Este lunes 29 de marzo fue un día determinante. No sólo para el caso en el que se investigó el asesinato de Juan Manuel Padrón, sino para el Poder Judicial santacruceño, que dictó un fallo sin precedentes por legítima defensa en un contexto de violencia de género.

Juan Manuel Padrón, empleado del Concejo Deliberante, murió a comienzos de mes como consecuencia de una certera puñalada que le dio su novia, Sofía Ávila, mientras peleaban en la casa de ella.

 

 

Este lunes por la mañana, una caravana salió de la casa velatoria y el cortejo fúnebre trasladó los restos de Padrón al cementerio capitalino.

 

Las inmediaciones de la sala velatoria, con los seres queridos de Padrón.

 

El móvil de exteriores de LU12 AM680 y La Opinión Austral siguió la emotiva caravana y la misma se pudo ver en una transmisión en vivo desde el Facebook de este diario y www.laopinionaustral.com.ar.

Decenas de vecinos y familiares llegaron a las puertas de la necrópolis para darle el último adiós.

 

Los compañeros municipales de Padrón se acercaron a despedir a su amigo.

 

El ataúd fue dejado, en un primer momento, a metros de la iglesia cercana al ingreso del cementerio. Entre los presentes se encontraba Marta -la madre de Juan Manuel-, la hija de siete años de la víctima fatal y Marcela, su hermana, quien desde que se conoció el crimen estuvo comandando los pedidos de justicia.

Los flashes de la jornada se los llevó Marta, la madre de Juan Manuel, cuando se desplomó sobre el ataúd que contenía los restos de su hijo.

 

Un afiche en una camioneta pidiendo justicia por el hombre.

 

Los restos de Padrón quedarán alojados en un nicho de la necrópolis por el término de un año, ante la posibilidad de una eventual nueva pericia que puedan llegar a solicitar las partes intervinientes en el proceso judicial que comenzó en la madrugada del seis de marzo.

Quiso el destino que ese día también la jueza de Instrucción Nº 3, que lleva el caso, tuviese que cumplir con resolver la situación procesal de Sofía, detenida desde el 6 de marzo.

Es que ayer, se cumplía el límite del plazo legal para decidir si la dejaba en libertad o procesaba por homicidio agravado.

Pasadas las cuatro de la tarde, se supo que Rosana Suárez, en coincidencia con la Fiscalía, había decidido que no había elementos para empujar a Sofía a una condena. Por el contrario, en el fallo de casi cincuenta páginas se lee que la conclusión es que esa noche, eran él o ella y que la puñalada mortal fue un acto de legítima defensa.

 

Enojo

 

La familia Padrón tomó el fallo con profunda indignación. “Mi mamá no para de llorar, está muy triste, estábamos convencidos que la iban a dejar detenida o que por lo menos iba a llegar presa al juicio”, indicó Marcela Padrón en declaraciones a La Opinión Austral.

 

 

“Fue muy triste, muy fuerte. Teníamos la esperanza que la asesina quede detenida”, dijo horas después Marcela, la hermana del trabajador del Concejo Deliberante.

“Le pedimos a ellos que no abandonen la causa, que lleguen hasta la última instancia, porque nosotros sabemos que ella (por Sofía) es una asesina, las pruebas están”, aseguró Marcela.

“Es terrible lo que está sucediendo”, expresó sorprendida la abogada Jovita Vivar. “Toda la prueba apunta a ella, no tenía arrepentimiento, no tiene imagen de víctima, tiene trastorno de personalidad, pero conocía sus acciones”.

 

El fallo

 

En el fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral, el peso está puesto en los testimonios que hablaron de una relación tormentosa, en la que Padrón le pegó más de una vez a Sofía. Testigos que la vieron con ojos morados, brazos con magullones, algunos a los que les dijo lo que sucedía puertas adentro de su casa o bien, a quienes les envió mensajes contando las palizas.

Tuvieron peso también los testigos de esa noche. La hermana de Sofía y su esposo, a quienes la joven pidió ayuda al grito de “maté a Juan, ayuda!”.

Según dijo la Policía, Sofía estaba semidesnuda, alterada y rompía en llanto. Antes de que su hermana llamara al 101, le hablaba a Padrón, le pedía que no se muera.

 

El 7 de marzo, la Policía realizó las pericias en la casa.

 

Se cree que hubo una pelea que comenzó en la habitación, donde se constató un desorden descomunal, y que luego siguió en el living, donde ella finalmente toma un cuchillo y lo apuñala mientras él la sostenía por detrás.

En la narrativa del documento no aparece qué detonó la discusión, sino que más bien establece que pelearse era la regla en esta relación dañina.

De hecho, Sofía Ávila no declaró. Según ella, no hay un orden cronológico de lo que pasó, sino “flashes”.

La investigación determinó que esa noche hubo consumo de drogas, ansiolíticos y vino.

 

Violencia de género

 

“Resulta insoslayable mencionar la asimetría existente entre Ávila y el occiso, quien casi doblaba la edad de aquella. Además era ostensible para aquel, que Ávila tenía desde muy joven serios problemas con el consumo de sustancias y que luego que la misma entablara relación con el occiso esos problemas se agudizaron debido a su propia situación de consumo”, argumentó Suárez, en su fallo que se sustenta con leyes y tratados internacionales en materia de perspectiva de género.

 

 

Para la magistrada fue contundente “el profundo deterioro de la imputada a partir de su relación con el occiso”, y según los elementos que se fueron aportando a la causa en estas semanas, estos “hablan acerca del contexto de violencia en el que se encontraba inserta la imputada de autos, como las secuencias fotográficas y expresiones halladas en la exploración de las redes abiertas donde es posible percibir múltiples hematomas en su humanidad”, añade Suárez.

En su edición del domingo, La Opinión Austral había adelantado la posibilidad de que el caso tuviese este giro. De hecho, en el mes de septiembre, ella lo había denunciado el día de la primavera (21 de septiembre) por violencia de género, luego de una golpiza, cuyos detalles aparecen en el fallo de ayer.

Según consta a partir de testimonios, ella le había revisado el celular y él le dio golpes de puño en la cara.

“Estaba preparada para que la que apareciera muerta fuera ella”, había indicado Susana, la tía de

Sofía, en exclusiva a La Opinión Austral, en relación a los constantes hechos de violencia que había sufrido en el pasado, no sólo física, sino también psicológica.

 

Estaba preparada para que la que apareciera muerta fuera ella

 

Lo cierto es que la joven se encuentra desde la tarde de ayer junto a su familia, y si bien los letrados de la familia Padrón adelantaron que presentarán una apelación en las próximas horas y organizarán marchas reclamando su detención, el fallo de este lunes no fue a medias tintas.

 

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