En la reserva de lobos marinos de Caleta Olivia, ambientalistas registraron las consecuencias de un nuevo ataque de canes cimarrones. Un cachorro de lobo y algunas aves autóctonas resultaron muertos. Reclaman la búsqueda de una solución.
En el sector que va del basural municipal al Cadace,
de Caleta Olivia, habitan numerosos perros cimarrones. Una jauría, de al menos
8 canes, fue registrada por voluntarios de la entidad ambientalista. Fue luego
de descubrir, el pasado sábado, el resultado de un nuevo ataque de estos canes
salvajes.
Sobre la arena, hallaron un lobo cachorro muerto con
evidentes signos de mordidas. Así también, encontraron sin vida varias aves
marinas. Las expresiones de preocupación no se hicieron esperar. El Cadace, y
algunos de sus también voluntarios, publicaron las fotografías de lo
acontecido.

No es la primera vez que sucede y, de no mediar una
solución, tampoco será la última. Algunos de los operadores ambientales
puntualizaron que los canes sueltos, tanto callejeros como cimarrones, son un
“problema ambiental”, y reclamaron que las autoridades de la ciudad pongan
“manos a la obra” y encuentren una solución.
No son pocos los vecinos que piden el retorno de la
perrera, a contramano del trabajo que llevan adelante las protectoras. El argumento:
“lobos, guanacos, martinetas, aves marinas y otras especies autóctonas también
son animales, y los debemos proteger”.
Así se abre nuevamente el debate acerca de una
problemática que trajo fuertes discusiones en diversas comunidades de la Zona Norte
provincial. El caso de Puerto Deseado es quizás el que mayor trascendencia
tomó, por el rechazo a la reimplantación de la eutanasia de canes controlada
desde el Estado. Incluso tuvo su eco nacional, y su vuelta atrás.
Pero también se dio en Los Antiguos, luego que una
mujer sufriera las consecuencias del envenenamiento de sus perros, y también
estuvo a punto de perecer. Y en Las Heras, donde la actividad de las
protectoras trasciende los límites de esa comunidad.

Sobre la materia, el 30 de noviembre último, en Caleta
Olivia se llevó adelante una audiencia pública en instalaciones de la Unión Vecinal
del barrio 26 de Junio. Alrededor de 40 personas participaron de la
convocatoria, realizada por el Concejo Deliberante a propuesta del edil Pablo
Calicate (PJ-FVS).
Tras el análisis de los planteos y la redacción de las
conclusiones, se espera que en poco tiempo más se realice la exposición de las
mismas, y se materialice en un proyecto que encare de lleno la problemática.
Mientras tanto, continúan sucediendo esporádicas
matanzas de fauna silvestre. Los canes, claro está, responden a sus instintos
naturales. Pero no son los únicos que atacan a la avifauna costera. También las
personas irrumpen en los espacios reservados, y existen abundantes pruebas de
ello (ver foto). Por eso el planteo se extiende más allá de la circunstancia
protagonizada de los perros sueltos y/o cimarrones, y seguirá dando qué hablar.
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