Diversidad en Acción Marcela Chocobar busca visibilidad y respeto por los derechos conquistados, una inclusión real en la capital de Santa Cruz, donde la discriminación persiste y limita el desarrollo de una vida plena. “Somos humanos como cualquier otro”, advierte Franco, integrante de la organización.

* Belén Manquepi Gómez

bmanquepigomez@laopinionaustral.com.ar

Su nombre vuelve a escucharse, sus 26 años de vida siguen dejando huellas. “Diversidad en Acción Marcela Chocobar“, así se llama la organización que hace un mes tuvo su primera reunión en la capital de Santa Cruz.

Entre
rondas de mate, sus integrantes dan los primeros pasos en la conformación de
esta organización no gubernamental (ONG) que busca la visibilización para que
la conquista de derechos sea una realidad y no queden en leyes que poco se
aplican.

“Salimos del clóset y nos quedamos en la casa” dice Franco resumiendo que la visibilidad tiene un límite, el de las cuatro paredes de cada hogar porque en la vereda la discriminación está. Río Gallegos, capital de provincia, tiene una idiosincrasia de pueblo chico, las miradas y los comentarios discriminatorios persisten, son como el viento, cuando parece que algo cambió, te vuelve a golpear en la cara.

Tenemos una deuda pendiente como sociedad con Marcela Chocobar.

Franco. Diversidad en Acción Marcela Chocobar

¿Por
qué el nombre de la agrupación? Franco explica: “surgió porque tenemos una
deuda pendiente como sociedad con Marcela Chocobar, cuando sucedió (el
transfemicidio) muchos miramos para un costado, dejamos en total abandono a la
familia y tratamos de no meternos, algunos por órdenes recibidas en ese momento
y otros porque tenemos el típico “a mí no me va a pasar”. A modo de homenaje y
para que “Río Gallegos no se olvide que acá hubo un asesinato con total odio y
violencia llevamos el nombre”, señala.

Además
de los mates, lo que sobran son las anotaciones, cada integrante registra los
pasos para conformarse como organización: el reglamento, la comisión directiva
y la comisión de disciplina, además de capacitaciones internas. Ya realizaron
una presentación en el Ministerio de Desarrollo Social, para entablar vínculos
y desarrollarse como ONG y la próxima instancia será trabajar en la personería
jurídica.

Franco
afirma: “esta es una ONG totalmente apolítica. No nos casamos con ninguno,
cuando necesitemos un apoyo le vamos a pedir a todos por igual. Si bien varios
tenemos afinidad con algún partido o político no mezclamos las cosas, la idea
es evitar todo tipo de manejo político de trasfondo. Si bien hoy domina un
determinado partido, creemos que es una provincia bastante pluralista. A la
hora que necesitemos construir un derecho y un trabajo hacia la sociedad vamos
a necesitar el apoyo de todos los partidos, nuestros derechos no tienen colores
políticos, nuestros derechos son derechos y punto”.

El cuartito del fondo

Desde
la ONG reconocen los derechos obtenidos y también como éstos son vulnerados. “Se
cuidan mucho a la hora de discriminar, hablan mucho con una “e”, con una “x”,
hablan mucho de inclusión, pero según como vayas conseguís o no conseguís
trabajo, por eso la comunidad trans es la más castigada a la hora de encontrar
trabajo. Hoy está pasando, no solamente con la comunidad trans, sino con todo
el colectivo, si sos lesbiana muy notoriamente te aceptan el curriculum y no te
llaman más. A veces estás mejor capacitada para ocupar ese cargo que otra
persona, pero como sos demasiado “evidente”?”, ejemplifica.

Una
de las situaciones que mencionan como repetitiva es la atención en el Registro
Civil, oficina obligada para realizar los trámites de identidad, donde les
suelen indicar que hay sólo un administrativo capacitado que puede atenderlos
en “un cuartito al fondo”. Franco quiere respeto “somos humanos como cualquier
otro”.

Contemplan
que pueda existir un desconocimiento de la ley de identidad de género. “La
gente no está informada y cuando nos toca hacer trámites de salud, hacerte
análisis, cuesta mucho que la persona que te está atendiendo te siga tratando
con tu identidad anterior, le estás mostrando tu DNI. Hay que empezar a
enseñarle a la gente, con total respeto y que entienda que tenés otra identidad
y que te percibís de esa manera”.

La
fuente laboral es otro tema de interés en la ONG. Giulliana trabaja desde el
2005 en la Municipalidad, ingresó con otra identidad ya que “en ese tiempo no
estaba la ley con la cual vos podes decidir el nombre que realmente sentís, creo
que por eso pude entrar a trabajar”.

“Hoy
por hoy a las personas trans les cuesta un montón poder conseguir, hoy por hoy queremos
cambiar eso, queremos que se cumpla con el cupo laboral trans y que todos
podamos tener el mismo beneficio. Todos somos capaces de trabajar, no pasa por
la sexualidad”.

La
expresión de género también pesa (a quienes contratan ante lo que Franco
agrega que por este motivo “ampliamos el cupo a todo el colectivo por esta
realidad, a veces por ser muy afeminado o muy machona, también te discriminan”.

“Todos
tenemos los mismos derechos, todos somos capaces de trabajar y llevar nuestro
sueldo dignamente a nuestras casas”, asevera Giulliana.

Solicitud al municipio

En
el período previo a las elecciones municipales, la ONG pudo reunirse con cinco
de los 14 candidatos/as a la intendencia. El objetivo era hacerles llegar las
necesidades que tenía el colectivo y que se comprometan firmando un acta.

Entre
los pedidos está la reactivación del área de Diversidad. Cabe recordar que en
el inicio de la gestión actual hubo un programa con miras a convertirse en
área, dependiente de la Secretaría de Niñez, que fue dado de baja por “falta de
presupuesto”.

“El
cupo laboral de acuerdo a capacidades y estudios en el ámbito local, vamos a
presentar un proyecto como el de ley de discapacidad para incentivar al comerciante
que contrate personal. Un terreno para construir y albergue para personas en
situación de calle y salud, contamos con el consultorio inclusivo y hay gente
que viene del interior y no tiene donde albergarse. Mientras esté en ejecución,
que nos puedan alquilar una vivienda para las reuniones y actividad de la ONG,
una calle con el nombre de nuestra querida Marcela Chocobar, ayudas económicas
y alimentarias para el colectivo que se encuentren en situación más vulnerable”,
completa Franco.

¿El
dato? El intendente electo Pablo Grasso firmó el acta compromiso y a partir del
10 de diciembre tendrá la oportunidad de honrar su palabra.

La
reflexión final es de Judith, una de las hermanas de Marcela, quienes transformaron
las lágrimas en lucha y acción, convirtiéndose en un ejemplo de acción por la
diversidad. “En estos cuatro años venimos pidiendo justicia y participando en
muchos lugares tratando de incentivar que todas las personas se sientan sujetos
de derecho, hemos visto un montón de vulnerabilidad. Hoy estamos acá para
acompañar y seguir promoviendo”.

“Antes
no se formó una agrupación porque no hubo una iniciativa, se miraba desde
afuera. Creo que después de la sentencia, se ha marcado que una compañera no
debía morirse así como se murió. La visibilización y cómo sentenció la Justicia
abrió el camino para que muchos digan hay un Estado presente, entonces seamos
partícipes de estas leyes, creo que eso ha movido a muchos, los espacios se
tienen que generar para promover sus propios derechos, tienen que ser partícipes
de toda movida e inclusión, es necesario”.

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