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La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Tierra del Fuego levantó la semana pasada el paro, luego de alcanzar un acuerdo con las empresas de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) y otros sectores, que garantizan la estabilidad laboral hasta el 31 de diciembre de 2025.

El conflicto tenía todos los trabajadores metalúrgicos de huelga, luego que el Gobierno Nacional oficializara la baja a los aranceles a la importación de teléfonos, además de otras rebajas a varios productos tecnológicos, que advirtieron pone en riesgo a más de 7 mil puestos de trabajo.

Sin embargo, los fueguinos aseguran que el debate de fondo aún no está dado. Explican que más allá del régimen de promoción industrial se debe debatir sobre la integridad del territorio argentino.

¿Cómo es que un conflicto laboral se entrelaza con la soberanía nacional? Horacio Catena, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF) lo explicó en una entrevista por LU12 AM680.

“Lo que más nos preocupa, y ahí hemos intervenido, es en marcar claramente que el problema de la Ley 19.640 de Promoción Industrial no es solo los aranceles, sino que es la soberanía argentina“, precisó.

Horacio Catena, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación Fueguina.

Celebró que aquella sociedad “haya retomado este debate, hacía rato que no sucedía. El movimiento obrero y los sectores populares demostraron un alto grado de unidad para enfrentar este tipo de ataques”.

Remarcó que en este punto de conflicto -mediante la lucha de los trabajadores- lograron “colar el debate sobre nuestro territorio, pero todavía no está instalado con un problema serio”.

Seguidamente, aseguró que los “recortes en el régimen de subsidios del gas para la zona fría es desalentar el poblamiento. No nos están dando nada de lo que nos corresponde. Producimos el equivalente al gas que consume todo capital federal, algún que algún beneficio deberíamos tener”, “estamos ante una política destinada a atacar la soberanía y nosotros vamos a responder”.

Sin el quite de los aranceles “había pérdida de puestos de trabajo y de poder adquisitivo. Pero, imagínense si esto se profundiza. La primera preocupación es no caer en la pobreza e indigencia“.

“El segundo problema que tenemos es el hábitat. Si bien es un problema nacional, el problema de el acceso a las viviendas en Tierra del Fuego es mucho más complejo”. Advirtió que en “Ushuaia está instalado el modelo del turismo extractivista y genera alquileres impagables y la preocupación es más generalizada. Miremos cómo repercute: No tenemos la cantidad de docentes que necesita el sistema educativo por lo que muchos venimos del norte del país a buscar trabajo y oportunidades. Así, muchos han tenido que volver a sus lugares de origen porque era imposible pagar los alquileres”.

Soberanía

Recordó que el proceso de migración a Tierra del Fuego estuvo basado históricamente en ejes definidos de forma estratégica para defender la soberanía: defensa de las Islas Malvinas, cruce por aguas argentinas, y la Antártida que es el futuro del mundo y la humanidad.

A partir de esos ejes viene la industrialización. Es importante tener en cuenta los objetivos que nos pusimos como Nación. En el paso por aguas nacionales Río Gallegos tiene mucho que ver y la base logística antártica, pero tiene que ser nacional y no una base militar atómica estadounidense como la que quieren montar ahora”.

De esta manera, aseguró que en la actualidad “hay un cuestionamiento a la Nación tal como la concebimos y la conocemos”, “en el museo kelper en las Islas Malvinas dice claramente que el próximo paso es la Antártida. Y ellos planifican y ejecutan, ya desarrollaron investigaciones en hidrocarburos y ahora van por una logística portuaria que los proyecta al Atlántico Sur y a la Antártida”.

Desde el punto más austral de Argentina remarcó que “este debate nacional lamentablemente no se está dando, mientras que la dirigencia política de nuestro país y de nuestra provincia tiene huelga de ideas”. Entonces, “la base militar integrada no va a ser Argentina como la necesitamos, el puerto de Río Grande no va a existir y seguiremos pasando por Chile para llegar al Continente por tierra. Eso es la dependencia total y absoluta a la OTAN“, disparó.

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