No te podés morir, mi amor, alguien llame a una ambulancia”, fueron las palabras que Sofía Ávila gritó arrodillada junto al cuerpo de quien era su pareja, luego de darle una estocada en el cuello, el pasado 6 de marzo en Río Gallegos.

 

El interior de la vivienda donde ocurrió la muerte.

 

La víctima, un hombre de 40 años, era Juan Manuel Padrón. Su cara ahora se replica en múltiples carteles en las calles de nuestra ciudad capital pidiendo por justicia y el esclarecimiento de las circunstancias en las que murió.

 

 

Luego de idas y vueltas, la Justicia finalmente procesó con prisión preventiva a Sofía Ávila pese a que, en su momento, le había otorgado la falta de mérito. De igual manera, por el momento, no pisará una prisión ya que se encuentra con un tratamiento por adicción a las drogas en el prestigioso centro GENS, de Boulogne, en Buenos Aires, con una tobillera electrónica, por decisión de la jueza Rosana Suárez.

La familia de Padrón espera que Ávila sea trasladada a una cárcel común, entendiendo que en las prisiones también hay personas que sufren adicciones. Por lo que esperan que un perito oficial realice una nueva pericia psicológica para demostrar que ella debe ser encarcelada. “La van a querer hacer pasar por ininmputable”, pronosticó Marcela, la hermana de la víctima fatal.

 

Escena del crimen: efectivos hallaron un zapato en una camioneta estacionada en la vivienda

La Opinión Austral tuvo acceso a las pericias criminalísticas y del procesamiento por “homicidio agravado” que pesa sobre Sofía Ávila y te cuenta detalles de lo que ocurrió antes, durante y posterior al hecho que terminó con la vida del militante radical.

En este punto, cabe afirmar que la familia de Padrón, busca que se de a conocer los detalles del crímen “para que se haga justicia y se conozca todo lo que pasó desde el día uno”, dijeron a La Opinión Austral.

 

Todo empezó en la noche del cinco de marzo, una velada romántica con drogas terminó concluyendo con Juan Manuel muerto en el piso del living-comedor de la casa que compartía con Sofía, en la calle Jamieson al 600 de nuestra ciudad capital.

 

El living. Manchas de sangre en todos lados.

Esa noche, la pareja había ido primero al casino y luego a cenar a un conocido restaurante, luego de unas copas de vino, fueron al pool de la esquina de Kirchner y España. Allí, según testigos, Sofía ya estaba mal, se la veía desorientada. El narcotest que luego le practicaron daría cuenta que había consumido: alcohol, marihuana, cocaína y benzodiazepinas (drogas del tipo ansiolíticas).

Juan Manuel Padrón.

En un momento, luego de la medianoche, Juan Manuel y Sofía subieron a la Ford EcoSport y volvieron a la casa, lugar que luego de unos minutos se transformó en el escenario de un cruento homicidio.

 

La pareja vivía en la casa ubicada en el fondo del terreno. Delante vive la hermana de Sofía con su novio. Ellos escucharon llegar a Juan Manuel y a Sofía.

“En el pasado, ya tuve que llamar a la Policía varias veces porque discutían y varias veces la vi con moretones que trataba de esconder con el pelo o maquillaje”, declaró la hermana de la joven ante la Justicia.

 

En el interior de la casa todo era un caos. Sofía estaba sólo en ropa interior, Juan Manuel estaba con un jean y sin remera.

Luego de la discusión, comenzó un forcejeo. Según indicó el perito criminalístico, Luis Macedo, en su informe “hay que hacer especial hincapié en lo que sucedió en lo que sería el escenario primario, la habitación”.

 

La casa. El desorden generalizado en el living y manchas de sangre.

Allí, había un tender sobre la cama y un televisor amurado a la pared con su pantalla destruida, producto del forcejeo de la pelea que ambos mantenían.

De acuerdo al informe al que tuvo acceso La Opinión Austral, el forcejeo e intercambio de golpes se trasladó a la zona del living comedor. En un momento dado, Sofía tomó un cuchillo y, estando de frente a Juan Manuel, lo atacó. La estocada llegó al brazo izquierdo del militante radical.

 

Luego de este ataque, Juan Manuel habría intentado reducir y asfixiar a Sofía. La habría tomado desde atrás, le cruzó un brazo por delante y el otro por detrás del cuello. En este momento, la mujer tomó otro cuchillo con la única mano que tenía disponible y comenzó a tirar puntazos al cuerpo del hombre.

 

Uno de ellos fue fatal. Dio en la aorta de Juan Manuel. Finalmente, Sofía pudo liberarse.
Aquí comenzarían a correr los diez minutos de sobrevida que tuvo el hombre.

 

 

Simulación I. El primer ataque de Sofía a Juan Manuel.

El informe rubricado por el reconocido profesional Francisco Echandí, del Cuerpo Médico Forense dependiente del Tribunal Superior de Justicia, indicó que Juan Manuel agonizó ese lapso de tiempo entre la estocada y hasta que su corazón dejó de latir.

 

El búnker. La familia de Padrón habló con La Opinión Austral. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL

 

La víctima no cayó desplomada en un primer momento, tras el ataque recibido, se movió dentro de la casa. Manchó una pava eléctrica, un bidón de agua además de otros objetos y la pared.

 

Luego, de acuerdo a los peritos, finalmente se dejó caer casi en la entrada de la vivienda. No presentó lesiones en la zona de la nuca ni de la cabeza, por lo que se presume que no se desplomó, junto a una valija que terminó llena de sangre.

Sofía no sabía qué hacer y fue a pedir auxilio a su hermana. Quien la recibió fue su cuñado. Él la vio bañada en sangre y trató de abrir el portón. Ella buscó un tenedor y finalmente pudieron ir adonde estaba Juan Manuel. En paralelo, la hermana llamó a la Policía.

En un gran trabajo llevado adelante por el Cuerpo Médico Forense, se pudo establecer, gracias a la clasificación de patrones de manchas de sangre, la procedencia de cada una de los rastros encontrados en el lugar.

 

El Cuerpo Médico Forense pudo establecer el tipo de manchas de sangre encontradas en el lugar

Con ese trabajo, se pudieron establecer patrones de rozamiento alrededor de Padrón, de limpiamiento a uno de sus costados y “tipo charco” con el cuerpo del hombre ya estático, “goteo dinámico” en la zona del living, además del principal, el del chorro arterial, producto de la estocada final.

 

Simulación II. Cómo el hombre sostenía a la mujer.

 

Luego lo que se sabe es que Sofía estuvo en la Comisaría Tercera, y la jueza ordenó la falta de mérito. La querella apeló y finalmente terminó procesando con prisión preventiva a la joven, el martes pasado, como fue exclusiva de www.laopinionaustral.com.ar.

 

 

 

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Como dato, este diario pudo saber que los cuchillos secuestrados son claves para la causa, ya que este lunes se fijó la audiencia de la pericia Interdisciplinaria de prueba de compatibilidad de las armas blancas halladas.

 

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