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La categoría Monomarca 1300, nacida en 1993 y que en corto plazo tomó una injerencia notable en el automovilismo regional, pasa hoy por una situación algo complicada debido a la modernidad del nuevo auto incorporado como el Fiat Uno, que al decir de la mayoría, cuenta con una performance mayor que el tradicional Fiat 128 con el que nació la especialidad.

Esto se viene planteando desde hace unos dos años cuando el modelo mas moderno comenzó a predominar sobre el tradicional, lo que ocasionó mas de un comentario y últimamente mas de una deserción, porque quienes poseen el clásico 128, a todas luces quedan en desventaja con los Fiat Uno que doblan mas rápido, algo que los parciales y el tiempo final destacan en cada oportunidad.

Ante esta situación, la categoría ha tomado algunas determinaciones como la puesta en escena de una brida para los Fiat Uno que les limita un poco la potencia, tratando de equiparar con buen criterio la situación, y finalmente este año aparecen dos clases (la Clase 1 con los autos tradicionales y la Clase 2 con los nuevos modelos), corriendo todos juntos como sucedió en la primera fecha de marzo, donde al final se otorgaron podios por separado para cada clase.

Hasta aquí no hay discusión porque se trabaja con la idea de equiparar y la intención de que retornen los que se han quedado en casa ante la falta de chances con los Fiat 128, pero si esto es correcto como se cree, habría que tener también dos campeonatos, uno por cada Clase, porque eso aumentaría notablemente el incentivo y mas allá de que corran juntos, tendrían que tener clasificación final por separado y puntos por separado lo que le daría mas claridad y otro color principalmente a la Clase 1, tal como se vio en la primera fecha.

Por un lado la batalla que empezaron siete Fiat Uno con Sebastianelli, Rodríguez, Medina, los dos Fernández (padre e hijo), Gallardo y Garay quienes por ahora parecen ser los que lucharán por el título de este año, y por otro lado los Fiat 128 con Rudi Villafañe, Gonzalo Orellana y Nahuel Soria detrás, el podio de marzo, pero que a todas luces no tiene alternativa con el otro modelo, motivo por el cual si se pretende aumentar el parque y sacar de su ostracismo a los 128 guardados, habría que darles un incentivo mayor y un campeonato para ellos sería quizás la herramienta mas lógica y razonable.

De no ser así, los que todavía cuentan con el modelo tradicional se quedarán charlando en la terraza de boxes y viendo como los Fiat Uno dominan las acciones sin discusión, mientras los otros modelos quedarán como acompañantes de un grupo que peleará por la punta en cada ocasión, y solo por una casualidad, algún Fiat 128 podría estar en el pelotón de adelante.

Quizás sea la hora de tenerlo muy en cuenta, y darle al tema una solución definitiva para buscar la participación generalizada de una categoría que llegó a poner en pista 40 autos, y que hoy apenas pasa la docena.

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