Con una sensación térmica que supera los 11°C bajo cero, el invierno en la Patagonia no da tregua. Quienes más afectados se ven son familias vulnerables y aquellos que no tienen acceso a la red de gas. Una gran parte de la población invierte un alto costo económico en garrafas de gas envasado y en Río Gallegos las cifras no son menores.

Se trata, por lo general, de barrios de la periferia de la capital provincial, de las zonas más populosas y que no tienen acceso a la red. Para quienes tienen acceso al gas natural, una familia “tipo” compuesta por cuatro personas paga entre 2 mil y 3.500 pesos, dependiendo de la zona.

Las viviendas suelen estar calefaccionadas con elementos precarios o de conexión eléctrica que ya han ocasionado más de un accidente.

Acorde a lo que pudo conocer La Opinión Austral, sólo en la capital provincial la empresa SURGAS, ubicada en la costanera y que es quien comercializa y distribuye al interior provincial, vende 350 garrafas de 10 kilos por día. Mientras que los tubos de 45 kilos alcanzan las 60 unidades diarias. La recarga de 10 kilos cuesta 620 pesos y la de 45 vale 6.500.

En comercios de los barrios de la periferia el valor asciende aún más, costando entre los 750 y 950 pesos la de 10 kilos. Se trata, muchas veces, de almacenes de barrio o personas que compran y distribuyen para algunos vecinos cercanos y que aumentan su precio por los costos de distribución.

Dependiendo de las dimensiones de una vivienda, su grupo familiar y el uso que se les dé, cada garrafa varía en su duración. Por ejemplo, una familia compuesta por dos personas, madre e hija, consume una garrafa cada tres días. Una familia de cuatro personas, en tanto, puede superar las cinco garrafas semanales.

En la empresa la recarga de 10 kilos cuesta 620 pesos y la de 45 vale 6.500

El invierno se trata, para estas familias, de una de las peores épocas por el costo económico que implica sostener la tarea diaria en los hogares, pero también es propenso a generar problemas de salud en niños y adultos.

El panorama es aún más complejo para quienes, además, calefaccionan las viviendas con elementos precarios. Por lo general, los caloventores son una opción, pero han generado reiterados cortes por la baja tensión y también accidentes e incendios de gravedad que han dejado “con lo puesto” a las familias.

“El gas es esencial”

Selva, por ejemplo, es una vecina del barrio Bicentenario I. En su caso, compra la garrafa de diez kilos y la usa para calefaccionar la casa en la que vive con su hijo menor. Cada una cuesta 950 pesos y le dura dos días.

Su vivienda es pequeña, tiene un baño, una cocina y un dormitorio y, mínimo, usa diez por mes. Un total de 9.500 pesos.

FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Se la compro a una señora de acá del barrio que vende cerca y la verdad es que hace mucho frío y hay mucha humedad, por ejemplo, ahora estoy sin agua porque está todo escarchado”, contó a La Opinión Austral.

El programa Hogar es una de las líneas del Gobierno Nacional que otorga un subsidio directo mensual para hogares de bajos recursos y entidades de bien público sin acceso a la red de gas natural, en todo el país.

Con ese lineamiento, Selva tiene cubiertos 2.500 pesos, pero el costo le resulta muy alto aun así.

Los barrios más afectados son los periféricos donde viven numerosas familias

Oscar es otro vecino que, presente en la empresa, contó a La Opinión Austral que compra dos garrafas de 10 kilos y un cilindro de 45 kilos que le duran, estimó, 15 días.

“El costo, depende el uso que uno le dé, es de aproximadamente ocho mil pesos. Yo lo uso para calefaccionarme y cocinar, tratamos de sobrevivir como se puede”, contó. Oscar hace changas en la construcción: “Imaginate, la uso para prender una hornalla y tomar unos mates nomás”, describió.

En comercios de los barrios de la periferia cuesta entre 750 y 950 pesos la de 10 kilos

“No dependo de un sueldo ni nada, hoy por suerte tenemos la suerte de que estén trabajando en la red de agua para terminar de hacer las instalaciones ahí, pero es casi como una zona rural”, explicó.

FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

La garrafa, por ejemplo, varía en su duración: “Si las uso a diario me duran diez días, son unas tres cargas en un mes que significan 24 mil mangos, es un montón de plata y es imposible de bancarlo”, sostuvo a La Opinión Austral.

Cinco mil por semana

Otra de las vecinas atravesadas por la situación es Laila, quien vive en el barrio Santa Cruz de la capital provincial. Ella vive con su papá, su esposo y su hija. En la casa tienen dos habitaciones y es de material precario, por lo que el frío lo padecen aún más.

FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Yo por semana prácticamente estoy gastando cinco garrafas; para las personas que somos de bajos recursos y no tenemos la casa bien cerrada es mucho”, contó.

En su habitación tiene una estufa que es una pantalla de gas y esa dura todo el día prendida. Hace poco se le rompió la cocina que tenían por usarla mucho.

“Después la pieza de mi papá usa una garrafa cada tres días. En la cocina donde cocino y calefacciono se van cinco garrafas”, detalló a La Opinión Austral.

Las garrafas de 10 kilos duran entre dos y tres días, dependiendo de su uso

Por tema de cuidados, contó la vecina, las suelen apagar antes de irse. “En la planta está más barato, pero es algo esencial en la Patagonia tener gas y el agua. Yo estoy hace cinco años acá y cuando vine no tenía luz.

Con los caloventores se hacen muchos cortes y el gas, para este tiempo de frío, es lo más importante”, describió.

En el barrio, las garrafas de diez kilos cuestan entre 750 y 950 pesos. “Yo acá en el barrio la compro a 760 que es una compraventa, pero en los negocios cuestan 850. Pero es una garrafa chica y hay veces que a medianoche te quedás sin gas”, mencionó sobre el preocupante escenario.

Otras ciudades

El programa nacional que brinda el subsidio abarca sólo las garrafas de 10 kilos, alcanzando los de 15 kilos en otras provincias, y no contempla los tubos de 45 kilos. En Santa Cruz se distribuyen de 10 y 45.

La cantidad de garrafas varía en función de la cantidad de miembros del hogar, la ubicación geográfica y la época del año, según el siguiente criterio, explica el programa: una cantidad adicional para aquellos beneficiarios que residan en las provincias de: Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén.

Contempla, además, una cantidad adicional para aquellos beneficiarios cuyos hogares cuenten con más de cinco integrantes y un calendario estacional, aumentando el subsidio en los meses de invierno.

SURGAS vende 350 garrafas de 10 kilos por día. Los tubos de 45 kilos alcanzan las 60 unidades

La Opinión Austral dialogó con Gustavo, encargado administrativo de la empresa Sartini, la mayor comercializadora y distribuidora de gas envasado en Tierra del Fuego, que cubre el gas en cilindro y garrafas en Ushuaia y en Tolhuin, mientras que en Río Grande sólo distribuye a granel, es decir, recargas.

FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

La recarga de 10 kilos tiene un costo de 580 pesos gracias al programa Hogar, pero para un consumidor final cuesta unos 2 mil pesos.

“La de 45 kilos, que no está cubierta por el plan Hogar, vale 9 mil pesos la recarga. El precio, fijado por el programa, alcanza los 200 pesos por kilo”, contó.

La empresa vende, por mes, aproximadamente 600 mil kilos en invierno y reduce a la mitad la cifra en el verano. Es decir, en época invernal son unas 6 mil garrafas mensuales, lo que se traduce en unas 220 por semana.

“En periodo invernal el consumo es muy alto, el gas acá es fundamental para subsistir”, detalló el encargado de la empresa que abarca, se estima, un 40% del mercado usuario del gas envasado en la provincia.

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