La semana pasada La Opinión Austral daba a conocer la historia de Fátima Gutiérrez y Ulises Flores, su hijo.

 

Su desesperada búsqueda todavía no tiene un buen cauce y necesita de la ayuda de los vecinos. Es que su hijo de 14 años tiene síndrome de Down y se contagió de coronavirus; aunque logró superarlo, atravesó muchos problemas.

 

“Hace dos meses que Ulises está internado por COVID-19, pasó muchísimas cosas, estuvo mucho tiempo dormido y con el tubo de oxígeno más de 24 días”, relató Fátima.

 

“Pasó tanto que tengo miedo que su cuerpito no pueda resistir tanta lucha”.

 

Si bien superó el virus, las consecuencias fueron graves. Tuvo una trombosis cerebral que dejó la mitad de su cuerpo inmóvil, pasó por una cirugía de amígdalas y una traqueotomía.

 

Después de mucho tiempo está saliendo adelante, pero necesita rehabilitarse en su casa. Su mamá teme que Ulises se contagie “algún virus intrahospitalario”.

 

“Pasó tantas cosas que tengo miedo que su cuerpito no pueda resistir tanta lucha”, dijo angustiada.

 

Con el correr de los días y después de la publicación, Fátima esperaba tener alguna solución pronto. Sin embargo, todavía está esperando.

 

Actualmente, Ulises pasó al área de Pediatría del Hospital Regional y, desde el nosocomio, ya le comunicaron que “está preparado para ir a su casa”.

 

Necesitan un alquiler en planta baja para poder movilizar a Ulises sin complicaciones.

 

La familia de la mujer está compuesta por Ulises y Luciana, los tres viven solos y, junto a su hija mayor, Fátima intenta salir adelante.

 

“Nosotras seguimos buscando alquiler, más limitadas porque nos turnamos para cuidar a Ulises”, describió.

 

El pedido

La familia vive en un segundo piso de una casa sobre la calle Rojas, en inmediaciones del hospital.

 

Fátima necesita dar con una vivienda en condiciones y accesible para que su hijo pueda continuar con la internación y atención médica domiciliaria.

 

Para eso, tiene que conseguir una casa en planta baja con los accesos correspondientes. “En estos momentos alquilo un departamento en un segundo piso, eso hace imposible que lo suba”, contó.

 

En una rutina normal, Ulises asiste a la Escuela Especial 10, hace pileta y tiene profesionales que lo ayudan constantemente.

 

Sin embargo, dar con un hogar y poder continuar la internación domiciliaria es una necesidad urgente.

 

“Vivo con él y mi hija y ahora necesitamos una casa de dos o tres habitaciones que esté bien adecuada para que pueda llevar los equipamientos médicos”, relató su mamá. Se trata de una cama especial para su hijo y varios equipos más.

 

Contó que, al momento, vieron muchas casas, pero no están en buenas condiciones y muchos de los ingresos tienen accesos difíciles, lo que filtra las posibilidades.

 

Hasta ahora, se comunicaron con una interminable cantidad de personas, pero sin buenos resultados. Con Luciana, su hija, se turnan para que una esté con Ulises mientras la otra sale en búsqueda de casas o departamentos.

 

“Mi hija ya llamó a más de 20 inmobiliarias y nada”, se angustió Fátima que, hasta el día de hoy, sigue buscando un lugar.

 

La mamá de Ulises contó que no necesita ayuda económica: “No quiero que me paguen nada, pero no puedo comprar una casa hoy, sólo necesito encontrar un lugar para poder alquilar y traerme a mi hijo”, relató. El contacto telefónico si alguien puede dar una mano es 02966-765111.

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