Con 15 años, Millaray Cattani tomó la trágica decisión de quitarse la vida, el 14 de abril de este año, en Puerto Deseado. Una adolescente sonriente, con muchos amigos, con anhelos para su futuro, con el sueño de estudiar medicina, se quita la vida. ¿Por qué? Las preguntas llevaron a su familia -su hermana Ayelén, dos hermanos, mamá y papá- a investigar la razón de su decisión, algo que les ayudará a entender por lo que Millaray estaba pasando en esos últimos días. Así descubrieron un doloroso secreto que la jovencita guardaba.

 


Hace dos años, Millaray había sobrevivido a una agresión sexual. Un hombre de entre 21 y 22 años, cuyas siglas del nombre corresponden a GED, fue acusado de haber abusado sexualmente de ella. Las amigas, todas menores, le contaron a Ayelén que Millaray no quería mantener relaciones sexuales con GED y que él la obligó. El abuso ocurrió en el año 2019, cuando ella era solamente una niña de 13 años. La denuncia se hizo el 26 del mismo mes que murió la jovencita, desde entonces no hubo accionar por parte de la Justicia.

 

La foto que Millaray publicó el 17 de marzo de este año.

GED gozó más de dos meses sin que nadie en el pueblo, solo las amigas y la familia de Millaray, supiera lo que pasó. Y luego de que Ayelén Cattani revelara que a su hermanita la habían violado, y que eso fue el detonante para que se quite la vida, las fotos y las redes sociales de GED empezaron compartirse entre vecinos y vecinas de la ciudad portuaria. Su nombre completo comenzó a circular en grupos de WhatsApp: “Fue él”, aparecía escrito junto a las dos únicas fotos que estaban públicas en su cuenta de Facebook.

GED posando en una selfie frente al espejo.

Burla y partida

El acusado de violar a la adolescente cerró su cuenta de Facebook el miércoles de la semana pasada, pero dejó una abierta, aunque hace unas horas la desactivó. De su Instagram, que figuraba con su segundo nombre, borró todas sus fotos publicadas, sus destacados y sus seguidores. Solo dejó en vista a 61 cuentas que seguía y un perturbador mensaje a quienes vieran su cuenta, una burla al dolor de una familia, de una comunidad, de un país entero: “jajaj”. Ese “jajaj” que figuraba en la parte que uno debe poner su nombre en Instagram, causó bronca en organizaciones feministas de la localidad.

 

Una amiga del acusado dijo que GED se habría ido de Deseado porque allá se “tapa todo”

 

 

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Manada Sorora, una cuenta de Facebook que publica testimonios de mujeres sobrevivientes de violencia, publicó la captura del “jajaj”. Y escribieron: “La siguiente imagen es una captura de la única red social que dejó abierta (GED), de la cual eliminó todo contenido, pero no conforme con haber provocado tanto sufrimiento a Millaray ahora se regocija del dolor de su familia dándonos a entender a todos con un jajaja que ni siquiera le importa la indignación de la sociedad”, dice el posteo que fue comentado por vecinos molestos.

Cerró todas sus redes sociales.

Aprovecharon para pedir que, si hay más mujeres que fueron víctimas de GED, se comuniquen con el grupo que figura con ese nombre en Facebook. “Si alguien más fue su víctima, le pedimos por favor que se ponga en contacto con este grupo, para poder acompañar. Esperamos que la Justicia actúe inmediatamente, ¿Cuántas más víctimas tenemos que lamentar? ¡Justicia por Millaray!”. Según se conoció, en las redes ya existían “escraches” en contra de GED, por abuso sexual y acoso, pero fueron borrados.

 

 

Se espera el resultado de la autopsia psicológica que estaría terminada en los próximos 15 días

 

Asimismo, los abogados de la familia, Rocío Marciscano y Cristian Fernández, encontraron a otras dos menores que también habrían sido víctimas del mismo joven. En uno de estos casos se concretó el abuso, mientras que el otro sería de acoso. Hasta el momento no se presentaron las denuncias formales por ninguno. La familia de Millaray se mantiene en contacto con ambas menores, con la esperanza de que se presenten ante la Justicia. Sin embargo, aseguran que no quieren presionarlas para no “revictimizarlas”.

 

El acusado tiene entre 21 y 22 años.

Una causa que no avanza

La familia hizo la denuncia del abuso sexual el 26 de abril, 12 días después de la muerte de Millaray, y en el trámite penal adjuntaron capturas de pantalla de mensajes que la jovencita les había enviado a sus amigas (y compañeras de la escuela) contándole lo que le había sucedido, evidenciando que no soportaba la violación, y dando a conocer que, días antes de suicidarse, su agresor había aparecido nuevamente en su vida y la hostigaba a través de redes sociales. GED fue la última persona que tuvo contacto con la adolescente.

Ariel Quinteros, fiscal de instrucción de Puerto Deseado.

Desde que se hizo la denuncia, los Cattani se guardaron al silencio con la intención de “dejar todo en manos de la Justicia”, pero a principio de la semana pasada decidieron hablar porque, según perciben, “en dos meses no se avanzó nada”. El fiscal Ariel Quinteros solicitó que ambos expedientes (suicidio y abuso) se unifiquen, pero no solicitó las principales medidas de prueba que reclaman los abogados de la familia. Ayelén Cattani le dijo a La Opinión Zona Norte que pidieron una autopsia psicológica. Es decir, una evaluación de sus redes, sus aplicaciones y las conversaciones con sus pares.

 

Hay otras dos víctimas de GED -una por abuso y la otra por acoso- que podrían denunciar

Cabe resaltar que, aunque al principio la familia no quiso dar a conocer la identidad del acusado, la comunidad se sintió indignada y comenzó a develarlo. Una amiga de GED relató a La Opinión Zona Norte que el muchacho acusado se habría ido de Puerto Deseado porque allá se “tapa todo” y porque “es hijo de alguien que es de la fuerza de seguridad” de Santa Cruz. Pero, exactamente, ¿Quién es GED? Según dijo Ayelén, este hombre era conocido de Millaray por ser el hermano de una compañera de escuela.

Declaraciones del fiscal

La hermana de Millaray, Ayelén, que encabeza el pedido de justicia por la adolescente, contó que desde fiscalía la llamaron para que testifique, pero salió llorando por el trato y las frases que escuchó en respuesta a su pedido de contar sobre el abuso sexual al que fue sometida su hermanita. “No me preguntaron nada sobre el abuso. Cuando les dije que quería agregar lo que su mejor amiga me había contado, el oficial escribiente que registraba las declaraciones me dijo: ¿Y si tanto la cuidaban por qué le pasó esto?”, relató a Infobae.

 

El fiscal Ariel Quinteros, dijo que las acusaciones en relación a GED “por ahora están en el aire”

 

Ante las consultas por la causa, el fiscal Ariel Quinteros explicó que espera la autopsia psicológica de la menor que llevan a cabo una perito criminalística y una psicóloga forense a través de entrevistas con allegados, informes escolares y evaluación de libretas y otros tipos de registros. Según su visión, dado que Millaray tenía 13 años y la relación sexual “habría perdurado en el tiempo” la Justicia debe evaluar la “inmadurez sexual” de la víctima y si vivió el episodio como un hecho traumático. Por esta razón, la autopsia psicológica “es clave” para determinar cómo avanzar. La misma estaría terminada en los próximos 15 días.

 

Graciana Peñafort, calificó como “indignantes” los dichos del fiscal de la causa, Quinteros

Sobre la situación de GED, principal sospechoso para la familia Cattani, Quinteros dijo que “las acusaciones por ahora están en el aire, yo hace quince años que trabajo en la fiscalía, conozco todos los legajos que tengo y nunca escuché a esta persona (GED) en alguna causa, ni como denunciado y mucho menos condenado. ¿Investigarlo? Hoy estoy esperando el resultado de la autopsia psicológica. La familia habla de un suceso que habría sucedido hace dos años y a esa persona ella siguió frecuentando. De hecho, en un cruce de llamados que analizamos, hay mensaje de ella en los que no se evidencia ninguna situación traumática”.

 

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Peñafort sobre el caso

 

Graciana Peñafort, directora de Asuntos Jurídicos del Senado de la Nación.

 

La directora de Asuntos Jurídicos del Senado de la Nación, abogada Graciana Peñafort, también reconocida por los hilos textuales que publica en Twitter, se expresó en relación del caso Millaray. Recordó que hace días dio una charla sobre reforma judicial con perspectiva de género, donde señalaron temas que son “deficiencias del Poder Judicial y suceden con una crueldad espantosa”, escribió. Peñafort compartió una nota periodística que, para ella, pone en evidencia “el horror de ciertos funcionarios del Poder Judicial cuando se trata de investigar delitos que involucran violencia de género”.

 

 

 

En sus siguientes tweets resumió el caso Millaray, para quienes lo desconocen, y se refirió a la falta de lugar a las medidas de prueba que solicitaron los Cattani, como así también a las declaraciones del fiscal Ariel Quinteros, que tomó como “indignantes”. “Es un desparramo de prejuicios, deficiencias técnicas e indiferencia brutal frente a la situación. Indiferencia al dolor de la familia de Millaray, indiferencia al infierno que debe haber pasado la nena antes de decidir suicidarse, e indiferencia ante las otras chicas que no se animan a denunciar y menos aún lo van a hacer con este fiscal”.

 

 

 

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