Alejandro Mozzi es dueño de la tienda Charitos, sito en la avenida Kirchner entre Entre Ríos y Magallanes, hace 33 años.

 

A principio de agosto había anunciado el cierre definitivo del local, sin embargo, pudo sortear los problemas económicos y continuar unas semanas más.

 

Pese a este escenario que parecía repuntar, determinó, finalmente, “regalar” el fondo de comercio a alguna persona que pudiera continuarlo de la misma manera que lo hizo él.

 

En los gastos fijos, “Charitos” tiene cuatro empleados, alquiler y servicios que pagar

La salida del comerciante está contextualizada en la pandemia que golpeó duramente al sector, pero que comienza a “ver la luz” luego del anuncio del Gobierno Provincial.

 

El sábado el Ejecutivo anunció avances para habilitar algunos sectores que están, hasta el momento, cerrados.

 

El comerciante -que tiene sus puertas abiertas- indicó que, pese a que todo apunta a una salida y a mejorar el panorama, prefiere darle un cierre a su trayectoria comercial: “Tengo un estrés corporal y psíquico muy grande”, dijo a La Opinión Austral.

 

Es que la pandemia y los primeros meses de cuarentena fueron muy complejos. “No siento que estoy en condición de continuar al frente de un negocio que requiere inversión y presencia permanente”, señaló Alejandro.

 

Es así que decidió ceder el fondo de comercio a una persona que pueda continuarlo: “Sobre todo para que el personal conserve la fuente laboral y en un lindo lugar”, agregó.

 

El propietario tiene cuatro empleados, dos con jornada completa y dos de media jornada, y las alternativas para seguir atendiendo el local son pocas.

 

“Irnos a un lugar más chico sería más riesgo y más problema, si yo continuo en el sector comercial, lo haría en algo chiquito, yo solo o con un empleado, bajando riesgos y presión”, explicó.

 

Alejandro mencionó que la crisis le trajo consecuencias en la salud porque, consideró, “es muy feo no querer ir más a tu trabajo”.

“El lado B”

El comerciante indicó que, pese a toda la situación, tienen buen volumen de ventas. Contó que recibió ATP del Gobierno Nacional, pero el mes pasado no.

 

“Eso quiere decir que estamos vendiendo bien. Por eso creo que está bueno cederlo para que alguien joven lo siga y conserve a los excelentes trabajadores”, mencionó.

 

Dijo, además, que prefiere que lo siga otra persona “que tenga una visión que hoy yo ya no tengo”.

 

Siguiendo esta línea, el propietario de Charitos detalló que ya recibió varias ofertas y propuestas de gente interesada.

Tengo varias ideas que ya no estoy dispuesto a hacerlas ni a poner el cuerpo

Para eso, dijo que evaluará a quién se lo dejará: “No sólo con algún respaldo económico, con experiencia o alguna trayectoria, sino que sea buena persona, que trate bien a la gente. Me dolería mucho dejar el negocio en manos de alguien que maltrate al personal o que atienda mal”.

 

El paso a paso

Pero, ¿cómo es el procedimiento y qué implica ceder un fondo de comercio? Se trata de un paso completamente legal que se realiza a través de un escribano.

 

En el caso de Charitos, el comercio tiene fechado el contrato de alquiler hasta el 31 de diciembre. Suponiendo que una persona decidiera continuarlo, debería consultar por el nuevo contrato de alquiler, como punto principal.

 

En paralelo, el local tiene los cuatro empleados a quienes, lógicamente, corresponden los pagos de salarios y aguinaldos. Además, dentro de los gastos fijos hay que sumar servicios, desde gas, luz, Internet, teléfonos y otros.

 

Alejandro dijo que dejará las instalaciones y la mercadería para que esa persona pueda tener un comienzo positivo en el comercio.

 

“La idea es ayudar. Potencialmente Charitos tiene mucho más para ofrecer, tengo varias ideas que ya no estoy dispuesto a hacerlas ni a poner el cuerpo, es un negocio que requiere presencia”, remarcó.

 

Para Alejandro, la situación ya no pasa por un tema comercial, sino que se encuentra cansado y la pandemia terminó por dar el punto final a su trayectoria.

 

Por último, consideró que el gobierno tiene “otras prioridades en un país que está económicamente complicado, y esas prioridades están destinadas a la gente que más sufre”. Para él, el comercio y la pequeña PYME “siempre logró reinventarse y continuar”.

 

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