“Pancitas Felices”, el comedor y merendero ubicado en el barrio Esperanza de Caleta Olivia abrió sus puertas hace más de dos años, pero el impacto de la pandemia generó mayor demanda por la falta de empleo y dificultades económicas de muchas familias que viven en ese barrio y zonas aledañas.

La creadora de esta iniciativa solidaria fue Natalia Sosa, que durante todo el año pasado logró, junto a dos voluntarias, darles un plato de comida y la merienda a muchas familias caletenses que se encuentran en estado de necesidad.

 

Natalia y sus compañeras cada mañana comienzan la preparación de grandes ollas de comida. En un principio era algo muy complicado, ya que debieron adaptarse a la situación de emergencia sanitaria para que los niños y niñas del barrio se siguieran alimentando.

 

Con muy pocos recursos, decidieron arrancar por el mes de abril, tomando todas las medidas necesarias debido a la pandemia por Covid-19. Con barbijos y guantes, preparan la comida o la merienda y para no tener contacto con los más chicos, decidieron entregarlas en forma de vianda.

Campaña

Aproximadamente son 90 los pequeños que asisten todos los días. Este comedor no recibe ayuda más que la solidaridad de quienes saben de su trabajo y donan alimentos.

 

Es por eso que la agrupación Manos de Esperanza decidió aportar su granito de arena llevando adelante una campaña para reunir alimentos, “Esta vez necesitamos de ustedes para poder ayudar al comedor del barrio 187 de Natalia Sosa. Están precisando principalmente verduras, frutas y carne”, dice el comunicado que compartieron en redes sociales.

 

“Si podés colaborar, avisanos y los ponemos en contacto directo con ellos o podemos coordinar el retiro, así se lo acercamos. La sumatoria de lo pequeño hace grandes cosas”, finaliza.

Natalia Sosa, creadora del comedor ubicado en el barrio Esperanza. FOTO: LOZN

En este marco, La Opinión Zona Norte se comunicó con su encargada, Natalia Sosa, quien comentó que hoy necesitan alimentos para preparar el desayuno y el almuerzo, “estamos entregando 90 porciones de comida dos veces por semana”.

 

Además, expresó que siguen trabajando a pulmón y “trabajamos solos, lo hacemos porque nos apasiona. El Municipio, cuando puede, también nos ayuda y tratamos de seguir día a día con las colaboraciones que nos hacen llegar”.

 

Los productos que más necesitan para continuar realizando las viandas son: “Alimentos secos, verduras y leche”, dijo, agregando que “estamos esperando que algún corazón solidario se acerque y nos dé una mano. Todo suma”. Para comunicarse con Natalia, llamar al 297-4214967.

 

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