Yo laburé con él en el caso Maillo y puedo dar fe que ese hombre apenas durmió, estaba en todos los allanamientos y en los registros de las cámaras, en un poco más de una semana, ya tenía todo casi resuelto. Una lástima que se haya ido”, dijo un efectivo de la Dirección de Investigaciones a La Opinión Austral, luego de conocer que su jefe, el superintendente de Policía Judicial e Investigaciones, comisario general Luis Humberto Águila, había presentado su renuncia indeclinable.

 

Si bien el paso al costado fue anunciado en el mediodía de ayer, desde hace varios meses la idea de presentar la renuncia ya rondaba por la cabeza del comisario, con larga trayectoria dentro de la institución policial.
La versión oficial indicó que el motivo del retiro fue “por motivos personales”, de igual manera La Opinión Austral pudo conocer que su partida se da por cuestiones internas dentro de la Policía.

 

Águila es conocido por haber sido el jefe de las investigaciones en el caso de Vicente Maillo, a mediados de noviembre del 2017. En casi dos semanas, estuvo detrás de la pista que no se trataba de una entradera, ni de un crimen “pasional”, sino que hubo un plan macabro de los familiares para terminar con la vida del comerciante y quedarse con la herencia.

 

La detención de Christian Etchebarne, presunto sicario del caso Maillo.

Además de realizar las averiguaciones en torno al homicidio, atendía a la prensa y nunca dio un paso en falso para adelantar que estaban buscando a Christian Etchebarne, el presunto sicario en Buenos Aires y arruinar toda la investigación. Tarea que hizo en conjunto con la DDI de Campana, de esa provincia.

 

Con la resolución de ese caso, la Jefatura de Policía ascendió a Águila para que se haga cargo de la Superintendencia de Policía Judicial e Investigaciones. Algunos de sus pares ya habían adelantado que se trataba de un “premio-castigo” porque ese cargo más que ser un reconocimiento es un dolor de cabeza constante, tanto como para conseguir recursos especiales y modernos, como para seguir los casos más complejos que surjan en la provincia.

 

Maillo, por nombrar sólo alguno, pero también estuvo a cargo de los operativos más importantes de los últimos años.

 

Eran las 8 de la noche del 8 de julio del 2018 cuando el propio Águila llamó a La Opinión Austral: “Les habla el jefe de la Policía Judicial, era para comentarles que acabamos de concluir con el operativo Sangre Verde, con importantes resultados, alrededor de 9 kilos” dijo con humildad, tras desbaratar una banda narco.

 

Se trataba de un trabajo de meses que habían realizado en Pico Truncado, Perito Moreno y Las Heras bajo la supervisión de Águila que había viajado al norte de la provincia para encabezarlo. Detuvieron a varias personas que se dedicaban a comercializar estupefacientes y que tenían en su poder diez kilos de marihuana y dos de cocaína.

 

 

Otro de los casos resonantes fue el de Santino y su madre María Subelza en Puerto Deseado en febrero de este año. Águila se hizo presente en esa ciudad a las pocas horas junto al ministro Lisandro de la Torre y una comitiva especial. En menos de una semana, el caso ya estaba esclarecido, con los dos responsables del crimen tras las rejas.

 

Ahora bien, ¿por qué un gran valor de la fuerza daría el portazo? algunos sostienen que la creación de las “Superintendencias” no tuvo sentido porque haría “muchos caciques y pocos indios”.

 

Esta no es la primera salida de jefes. Sin ir más lejos, a principios de año renunció el jefe de la Dirección Regional Zona Sur, comisario mayor Juan José Pérez. Al igual que Águila, se dijo que fueron “motivos personales”, pero hubo diferencias muy marcadas con otros jefes de la fuerza de seguridad.

 

Águila tenía en mente renunciar en marzo, pero por pedido personal del subjefe de Policía, comisario general Juan Carlos Guanes, se quedó. “Aguantó” varios meses más, hasta presentarle renuncia al ministro de Seguridad, Lisandro de la Torre.

 

Muchos de sus pares lo recordarán como “un buen jefe, pero que le quitaron el personal para los controles por el aislamiento y los pocos recursos con los que contaba, tenía que hacer malabares”, indicaron fuentes consultadas. Posiblemente, la gota que rebalsó el vaso fue la del fin de semana, cuando la Gendarmería Nacional hizo allanamientos por droga en El Calafate, pese a que la investigación la había realizado la DDI, porque toda esa División había sido aislada por un caso positivo de COVID.

 

Con la salida de Águila, la Superintendencia se encuentra acéfala y se barajan algunos nombres para que ocupen su lugar. Desde la Jefatura indicaron que el reemplazo se verá en los próximos días. De igual manera, el comisario puede retirarse con la frente en alto con su tarea cumplida.

EN ESTA NOTA caso-maillo luis-aguila

Leé más notas de La Opinión Austral