En “Bake Off Argentina, El Gran Pastelero”, se presentaron este lunes por la pantalla de Telefe, 14 reposteros aficionados. Todos dispuestos a sortear distintos desafíos que pondrán a prueba su creatividad y destreza técnica en el universo de lo dulce.

Los participantes lucharán para impresionar con su habilidad a los jueces con sus postres, tortas, galletas y panes. El desempeño de cada uno será evaluado, en diferentes etapas, por el exigente jurado buscando al mejor pastelero amateur del país.

El premio para él o la ganadora será de un millón y medio de pesos para poner en marcha su sueño gastronómico.

Paula Chaves vuelve a conducir el desafío que reúne a pasteleros de todo el país, el cual tiene en la mesa de jurados a los talentosos Damián Betular, Pamela Villar y Dolli Irigoyen.

Los participantes

El grupo se presenta grupal e individualmente, uno a uno van comentando parte de sus historias. No existe una edad predominante y el grupo es heterogéneo.

El desafío

 

En el debut, los participantes debieron elaborar una torta que los identifique. Cada uno eligió un tema en especial.

Al momento de la degustación, cada participante puso a consideración su creación.

Al final, el jurado debatió sobre los menos logrados. Llaman a Gimena, el “Chino” y Celeste.

Ya al probar la torta, Betular le dijo a Gimena que el bizcochuelo estaba un tanto apelmazado y si bien el relleno estaba bien para un postre, no lo consideró bien utilizado para la torta.

El “Chino”. hizo una torta con un tractor como principal decoración.

Celeste, la licenciada en Turismo de 34 años, estaba feliz por poder entregar un trabajo prolijo. Le dijeron que si bien tuvo aciertos con su preparación, debe esforzarse con el ganage blanco.

Y finalmente llamaron a el “Chino”, que presentó una torta con un tractor como principal elemento de decoración. Le recomendaron que no pierda la diversión a la vez que le advirtieron que una distracción puede dejarlo fuera de concurso.

En síntesis, esos fueron los peores.

Por los 5

El premio para el ganador de este primer desafío, consistía en 5 minutos extra, para el desafío del domingo.

Hubo dos seleccionados, en primer lugar llamaron a Silvina, la contadora de 41 años que tuvo mucho temor por la decoración de su torta porque no es su punto fuerte. Así y todo, fue lo que le dio la posibilidad de estar entre las mejores del debut.

El segundo participante convocado al punto central fue Hernán, que creó una decoración muy identificatoria: una serie de siluetas representando edificios y pasteles. Hace años que hace maquetas porque es arquitecto, de allí la habilidad adquirida y referencial porque le apasionan las dos cosas.

La torta de Hernán que deleitó al jurado.

Su trabajo le permitió quedarse con esos minutos que el domingo serán tan importantes tener bajo la manga.

Este primer programa cerró con imágenes de “Agus”, una de las participantes del ciclo anterior que falleció pero permanece en la memoria de muchos.

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