Se cree que durante los primeros días después de la apertura al público de la zona franca comercial minorista de Río Gallegos, más de quince mil personas registraron su ingreso al predio.
El día de mayor concurrencia fue este sábado, cuando las largas filas de vehículos apostados para ingresar al estacionamiento comenzaron a verse antes del mediodía.

La inauguración de la Zona Franca, con un acto encabezado por la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, marcó el hecho político del año para la provincia, después de casi tres décadas de un letargo administrativo tensionado por la resistencia de quienes no querían que casi al final de la Patagonia hubiera ventajas, porque tampoco se admiten las asimetrías del sur profundo.

Pero la Zona Franca es mucho más que un espacio para comprar “barato” a través de la eximición de impuestos, sino que ya se convirtió en un lugar de encuentro del que los santacruceños se están apropiando.

Aunque es la capital de la provincia, Río Gallegos no tiene espacios de esparcimiento, de reunión ni puntos en común para disfrutar de un paseo, al menos no uno que esté bajo techo, algo para nada menor frente a las inclemencias del clima.

Existen sí, dos grandes superficies comerciales, que son supermercados en donde muchas veces los vecinos y vecinas van por algo con la excusa de pasear y eso se repite en idénticas estructuras de hierro a lo largo y ancho de la provincia donde se emplazan sucursales.

Por eso también se explica que, en un distrito donde el grueso de los trabajadores y trabajadoras pertenecen a la administración pública, y las fechas de cobro marcan la temperatura de las ventas, de todas maneras, bordeando el fin de mes, la zona franca se viera colmada de gente durante los últimos cinco días.

El local de más ventas es, sin dudas, la casa de repuesto de neumáticos, que antes de su apertura ya tenía cien personas haciendo fila.

Su encargado dijo a La Opinión Austral ayer que esto tiene que ver con que “los precios están entre un cuarenta y un cincuenta por ciento menos que en Mercado Libre”.

Anteriormente, “la gente de Río Gallegos estaba acostumbrada a ir a Punta Arenas (Chile) a cambiar las cubiertas y volver en el día”, y esto cambia esa ecuación en una fecha en la que ya se comienzan a planificar vacaciones.

Según Heredia, los neumáticos están un 50% por debajo de Mercado Libre.

“Hace dos años tenemos cerradas las fronteras, así que hay muy buena expectativa y hoy explota la fila con más de cien personas que esperan que abramos. Nos imaginamos que iba a ser así, pero no con esta magnitud, cuando hacíamos las planillas para levantar la mercadería al sistema, vimos que estaba esta cola de gente y nos da satisfacción que esto sirva para nosotros y para Río Gallegos”, explicó.

Este es un shopping muy lindo donde la gente viene a disfrutar

Pero más allá de la mirada comerciante, está la otra dimensión, aquella que pone a los habitantes de la capital y de toda la provincia frente a un lugar de paseo, porque “esto es un shopping muy lindo donde la gente va a poder venir a disfrutar, a tomarse un café y pasear, algo que no teníamos en Gallegos. La gente iba a pasear al supermercado, hace seis años que veníamos apostando a esto y esperándola desde el año 94”, cerró.

Durante la recorrida de La Opinión Austral por el lugar, la gente no paró de hacer su ingreso, a medida que trabajadores de Zona Franca registraban a cada visitante. El patio de comidas estaba repleto y con lista de espera, también la heladería. Había quienes compraban ropa deportiva y otros buscaban joyería o recorrían el free shop.

Este sábado el acumulado de visitantes superó los 10 mil. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Afuera, el viento con ráfagas que superaron los 80 kilómetros hamacaba los vehículos estacionados y las puertas automáticas vidriadas. Cerca de las 14 horas, el lugar también fue impactado por un corte de luz y se escucharon algunos silbidos que se cambiaron por aplausos cuando el grupo electrógeno comenzó a funcionar.

No es para menos, los responsables de los distintos locales contaron a este diario que este sábado estuvo marcado por la llegada de compradores del interior que aprovecharon el fin de semana para conocer y aprovechar precios.

René está al frente de un negocio de venta de joyas ubicado en el centro de la galería del módulo uno, donde la gente circulaba para hacer consultas y comprar, “sobre todo las mujeres”, dijo, rompiendo el mito de que ellos son los que hacen ese tipo de presentes.

“Hoy estamos igual que el primer día, estamos rebalsados de gente que se va contenta” contó René. El suyo, como el resto de los negocios, tiene pegado un cartel que cambia según la cotización del dólar, aunque lo cierto es que esta semana no tuvo modificaciones.

“La gente ya se está enterando de cómo comprar, ya saben que hay que multiplicar el precio por el dólar oficial. Hoy tenemos mucha gente que vino del interior: Río Turbio, Puerto Santa Cruz, San Julián, y hasta de Río Grande y eso genera mucho turismo en la ciudad”, evaluó, marcando también que la Zona Franca “le va a dar un empuje muy grande a la ciudad y es el comienzo de algo que va a ser muy grande para Río Gallegos, va a generar que los restaurantes se llenen, va a hacer que los turistas vayan al centro”.

Vino mucha gente de Turbio, Puerto Santa Cruz, San Julián y Río Grande

Durante la semana, La Opinión Austral dio gran cobertura a la apertura del predio comercial, que entre sus rubros más concurridos tiene al de venta de artículos de electrónica, electrodomésticos, indumentaria de marca, bebidas alcohólicas, perfumería, y repuestos automotores.

Sin embargo, hubo uno que trascendió los límites de Santa Cruz y se hizo popular a partir de los elogios de la presidenta, que luego fueron tomados por varios medios porteños.

Su dueña, Cecilia García Castro, había estado en el acto de inauguración en representación de los permisionarios y ayer, se la vio codo a codo con los empleados de la heladería Tito.

La heladería trabajó a full durante todas las jornadas.

“Estamos súper emocionados, las expectativas fueron más que superadas, felices y acomodados para tratar de dar lo mejor. Se hizo chico y damos todo para que puedan disfrutar de un buen helado, la comida o un café. La gente nunca dejó de venir, hoy fue tremendo. Llegué a las diez de la mañana y había autos haciendo cola. Estábamos esperando a la gente del interior que aproveche el fin de semana, pero no pensamos que iba a ser tanto”, contó.

La gente nunca dejó de venir a Zona Franca. Hoy fue tremendo

Consultada sobre lo que generaron los dichos de Cristina, Cecilia indicó que “fue genial y tuvimos los mejores comentarios. La gente está muy contenta, me decían de la emoción, después de tanto tiempo, de poder estar abriendo las puertas, y estar compartiendo con ellos el escenario fue importantísimo en representación de todos los compañeros permisionarios”.

Para finalizar, contó que el secreto de “Tito” es que “nunca negociamos la calidad. Lo hacemos con mucha pasión y creo que ahí está el secreto”.

Presente y futuro

Así las cosas, queda claro por lo que sucede desde el martes para acá, que la Zona Franca es un atractivo que promete mucho más que frenar el flujo permanente de recursos hacia el vecino país de Chile, donde se sabe, ya hay inversores interesados en apostar por el predio riogalleguense.

Es además, la oportunidad para poner en marcha una rueda económica que va a impactar directamente en el crecimiento de la capital de Santa Cruz, con otro circulante de dinero y la consecuente generación de empleo.

Pese al viento, hubo filas para el módulo central durante toda la jornada.

Es el cumplimiento de un sueño como el que tuvo Néstor Kirchner cuando la anunció por primera vez hace veintisiete años, pero es presente y futuro porque su desarrollo está todavía en una etapa incipiente, con la proyección de dos módulos más que se van a sumar al centro comercial, siempre privilegiando la radicación de empresas locales.

Pero también es, en términos políticos, un acto de justicia social para una región en donde los precios son elevados, la remarcación una constante y las explicaciones respecto de cómo se forman, siempre insuficientes.

Leé más notas de La Opinión Austral