A pocos minutos de iniciarse el Vía Crucis, el papa Francisco canceló su asistencia y generó preocupación entre sus seguidores. Finalmente, siguió el evento que tuvo lugar en el Coliseo desde la residencia de Santa Marta.
Así lo dio a conocer el Vaticano en un comunicado que se emitió este Viernes Santo, de cara al Domingo de Pascuas, con la finalidad de “preservar su salud en preparación para la vigilia de mañana y la misa del Domingo”.
Lo que generó máxima preocupación es que el anuncio se realizó minutos antes del comienzo de la ceremonia. En tanto, los organizadores debieron retirar la silla del Papa ubicada frente al Coliseo, detalló Crónica.
Si bien fuentes cercanas a la autoridad eclesiástica garantizaron que Bergoglio presidió la misa por la Pasión de Cristo desde la basílica de San Pedro esta tarde, se decidió que lo más razonable era que no esté presente en el Vía Crucis. En esta oportunidad, la primera ceremonia se dedicó al “dolor de la guerra, de la inmigración y de la violencia contra las mujeres”.
En tal aspecto, la decisión de que no asista al Vía Crucis se trató “simplemente de una medida de precaución”. Al margen, la salud de Francisco estuvo “en buena forma” durante las últimas horas, y hasta el momento no implica “ninguna preocupación particular”, precisó una fuente del Vaticano.
Anteriormente, habían anulado la participación del pontífice en la ceremonia de 2023 por motivos de salud, aunque en esa ocasión el Vaticano lo informó con anticipación. De acuerdo a lo que se argumentó, en aquel instancia había sido hospitalizado por una bronquitis severa.
El papa fue sometido a una operación abdominal el año pasado y desde aquel momento se incrementaron los problemas crónicos de rodilla. Además, sufrió varias infecciones respiratorias en los últimos meses que provocaron preocupación por su estado de salud.
Vía Crucis del Viernes Santo: qué es
Consiste en una de las fechas más importantes del calendario de la Iglesia católica al que asisten miles de fieles de todo el mundo. El Vía Crucis o Camino de la Cruz es una de las devociones más antiguas en la que los católicos se congregan con velas para acompañar a Jesús en su Pasión y Muerte, es decir, durante sus últimas horas de vida.
La dinámica consiste en repasar catorce momentos, (las catorce Estaciones del Vía Crucis) desde que se lo condenó a muerte hasta su entierro.
El papa Francisco preside la misa de Pascua en la Plaza de San Pedro el domingo por la mañana para pronunciar la bendición “Urbi et Orbi“, discurso que en general vela por los conflictos del mundo.
Durante la ceremonia se reza de pie y por momentos de rodillas. Se realiza caminando, deteniéndose en cada estación para recordar el camino que hizo Jesucristo al Calvario. Por ese motivo las imágenes de la representación del Vía Crucis están en la pared alrededor del templo.
Si en lugar de asistir se reza en casa, los fieles tienden a tener en la mano imágenes de la Pasión y la Muerte del Señor en conmemoración de su sacrificio.
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