa, el hogar, la familia, ya no sea un papel exclusivo de la mujer”.

 

“Creo que en muchos ámbitos la mujer está siempre después del hombre, entonces quiero aportar mi granito de arena para cambiar eso”, finalizó Sofía.

 

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