Mientras a nivel nacional se dialoga con abastecedores de frutas y verduras para alcanzar un acuerdo como el anunciado con la industria frigorífica (“Carne para todos”), los valores en la capital se dispararon durante las últimas semanas, y la gente acusó la suba rápidamente.

El Gobierno de Alberto Fernández pretende avanzar en acuerdos para contener el incremento y “dar más certidumbre a los precios”, comentó días atrás Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo.

La diferencia de costos en el transcurso de enero respecto al sector frutihortícola, es más que considerable. Por eso, no tardaron en llegar las reacciones de los riogalleguenses ante los incrementos durante este cierre de mes.

 

Los verduleros apuntan a los cambios de estación y a la falta de producción. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

 

En algunos proveedores, llama la atención el origen de los productos, hay casos como la palta que se trae desde el exterior, sin tener en cuenta la producción nacional. Debido a esto y diversos factores, no hay bolsillo que aguante.

 

Los cítricos

La inflación es notable y, en ese marco, el limón fue de los que más aumentos sufrió. Así, en algunos comercios llega a alcanzar los $ 450 el kilo, aunque los expertos explican que se debe a un cambio de temporada y su precio es -fundamentalmente- estacional.

 

La inflación no descansa en las verdulerías. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

 

“Hay productos que sí se remarcan. El limón. por ejemplo, cuando no hay producción, suele encarecerse”, explicó Quique, en el barrio Del Carmen. Otro cítrico afectado ha sido la naranja.

 

Hay productos que sí se remarcan. El limón, cuando no hay producción, se encarece

 

“Seguimos teniendo naranja nacional, pero hubo meses que estuvimos trabajando una proveniente de Valencia (España)”, acusó otro verdulero.

Eventualmente algunos comerciantes destacan que durante la pandemia su consumo creció exponencialmente. “Lo vemos en estos meses, todos sabemos que contienen vitamina C, por eso su demanda es mayor últimamente”, expuso el vendedor.

 

Una tendencia

Los barrios son diferentes, pero los precios no difieren mucho. En una recorrida de LU12 AM680 este jueves, se evidenció que la suba en algunos productos no es exclusividad de nadie y se repite en distintas ubicaciones de la capital.

 

Los productos de estación se mantienen a valores accesibles. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

 

“Las frutas de estación están a un precio normal. Son bastante razonables”, dijeron desde la zona centro de la ciudad.

 

Las frutas de estación están a un precio normal. Últimamente, son bastante razonables

 

Del mismo modo, algunos comerciantes alientan a que los valores puedan reducirse cuando nos acerquemos al otoño. “Creo que a partir del próximo mes, con más producción, hay precios que van a bajar”, comentaron desde el barrio El Puerto.

 

Imposible

La palta se ha puesto últimamente en agenda culinaria y hoy tiene una demanda distinta a otras épocas.

“El precio de este producto es exorbitante, llegamos a pagar por cajón $ 6.000. Encima ,vienen pocos kilos, pero siempre ofrecemos las mejores. Particularmente nosotros trabajamos la que viene de Chile y eso varía su precio”, aportaron dueños de un comercio.

 

La palta lidera los precios más altos. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

 

Sin embargo, algunos otros trabajadores de la fruta y la verdura mencionaron que la extranjera es la única que llega a la provincia. A pesar de existir producción de palta en el país como el caso de Tucumán, Salta o Jujuy.

 

La gente

Como mencionábamos anteriormente, la suba afectó al bolsillo del ciudadano y, por eso, el malestar se traslada a la hora de las compras.

“Hay mucha queja en el local. Tratamos de hacer entender y no les queda otra que comprar un poco menos. Nuestra remarcación es de acuerdo a cada producto que llega”, se sinceró un comerciante luego de ser consultado.

 

El flete

Las verdulerías son un rubro complejo, debido a los cambios estacionales más las inclemencias climáticas que producen variaciones constantes en la oferta y la demanda.

 

Los precios se incrementan, las quejas de los clientes también. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

 

También un factor importante en los precios refiere a la comercialización. En tal sentido, vale remarcar que los comerciantes no son los únicos involucrados en los aumentos.

“Somos el último eslabón, creo que debería haber una regulación del intermediario. Siempre se habla del flete acá en el sur” agregó José desde el centro de la ciudad.

Algunos precios

Los más caros: el limón desde $ 320 hasta $ 400; la palta desde $ 600 hasta $ 700. A un precio más accesible los siguientes productos: la naranja desde $ 150; la pera desde $ 170; la manzana desde $ 160; la papa desde $ 50; la cebolla desde $ 65 y la acelga desde $ 50.

Foto: José Silva/La Opinión Austral

Posible acuerdo

“La carne es el primer paso y el segundo es frutas y verduras, con la particularidad de un sector más atomizado”, detalló Kulfas desde la Casa Rosada, después de la firma del acuerdo con los frigoríficos y supermercados este lunes.

En el marco del control de precios que el Gobierno Nacional busca concretar en el sector de los alimentos, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo trabajan la posibilidad de lograr regular los precios de frutas y verduras con un mecanismo similar al implementado en las carnes vacunas. Al contrario, desde los sectores privados, sostienen que para hacer efectivo un acuerdo se debe incentivar la producción.

A partir del último informe sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), los alimentos alcanzaron una suba de 10 puntos más que la inflación durante 2020. La Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 45,5%, frente al 36,1% del IPC en el mismo período.

 

A contracorriente de los efectos inflacionarios, las verdulerías de la ciudad trabajan arduamente para mantener sus ingresos y no remarcar los precios más de lo correspondido.

Del otro lado, los clientes sufren cada vez que tienen que acercarse al comercio. Y lo hacen más seguido, pero no justamente porque las compras hayan aumentado. Sino que cada vez más, las compras son pequeñas ajustándose al bolsillo.

 

 

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