Por: Juan I. Martínez Dodda

Para algunos, la naturaleza debería quedar prístina, sin ninguna intervención humana como esa miniserie “Sin humanos en la tierra” en donde ingenieros, biólogos, geólogos, climatólogos, arqueólogos, imaginan qué cosas sucederían si no estuviéramos aquí.

 

 

Para otros, en estos tiempos que corren en donde la sustentabilidad está cada vez más presente, la idea es hacer cuidando, tratando de decantar el menor impacto. Porque se sabe, “Toda acción tiene una reacción” (Tercera Ley de Newton).

 

Con eso presente, un equipo de investigación llevó adelante un importante estudio en la región, y en particular en Santa Cruz.

El mismo estuvo integrado por profesionales del INTA Santa Cruz, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, el Laboratorio de Recursos Agroforestales del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET), la Universidad Nacional de Jujuy y la Universidad de Wisconsin-Madison (USA), pudo caracterizar el Índice de la Huella Humana o Human Footprint Index (HFI, según su sigla en inglés) en la Patagonia Argentina a través del paisaje, calificando las diferencias entre las principales áreas ecológicas, especialmente los paisajes boscosos.

 

El estudio fue publicado en el Journal for Nature Conservation y es una herramienta importante para establecer objetivos como preservar la biodiversidad y alcanzar un desarrollo sostenible.

 

 

Cuantificación

Creamos un mapa HFI con puntajes cero, que representa una alta calidad de vida silvestre, a uno, que representa el máximo impacto humano”, explicó a Santa Cruz Produce el investigador del INTA Santa Cruz y del CONICET, Pablo Peri.

 

Pablo Peri.

En ese contexto agregó: “Se establecieron variables para cuantificar impactos humanos directos. Como infraestructura, e indirectos, como son los derivados de actividades económicas, incluidos los asentamientos, la accesibilidad, la industria petrolera y la producción de ganado ovino”.

 

“Este trabajo nos permite saber, a ciencia cierta, dónde sí hay que establecer parámetros de conservación y dónde se puede seguir produciendo de modo que haya una planificación que contemple conservación con producción”, refirió Peri.

 

Para ello, uno de los objetivos del trabajo fue tener las herramientas para identificar áreas de conservación prioritaria de acuerdo con su calidad de vida silvestre y valores de biodiversidad.

 

Contando con datos locales el HFI deviene en una herramienta estratégica para el uso de la tierra, planificación para la conservación, evaluación del riesgo de extinción, conectividad del hábitat, así como en el diseño de infraestructura para la salud y bienestar humanos”, apuntó Peri.

 

Metodología y resultados

El estudio estimó que los valores de impacto más alto, por encima a 0.50, son en lugares cercanos a Río Gallegos y alrededor de las principales rutas. Pensando en actividades puntuales, la industria petrolera provocó un impacto sobre el paisaje en la Zona Norte de la provincia con valores de hasta 0.45 cerca de Cerro Dragón.

 

En lo que respecta a la actividad pecuaria ovina, mostró valores intermedios de HFI, cercanos a 0.3, debido al pastoreo de ovejas principalmente en el sur provincial.
Mientras que el registro de los valores más bajos, cercanos a 0.01, se alojaron en las tierras menos productivas de la provincia (zonas áridas centrales) y del oeste (zonas húmedas cercanas a las montañas andinas).

 

Según la investigación, el “HFI difirió significativamente a través del paisaje siendo menor (0.07 -0.11) en áreas cercanas a la Cordillera de los Andes (bosque, vegetación alpina y pastizales subandinos), y mayor (0.38-0.40) en las áreas del sur (tierras de arbustos y estepa húmeda) cerca de la ciudad capital”.

 

Utilidad de la herramienta

El mapa de la huella humana en la Patagonia Argentina resulta útil, no sólo por su capacidad de caracterizar la red actual de áreas protegidas, sino en la identificación de nuevas áreas de conservación.

 

La Huella Humana varía, en forma clara, dependiendo la zona y el paisaje

La expansión continua de las actividades humanas a escala global afecta a los ecosistemas naturales, inclusive en áreas remotas como la Patagonia Austral, por ende, se requieren estudios específicos a medida que los paisajes se vuelven cada vez más perturbados por las actividades antropogénicas”, se explica en el trabajo, al tiempo que se destaca la importancia de “producir de forma sustentable”, sostuvo Pablo Peri.

El investigador del INTA asegura que “el HFI es altamente compatible con otras herramientas para la toma de decisiones de gestión del uso de la tierra implementadas en la Patagonia Argentina”.

Para ratificar esa postura, puso como ejemplo a “los procesos de ordenación para el manejo sostenible y la conservación de los bosques nativos”, los que por ahí, dijo Peri, “se toman criterios parciales”. Resaltó que el trabajo realizado “nos da la idea acertada de dónde hay que dedicar los esfuerzos de conservación y colabora con el diseño de una planificación que una conservación y producción”.

 

Están las herramientas para poder medir y cuantificar lo que se hace en el campo y en cualquier actividad

Finalmente destacó que en la actualidad están las herramientas para poder medir, cuantificar todo lo que se hace en el campo y en cualquier actividad. De hecho, las certificaciones y la trazabilidad constituyen un requerimiento de los que importan de lo que produce Argentina.

 

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