Una mujer de campera rosa con la cara llena de bronca entra con dificultad al recinto. En el hall se abraza a un hombre, otra mujer la sostiene. Parece que se va a desvanecer.

Son las 12:18 del lunes 29 de junio. La temperatura en Río Gallegos es bajo cero, hay quejas por las cañerías que se congelan y el gas que se corta, pero la gente va y viene hablando de Maldonado.

 

Emilio Maldonado, ahora ex concejal de Río Gallegos.

“Reunidos en sesión extraordinaria para tratar la renuncia del concejal …”, leen desde la Secretaría del Concejo Deliberante. La frase marca el inicio de los golpes de palmas sobre la puerta de ingreso y los vidrios y el griterío de quienes se acercaron para presenciar la sesión.

¡Violín! ¡Queremos justicia!

La mujer de campera rosa ingresa al recinto, le dan un asiento y junto a ella dos hombres que tienen algo para decir.

 

Uno de ellos empieza a hablarle a los concejales y, detrás del cristal, periodistas se quejan porque el audio no llega. Alguien desenrolla un cable y lo lleva hasta la otra punta.

“Quiero que se haga justicia, que se termine de una vez por toda esta pesadilla de mierda que está pasando, me siento como la mierda. Hace más de dos años mi hija venía mal, no quería estar conmigo, la notaba muy lejana, y el viernes lo contó, quiero que esta persona vaya presa y se lo destituya del cargo. Exijo la cámara Gesell, que por favor se haga enseguida”.

El que habló es el papá de la primera víctima que denunció al presidente del Concejo Deliberante por abuso sexual. Su ex esposa sigue en la silla.

 

Concejales dialogan cuando se levantan para el cuarto intermedio. FOTO: JOSÉ SILVA

_ ¿Cómo fue el procedimiento?, le preguntan.

Pero es el papá de la segunda víctima el que quiere responder. “Nosotros nos mantuvimos dos años (en silencio), fue un dolor muy grande para todos nosotros. El caso es que el loco estaba metido en política, ¿quién iba a creer en nosotros? Nadie. Yo soy del barrio Evita como él, era mi amigo de años. Es muy doloroso, y lo más feo fue que se metió en la cooperadora de la escuela, yo me tuve que meter para sacarlo, y tuvo que ir ella (ex esposa) para hablar con la directora y tampoco hizo nada. Esa es la sociedad que tenemos, hoy tenemos que ir al Facebook para tratar de tener justicia”, denunció.

El dato ya había sido revelado en la víspera por este diario, pero que Maldonado, que no tiene hijos, haya integrado una cooperativa escolar resulta, cuanto menos, llamativo.

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En el expediente judicial que lleva adelante la titular del Juzgado de Instrucción Nº 2, Valeria López Lestón, hay dos acusaciones, “Maldonado Emilio Alberto s/ abuso sexual simple”. La primera fue presentada el sábado 20 de junio por la tarde, luego de que en una conversación de madrugada, la nena de nueve le cuenta a su mamá que Maldonado la había tocado varias veces durante el último año.

La segunda presentación se hace el sábado 27 de junio, cuatro horas más tarde de que la primera denunciante contara todo en redes sociales, creyendo que no se iba a investigar. En este caso, los hechos habrían ocurrido en 2018 con una nena que hoy tiene 12 y era su ahijada.

Las historias son similares; las edades de las nenas, el modo en el que las habría llevado a la habitación para abusarlas, el forcejeo y las consecuencias, porque ambas familias dicen que las nenas no pueden sobrellevar la vergüenza.

 

Antes de que a mi hija la traten de mentirosa, preferí no hacer la denuncia. Cuando me enteré de la primera por el Facebook, enseguida fuimos a la comisaria. Tienen que hacer todo para que el violín vaya preso”, insistió el segundo papá.

Del otro lado del vidrio, los murmullos se cuelan por las transmisiones en vivo de los medios de comunicación.

Brotan de varias bocas los nombres de funcionarias y funcionarios municipales que, hasta que no se supo de la segunda denuncia, no dejaron de manifestarle su apoyo a Buba como le dicen a Maldonado.

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La sesión extraordinaria se convocó el viernes, cuando el concejal Maldonado pidió licencia, pero su situación se fue ensombreciendo en el transcurso del fin de semana, hasta que el intendente Pablo Grasso ordenó este domingo que lo expulsaran. En paralelo, Maldonado presentó su renuncia.

 

Parados, los padres de ambas niñas. Sentada, la madre de la segunda víctima (10). FOTO: JOSÉ SILVA

“Si lo hubiésemos denunciado hace dos años, mucha gente lo iba a apoyar a él, no porque tuviera razón, sino por la política. Cuando uno mira el Facebook y ve que a la que hizo la primera denuncia la trataron de mentirosa, que funcionarias salieron a defenderlo. No puede ser”, dijo por último el segundo papá con la voz quebrada.

Afuera, la tía de la primera víctima conoce la respuesta al apoyo, y no es sólo el sentido de pertenencia político.

 

“Los pedófilos parecen muy buenos, él andaba por todos lados ayudando a la gente, repartiendo víveres. Mi sobrina todavía juega con muñecas y le arruinó la vida. Nosotros quisimos hablar por los medios para que la gente sepa qué pasó, y que Emilio Maldonado vaya preso”, dijo ante la prensa.

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Leonardo Roquel

El primero en pedir la palabra para iniciar conversación con los padres y una de las mamás -la de la primera denuncia no estuvo por recomendación de su abogada- fue el concejal Leonardo Roquel.

“Todos acá estamos muy apenamos, pero tocaste un tema importante, que fue que la escuela estaba en conocimiento. Yo soy docente, Pedro (Muñoz) también y los protocolos a nosotros no se nos pueden escapar. La directora tendría que haber accionado, ella tendría que haber hecho la denuncia que es lo que nos exige a nosotros el Consejo de Educación”, dijo.

 

Agrupaciones y el Partido Obrero acompañaron a los padres de las nenas. FOTO: JOSÉ SILVA

Fuhr: “Inclinarnos por las víctimas”

“Solicito el acompañamiento de mis pares para pedir a la Justicia que se expida con la premura y la urgencia que este caso lo demanda. Es nuestro deber inclinarnos por la víctima y no salir a bancar y a decir cosas porque acá no hay colores políticos, sino dos víctimas que fueron vulneradas”, sostuvo el concejal del FDT, que volvió a dejar mal parados a quienes en redes descreían del relato de las nenas.

D’Amico contra Lanesán

“Hay funcionarios del Estado que no tomaron las medidas correspondientes. Los chicos no mienten. Debe haber una autocrítica en el caso de la secretaria Moira Lanesan y otros secretarios que se manifestaron. Él (Maldonado) tiene poder y en este caso funcionarios municipales deben tener una capacitación, y la víctima no puede ser cuestionada. Nosotros como Bloque nos mantuvimos en una postura porque estamos acá elegidos por los vecinos, nos debemos a nuestra gente, y los funcionarios municipales también. El expresar una posición, el acompañar con un me gusta después de que una mamá hace una denuncia, no está bien”, acusó la concejala Daniela DAmico.

 

Reproches por apoyos al ex edil.

Muñoz: “Nos debe interpelar”

El concejal del CCARI, Pedro Muñoz opinó que el caso “nos debe interpelar a todos. No puede ser que porque la mamá publica en el Facebook, activó la Justicia. Es necesario y es urgente que la Justicia actúe. El viernes que se hizo la primera denuncia debieron activarse todos los canales y no esperar que se haga público para que tomen conocimiento. Si no hubiese hablado la madre hoy estaríamos en una reunión de comisión”.

Flores: “A disposición”

El último concejal en hablar fue Wilson Flores, quien se puso “a disposición para lo que necesiten” y pidió “que esto se esclarezca los antes posible y salga la verdad a la luz. Mucha fuerza”.

El llanto de Paola Costa

Cuando terminó la extraordinaria, la presidenta primera del Concejo Deliberante habló con La Opinión Austral y se explicó por no haberse manifestado estos días sobre el asunto.

“Es un caso que ojalá nunca lo hubiéramos tenido que tratar, muy delicado, y la verdad que todo el Cuerpo Legislativo estuvimos a favor de que hoy salga la renuncia del concejal. Fue pedido por el intendente. Todavía estamos sorprendidos con esta noticia, lo único que queremos es que la Justicia haga su trabajo y que nuestro compañero Maldonado tenga una resolución”.

 

También dijo que intentó comunicarse con él, que no pudo (bajó sus redes y se fue de WhatsApp).

“Le mandé mensajes a través de otra persona, pero no pude hablar con él. Por ahí veía que en las redes sociales decían que yo no había salido, pero no salí antes por respeto a todas las personas que están pasando por este momento. No sabemos si el señor Emilio es culpable o no, entonces no quería hablar ni decir algo de lo que después me arrepienta”, dijo, y entre lágrimas admitió que “para nosotros es difícil porque es un compañero. Y es lo que hoy tuvimos que vivir”, lamentó.

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