Durante la tarde de ayer, el sector “bolichero” mantuvo una reunión con los representantes de Comercio de la Municipalidad de Río Gallegos para plantear la extensión del horario nocturno de los boliches y demás locales gastronómicos y de entretenimiento y cambiar algunos aspectos de los protocolos.

La respuesta de las autoridades fue seguir de la misma manera en la que estamos ahora.

Tras el año de pandemia, fueron muchas las modificaciones a las que tuvieron que adaptarse los locales comerciales para intentar sustentar sus fuentes laborales.

 

Algunos tuvieron que cerrar, otros tuvieron que reducir el capital humano y cambiar su modalidad de trabajo. Este último fue el punto que más afectó al sector de boliches, según lo explicó Jorge Constanzo, dueño de uno de los boliches más reconocidos de la ciudad.

“Las restricciones horarias los dejaban fuera de cualquier actividad, hasta la llegada de la flexibilización que les permitió volver al ruedo”, detalló.

El empresario, en charla con La Opinión Austral, declaró que la gente “ya no entiende las restricciones y al no tener adónde ir, está en la calle y eso es una realidad de hace meses”.

 

Aun así, agradeció el apoyo del área de Comercio para poder reinventarse y convertirse en locales de comida, con la posibilidad de tener espacio afuera para atender a la gente y mantener los protocolos de la mejor manera posible.

 

Gracias a esa posibilidad, el representante de los boliches aclaró que el balance de este último verano fue muy bueno, ya que les permitió “recuperarse de algunos de los gastos que tuvieron que hacer para poder mantener el negocio en pie”. Además, recalcó que si bien están trabajando bien, por el momento siguen saldando las deudas que les dejó la cuarentena y todavía no empiezan a recaudar muchas ganancias.

 

Constanzo denunció: “Nosotros no somos foco de contagio de nada. Nosotros cerramos a las 02:30 de la madrugada y después la noche sigue hasta las 06 porque la gente busca otro lugar donde divertirse”, haciendo referencia a la modalidad de fiestas clandestinas donde, según sostuvo, hay unas 40 o 50 personas encerradas en un quincho sin ningún protocolo sanitario.

 

“Todos culpan a la noche, pero la noche es la que menos culpa tiene cuando la gente lo que quiere es seguir entreteniéndose”, concluyó el comerciante. Y agregó que si a ellos les extendieran el horario y les permitieran aumentar la capacidad de gente, la situación sería completamente distinta porque la gente dejaría de asistir a fiestas clandestinas.

 

Culpan a la noche, pero nosotros no somos foco de contagio

 

Jorge insistió que “la gente que decide qué protocolos utilizar tiene que salir y estudiar cómo es la noche para decidir qué obstáculos poner y cuáles no para poder mejorar la situación”. Y denunció que “cada quien es consciente de lo que hace y es responsable por ello, y eso es algo que sabemos todos a esta altura”.

Preocupación sanitaria

La segunda ola de contagios ya es una realidad que dan por hecho desde las áreas de Salud de Nación y de Provincia.

 

La subsecretaria de Acceso y Equidad en Salud de Santa Cruz, Laura Beveraggi, declaró en un comunicado oficial de esta semana que “comenzaron a duplicarse nuevamente los casos positivos”.

 

Después de las fiestas, fueron varias las localidades que entraron en emergencia sanitaria debido al colapso del sistema de salud, entre ellas Río Gallegos, que también se vio saturada con una ocupación total de camas.

 

El último parte oficial de Salud aclara que la provincia mantiene 1.642 casos activos de coronavirus, en tanto que, hasta el momento, se han aplicado unas 27.722 dosis en todo el territorio de Santa Cruz.

 

Santa Cruz tiene 1.642 casos activos, de los cuales 607 son de Río Gallegos

 

Constanzo insistió que “hoy lo legal está perjudicando lo sanitario”, porque las personas necesitan de un espacio de esparcimiento a la noche.

De hecho, a partir de la pandemia ya son moneda corriente las denuncias por las fiestas clandestinas que, según Jorge, a esta altura “es algo incontrolable hasta que nos extiendan el horario de atención”.

“La gente quiere bailar un poco al lado de las mesas durante un rato, después se cansa y se va a la casa, pero antes se divirtió”, concluyó.

Además, el empresario sostuvo que la situación sanitaria que atravesamos hoy no va a permitir que la segunda ola sea tan furtiva como lo están anticipando, gracias a que “el personal esencial ya cuenta en su mayoría con la vacuna y los adultos mayores ya están cada vez más cubiertos”.

 

Sin embargo, la preocupación existe y en el sector de Salud ya se están preparando para recibir a esta nueva camada de contagiados que cada vez crece más en número. Es por esto que la petición de ampliar el horario de esparcimiento nocturno en los locales de entretenimiento y gastronomía aún no recibió luz verde.

Atentos a la situación

Sergio Rivera, jefe de inspectores de comercio de la Municipalidad de Río Gallegos, explicó a La opinión Austral que la reunión se llevó a cabo para “demarcar los puntos de trabajo que están un poco flojos al momento de los controles de protocolo, que ya incurren en demasiada flexibilidad”.

 

Además informó que, en ese contexto, está muy lejana la idea de una extensión horaria. Tampoco los van a acortar y en ese sentido detalló que “se seguirá trabajando como se lo viene haciendo hasta el momento”

 

Desde que comenzó la nueva etapa de flexibilización de la cuarentena y se comenzó a dar más libertades de esparcimiento a la comunidad y a los comerciantes, Rivera confirmó que en cuanto a los horarios, las inspecciones vienen teniendo resultados positivos, ya que los negocios “vienen cumpliendo bien”.

 

Se seguirá trabajando como se lo viene haciendo hasta ahora

 

A pesar de esto, reciben varias denuncias de vecinos porque “ven que la capacidad a veces está un poco excedida”, detalló el municipal. Entre tanto, otras de las denuncias que les llegaron son por las fiestas clandestinas y por la extensión horaria de trabajo que mantienen algunos deliveries.

 

El jede de inspectores explicó que, en cuanto a las fiestas clandestinas, ellos no tienen incidencia porque no pueden hacer domicilios, por lo que esto queda en manos de la Policía.

“Lo que sí tuvimos fue el caso de un salón de eventos que alquiló el espacio para una de estas reuniones y tuvimos que proceder a clausurarlo”, recordó Sergio.

El funcionario, para finalizar, dijo que ellos trabajan según los informes que se hacen desde el sector de Salud, “atendiendo a la situación sanitaria que mantiene la ciudad para no afectar la salud y la integridad de los vecinos de la comunidad”.

 

Por el momento, están a la espera de la segunda ola y en base a esto, no habrá extensión del horario de atención de los boliches. Los viernes, sábados y domingo la noche termina a las 02:30.

 

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